Protección de las creaciones del intelecto humano: Reflexionando en el Día Mundial de la Propiedad Intelectual (*)

El ser humano es un creador natural de obras artísticas y literarias, con las que puede deleitar al mundo con resultados que edifican el alma y permiten comprender las experiencias sociales; pero además, tiene el don de inventar soluciones técnicas y tecnológicas que contribuyen significativamente al desarrollo de la sociedad.

Por ello, es menester que se reconozca la propiedad intelectual del autor, diseñador, creador o inventor, asegurándole un conjunto de derechos de naturaleza económicos y no económica, lo que evitará que terceros se apropien o ejerzan derechos indebidamente, y además se promoverán incentivos para la  actividad creativa.

Es por ello que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) destaca la  importancia de un sistema equilibrado de propiedad intelectual para reconocer y recompensar a los inventores y creadores por su trabajo y garantizar que la sociedad se beneficie de su creatividad e ingenio.

Sin embargo, actualmente existen supuestos en los que no es tan fácil definir quién es el autor de una obra, como por ejemplo aquellas generadas por inteligencia artificial, situación que demanda en el país un debate nacional con la participación de instituciones involucradas en el tema, como ya lo están haciendo otros países y organizaciones internacionales. En este punto la respuesta no solo es legal sino también ética.

Por otro lado, para asegurar que los artistas, diseñadores, inventores protejan sus creaciones y obtener de ellos un rendimiento económico será necesario gestionar estratégicamente la propiedad intelectual. Para ello, un tema inicial es comprender que las obras, como una tesis, pintura, obra musical o software, se encuentran protegidos desde su creación y  no necesitan de registro, pero el  autor tomará decisiones cruciales para definir las obras que si las registrará.

Sin embargo, existen otras creaciones que sí deberán registrarse para contar con protección. Pongamos un ejemplo, los empresarios que son titulares de un diseño que individualiza sus productos o servicios necesitarán de un registro para ser titulares de marcas (en el caso peruano el registro se tramitará en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI).

Veamos la importancia de este tema con un ejemplo, un amigo inició en el país un negocio de exportación, contrató a un diseñador para contar con un logo artístico, luego empezó a usarlo como signo distintivo de sus productos y cuando le iba muy bien, tomó la decisión de registrar su marca. Grande fue su sorpresa cuando al realizar el servicio de búsqueda ante el INDECOPI se enteró que existía otra marca con la misma denominación y con pocas posibilidades de lograr el registro.

Si bien este registro de las creaciones es importante, sin embargo, es el punto de partida de la gestión de la propiedad intelectual. Además, será necesario adoptar otras medidas como implementar políticas, constituir comités de ética, revisar contratos (cláusulas sobre propiedad intelectual) contar con estructuras corporativas que faciliten la toma de decisiones, promover inducciones y capacitaciones, implementar áreas de compliance que desarrollen buenas prácticas y realicen monitoreo de protección de las creaciones intelectuales, implementar medidas de seguridad físicas y tecnológicas, entre otras medidas.

La gestión de la propiedad intelectual cobra mayor atención cuando hoy en día se viene intensificando todo tipo de información, la cual fluye libremente a través de internet. Esto significa que una vez que se crea una obra intelectual, como un libro electrónico, una canción o una película, es relativamente fácil para los usuarios copiar y compartir ese contenido sin permiso, por lo que la protección de la propiedad intelectual se ha convertido en un tema crucial.

Finalmente, queremos resaltar algunos beneficios de una adecuada gestión de la propiedad intelectual, los que pasamos a detallar:

• Brinda la seguridad necesaria para desarrollar proyectos sin temor a que sean copiados o robados por otros. De esta manera, se crea un ambiente propicio para la innovación, donde los individuos y las empresas pueden prosperar gracias a sus creaciones originales.

• Se fomenta la competencia leal en el mercado, ya que evita que los competidores se aprovechen indebidamente del trabajo ajeno y copien productos sin incurrir en los costos de desarrollo. Esto conduce a un ambiente empresarial más justo y transparente, donde las empresas compiten con base en la calidad y la innovación de sus productos.

• Permite obtener ingresos justos por el trabajo desarrollado. Asimismo, esta protección ayuda a preservar la diversidad cultural al proteger las expresiones creativas únicas de diferentes comunidades y culturas de todo el mundo.

• Se valorizan más los intangibles de la empresa (fundamentalmente con las marcas, lemas comerciales, secretos empresariales, diseños industriales e inventos), lo que  fideliza clientes, genera ventajas competitivas, ayuda a escalar sosteniblemente (desarrollo de franquicias) y sostiene una buena reputación.

• Se generan incentivos económicos para los inventores y se genera confianza a los inversores.

Finalmente, consideramos que la protección de la propiedad intelectual es fundamental para promover el progreso económico y social, y salvaguardar los intereses de los creadores. Sin embargo, es necesario contar con normas claras y encontrar un equilibrio adecuado que incentivar a los autores o inventores a seguir con su actividad creativa y a la vez que la población se beneficie de las mismas.

(*) El 26 de abril es la fecha designada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para recordar el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, con la finalidad de promover la conciencia sobre la importancia de la propiedad intelectual en la promoción de la innovación y la creatividad en todo el mundo.