PSU.Una prueba desigual,discriminatoria.
La carta de María Jesús Castro aborda la inequidad de nuestra PSU. Yo hubiera dejado pasar esta carta sin comentarios. Pero no puedo hacerlo porque mi hijo cursó enseñanza media en la educación técnica y me consta que la PSU supone conocer contenidos de los programas de tercero y cuarto medio científico-humanistas que no son parte de los programas de los liceos técnico-profesionales. Debo entender que tenemos una prueba que determina el destino de nuestros estudiantes, una prueba que los evalúa, y que está ella misma mal evaluada por “dos auditorías internacionales “y, sin embargo, se mantiene. Mi pregunta es: ¿Por qué?
Yo hubiera dejado pasar esta carta sin comentarios, pero el 11 de julio, en un juzgado de Coquimbo, una jueza de la República se permitió decir que mi hijo, es poco proactivo por el delito de tener 20 años y estar dedicado sólo a prepararse en un preuniversitario pagado (como si ser pagado fuera un agravante) a fin de rendir la próxima PSU. Si medimos con la misma vara a los rectores que conforman el CRUCh, que tienen probablemente títulos, doctorados y el doble de 20 años, o más: ¿han sido proactivos?, ¿cómo se explica que mantengan una prueba sabiendo que es un instrumento perverso?, ¿cómo se explica que el CRUCh haya creado un comité para evaluar una ya mal evaluada PSU y, cito a la señora María Jesús Castro: “hasta el día de hoy aún no se pronuncia”?
Yo hubiera dejado pasar esta carta sin comentarios, pero el Estado de Chile aplica una prueba de selección sabiendo de antemano que jóvenes como mi hijo no podrán responder materias que sus estudios no contemplan. Esto no tiene lógica, no es presentable, no es ético, y en última instancia, no es justo: miles de jóvenes no pueden acceder a la universidad.
Y yo, sin otro título que el de mamá, les digo a quienes tienen el poder y el deber de reparar el daño: quedarse de brazos cruzados a sabiendas del mal que se provoca a jóvenes que no pertenecen al estrato socioeconómico que la PSU privilegia, no es inocente.
Claudia Melo.