Pueblo de Salar. Granada. Por Usue Mendaza

Pueblo de Salar. Granada. Por Usue Mendaza

Al albur de lo que fuere el resultado logrado con mi noble intención a través de esta reseña y si simple y llanamente les hablara de un pueblo cualquiera de la Comarca del poniente granadino, sería del todo probable que no les suscitara en principio ni una pizca de inquietud, interés o curiosidad;  si les digo que este pueblo llamado SALAR pertenece a la Red de Pueblos Mágicos de España de entre 114 pueblos honrados con esta denominación en todo el país, seguramente que el apelativo "mágicos" esté cumpliendo de forma contundente con el gran poder evocador que destila toda magia ilusoria y que ésta les incite a querer investigar, saber y profundizar más allá de todo pueril dato y superficial (que nunca lo es) conocimiento; a mí, por lo menos, el adjetivo de mágico, así me ha interpelado. 

Como al César lo que es del César, mucho ayudó para mi visita al Salar el lance o disparador que provino de una compañera del Club  Ticorunners de Granada, - quien llevándome ésta casi dos generaciones menos y presuponiéndole, a priori, por esta diferencia de edad, el doble de fuerza (no sé si vital) pero sí muscular, - me instó y me animó, con la excelente excusa de visitar la Villa Romana del pueblo, a correr con ella la Carrera del Premio UNIVERSO LORCA de Fondo programada para ese domingo. 

También fue mi jovial amiga de los Tico quien entrando en el Centro de Interpretación del Ayuntamiento de Salar, me mostró  uno de los Pasaportes Mágicos (numerados y personales) que te sellan cuando visitas estos pueblos únicos  y que una vez sellados y registrados y según el número de sellos, se entra cada trimestre en sorteos de distintos premios y se obtienen como incentivo, sustanciosos descuentos en visitas a Monumentos y Museos así como a Centros de Interpretación. 

Adentrándonos de lleno en lo que es la Villa Romana, declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Zona Arqueología el 18 de mayo de 2021 y cuyo descubrimiento fortuito data del 2004, cuando se preparaba el lugar para la construcción de una estación depuradora de aguas residuales, la piedra de esta Villa -inerte y eterna aunque delicada como la piel de un bebé- se hace presente a través de sus originales mosaicos policromos dispuestos en el solar de un pasillo principal cuya parte noble es el - también original- Ninfeo (fuente - santuario dedicado a las Ninfas), ; el Ninfeo nos incita a pensar en dos suposiciones: una... en el poder económico y social de sus moradores y dos... en la veneración que los romanos prodigaban a las figuras femeninas. Como si de una revelación se tratara, una Venus púdica, de tipo capitolino, ha sido descubierta muy recientemente por las labores del equipo de Arqueología.

Si hablamos en términos de conservación y preservación, he de confesar que, casualmente fue una de las figuras femeninas, la que mejor preservada de la Villa está, la que con más empuje y fuerza atrajo mi atención, sin desmerecer la geometría insaciablemente perfecta de los mosaicos ni las escenas mitológicas de caza. Esta Nereida lleva el nombre de Anfítrite, esposa del Dios del mar. No sabría descifrar el poder subyugante que la nereida causó en mí a esa hora calurosa del mediodía granadino pero deduzco que algo tendría que ver la fuerza inexplicable que ejercen ciertas obras de Arte sobre sus espectadores, que no se prodigan en halagos y encomios ni confiesan a pecho descubierto sus explicaciones racionales al hecho artístico en sí.  Simplemente, una obra de Arte está llamada a sacudirnos, a descolocarnos y a removernos por dentro, de una forma inexplicable y mágica pero la obra no nos pide argumentos del por qué. En mi opinión, ahí está el trance místico, el misterio y el ritual artístico. Punto final.     

Como no es mi intención aquí el de "poner pies en polvorosa" y terminar mi reflexión sobre el pueblo de Salar con cierta brusquedad, haciendo alarde de una cierta conmiseración hacia mis lectores que a buen seguro me lo agradecen , quisiera fervientemente hacerles una recomendación literaria sobre la Villa. El libro en cuestión lleva el título de VILLA SALACIA, La Villa Romana de Salar, EXÉGESIS Y ALABANZAS, y está a cargo de J.A. González Nuñez y J.A. García Aguilera, ambos Licenciados en Historia,  glosador/exégeta y poeta respectivamente. Las ilustraciones de la cubierta y la solapa están magistralmente realizadas por la pintora granadina Mª Teresa Martín Vivaldi y las fotografías que custodian el texto por Natalia Cillero Morón y José Montero Corpas. El resto de fotos son por cortesía del Ayto de Salar y el equipo de Arqueólogos, cuya Dirección recae sobre Mª Isabel Fernández García y Julio Miguel Román Punzón. 

Historia y Memoria. Preservación, Conservación y puesta en Valor. Patrimonio mágico que nos ofrece una calidez para el gozo del conocimiento. Un pueblo sin leyendas es un témpano de hielo, condenado a desaparecer en la intemperie y el pueblo de Salar está más vivo y renaciente que nunca. ¿Será acaso una cierta geografía del alma? ¿O más bien una aparente calma en la esperanza de nuestros frutos? Ojalá la Venus capitolina, que es pureza en sí misma, no caiga en manos de ningún poder fáctico ni de cualquier ciudad madrastra que quiera y pueda financieramente esquilmar estos bienes que con tanto fervor, ilusión y mimo protege la Villa de Salar. 

USUE MENDAZA  

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