QUÉ DECIR: EL CONTENIDO EN NUESTRA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN
Reconozcámoslo. Nos encantan las historias, los cuentos, los chistes, los chismes, las anécdotas, los sucedidos. Nos apasiona explicar a los otros lo que hemos hecho, lo que nos ha pasado, lo que hemos visto, dónde hemos ido. No podemos resistirnos a decir lo buenos, grandes y fuertes que somos; lo inteligentes, brillantes y ocurrentes. Necesitamos contar: es natural, es humano. Con el cambio de milenio, las redes sociales han traído algo jamás visto antes en la historia de la humanidad: audiencias globales potencialmente accesibles de forma casi instantánea. Nunca antes tantas personas comunicaron tantos mensajes.
Llegados a este punto, estoy seguro de que a más de uno le darán ganas de decir: ha sido un placer, hasta aquí hemos llegado, yo me bajo. ¿Cómo pretendes que yo, humilde empresa – asociación – colectivo – negocio – profesional, consiga que me haga caso alguien en medio de ese océano de información? ¿Puede una simple sardina desde su arrecife chiquitito, en la costa de, por ejemplo, la Punta de Penedo, en Lanzarote, ser escuchada en tan inmenso mar?
Sí puede, porque no quiere dirigirse a todo el océano, sino a la parte, pequeña o grande, que más le interesa. Y eso, hoy en día, es posible hacerlo de forma muy eficiente, si cuenta con la estrategia de comunicación adecuada.
Volvamos al principio del artículo: ¿para tener una buena estrategia de comunicación, qué tengo que contar, yo, empresa, profesional, negocio, o asociación? La respuesta es: lo mismo que todos los seres humanos contamos de una u otra forma:
· Quiénes somos.
· Qué hacemos.
· Cómo lo hacemos.
· Por qué lo hacemos.
· Para qué lo hacemos.
· Dónde lo hacemos.
· Cuándo lo hacemos.
· Por cuánto lo hacemos.
Los colegas periodistas no habrán dejado de ver que esta es una versión de las 6/7 “uve dobles” americanas – who, what, how… - que conforman una de las definiciones canónicas de noticia. Para tener una noticia hay que responder a todos esos interrogantes. Para presentar al mundo mi comunicación también.
Hay que contar todo eso, en efecto, pero destacando lo que nos diferencia, lo que nos hace especiales, únicos, irrepetibles. En el caso de una empresa:
· Sus principales productos y expertises.
· Lo que la distingue de los demás, lo que hace diferente, mejor, de forma más rápida, más eficiente, más respetuosa con el medio ambiente.
· Las incorporaciones de nuevo talento humano.
· Las mejoras tecnológicas, técnicas y de diseño.
· Su apuesta por la investigación y desarrollo.
· Su compromiso con la sociedad, con la comunidad.
· Cómo se relaciona con sus clientes.
· Cómo cuida a sus profesionales.
· Sus resultados económicos.
Y sobre todo, lo más importante, lo que va a hacer la diferencia es cómo se cuente todo eso, cómo se elabora el contenido: el contenido es lo fundamental en una estrategia de comunicación, mucho, muchísimo más, que la plataforma (web, Twitter, Facebook…) o el formato (texto, infografía, vídeo, podcast…) que elijamos. Esa es la clave.
Y de ello hablaremos en el próximo artículo.