Puntos de Vista
Transfusión de ideas prácticas/Carta abierta (Escrito en el 19 de septiembre de 2015)
Por: Dr. Alberto Garcia
Artículo Sección Buscapié de la columna editorial Cortavenas/El Nuevo Día escrito por la corresponsal Mari Mari Narvaéz, el 18 de septiembre de 2015
Estimada Srta. Narvaéz:
Al igual que otros colegas que escriben editoriales o noticias varias, su columna me inclina a pensar que usted, lamentablemente, continúa con la demagogia de que la ideología del ELA yace en defunción perenne o gravita entre resucitar o permanecer en coma, conectada a máquinas de mantenimiento existencial. Y podría ser cierto, falso o carente de sustancia intelectual, pero como decía "El cantante de cantantes", Héctor Lavoe, esa noticia que usted expone sigue siendo "noticia" de un "periódico de ayer".
Su artículo, nada nuevo aporta significativamente a la realidad criollense de la nación puertorriqueña. Resulta muy fácil, poco creativo y no racional, criticar sin ofrecer soluciones pensadas y prácticas que lleven a nuestra "nación del encanto" (pues ha perdido el título de "La Isla del Encanto") a un norte positivo y seguro.
Las otras existentes/inexistentes ideologías del país (entiéndase PNP, PIP y otras arcaicas ideologías, sin poca o ninguna aportación sustentable) siguen siendo parte del juego inerte colectivo de criticar y no hacer nada, de llenar sus bolsillos de las arcas partidistas en beneficio propio y por ende que la nación puertorriqueña siga con la venda fanatista de éstas conocidas tribus que la mantienen como rehén, sin ninguna alternativa realista, decisiva e importante visión que conlleve a una consecución de sus diarios problemas.
La alternativa viable, madura y responsable es concienciar al puertorriqueño de su verdadera realidad como pueblo, de que es hora ya de desvestirse de sus vestiduras partidistas y en ese esfuerzo titánico (porque a nadie le gusta o simpatiza de cambios) guiarles por el camino de la madurez colectiva, motivándoles a tomar en sus manos las riendas de la nación puertorriqueña sin miedos, frivolidades o egoísmos particulares, con el harto coraje de llevarles hacia la lucha de ser responsables, productivos, independientes y orgullosos de nuestra única, cepa cultural.
Puerto Rico puede, debe y tiene que dejar de seguir dependiendo de "otros" intereses ajenos creados por políticos inescrupolosos, o instituciones solidarizadas en "robar" o soslayar el patrimonio boricua. Destetarse de una vez y por todas de la voluptuosa teta yanqui y emular los esfuerzos de otros países latinoamericanos que han sido exitosos en sus metas a corto y largo plazo, aún no contando con la "bendecida" ciudadanía americana.
Por lo tanto, con el debido respeto Srta. Narvaéz, en vez de criticar estérilmente con comentarios y/o ideas poco intelectuales, carentes de solidez práctica, emulemos la acción colectiva y decisiva de hacer mejor patria aportando ideas concretas, enrollarnos las mangas y trabajar para un mejor Puerto Rico sin banderas partidistas. Tenemos una bandera, con una estrella que vale muchisisímo más que cincuenta otras, una cultura rica e inigualable, un tesón único, sólo nos falta esa sustentable voluntad férrea.
(El autor se reserva el derecho a expresar sus puntos de vista y entiende que podemos estar de acuerdo en estar en desacuerdo.)