Psicología Popular Equivocada. 18. "QUERER ES PODER"
Lo hemos escuchado desde pequeños. Y nos ha servido de estímulo. Pero también nos ha provocado desconcierto y malestar cuando hemos comprobado que no siempre es suficiente querer para poder.
O sea que esta verdad a medias, a veces estimula pero también puede complicarnos más o menos gravemente cuando se dan los fracasos. Que siempre se dan.
Cierto es que poder requiere la necesidad o el deseo, la motivación, pero también requiere saber y tener la posibilidad de concretar algo. También es cierto que una buena actitud promueve acciones útiles, con esfuerzo, con valor, con confianza. Una actitud favorable es una ayuda.
Pero cuando por actitud favorable o positiva entendemos dar por cierto lo que no lo es, solo nos frustramos.
Es mejor pensar y auto alentarnos con "podré", "lo voy a intentar", "voy a hacer todo de mi parte". Porque "no podré", "ni lo intento", "para qué esforzarme" puede paralizarnos.
Paralizarse ante lo posible es infantil. Pero paralizarse ante lo realmente imposible, lo inútil, lo innecesariamente peligroso, es sabiduría.
Querer es poder, sí. Cuando, antes, medimos opciones, beneficios y riesgos. Y cuando los resultados dependen solo de nosotros. Querer es poder es falso cuando calculamos mal, no prevemos, nos dejamos ganar por la falta de buen criterio. O cuando los resultados están fuera de nuestro dominio.
Y no es saludable ni señal de salud mental creerse todopoderosos. El ser humano tiene poder, pero el omnipotente es solo Uno.