¿Qué es la Inteligencia Artificial?

En estos tiempos más que nunca se habla de la Inteligencia Artificial como una de las grandes revoluciones tecnológicas de los últimos años. Y sin embargo, hasta el día de hoy, es difícil obtener una explicación sencilla respecto a qué es exactamente. ¿Existe alguna?

Contexto

Trabajo en una empresa que ofrece soluciones tecnológicas con inteligencia artificial para pymes, y uno de los grandes desafíos es manejar las expectativas de los clientes alrededor de esta tecnología. Y es muy entendible: este es un concepto que lleva muchos años en nuestro léxico, y se nos ha vendido como algo que es increíblemente avanzado, complejo, y que tiene la capacidad de darnos las respuestas que buscamos de manera rápida y (casi) sin errores (esta concepción ha sido exacerbada estos últimos dos años especialmente con la masificación de herramientas como Chat GPT).

Pero, ¿qué es exactamente la inteligencia artificial? Si le preguntan a alguien por la definición, es muy difícil encontrar dos o más que sean parecidas entre sí.

Respuesta corta

La respuesta simple pero poco satisfactoria es que “no existe una sola definición”. Pero esto es tan satisfactorio como responder “depende” ante una situación compleja: no es mentira, pero por sí solo no suma ni resta.

Así que, para que este artículo sume, voy a proponer una forma de verlo que al menos a mí (y en el contexto en el que me desenvuelvo) ha resultado ser una definición bastante práctica y sencilla. No significa que sea la más precisa o completa, pero creo que es la más simple de explicar.

Explicación

Lo primero que sugiero es simplificar la tarea y separar el concepto en dos: “inteligencia” y “artificial”.

Definir “artificial” es sencillo, es algo “que ha sido hecho por el ser humano y no la naturaleza”. Por lo tanto, lo complejo es “inteligencia” y tiene mucho sentido porque ¡sorpresa!: tampoco tiene una sola definición, lo que puede explicar que no haya solo una definición universal de la IA.

Buscando una respuesta, encontré una que me hizo mucho sentido acerca de la inteligencia: “la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto”. En palabras más simples: la capacidad de tomar información, procesarla y resolver problemas en base a este conocimiento. Los animales y los humanos tenemos esta capacidad, pero es de forma natural.

Por lo tanto, sumando ambas definiciones, podemos decir que si una invención humana tiene las capacidades mencionadas anteriormente, entonces esa invención posee inteligencia artificial.

Ejemplo: analogía o metáfora

Si buscamos una analogía que ejemplifique esta definición es más sencillo.

Imagina que estás manejando y necesitas llegar desde un punto A a un punto B. Tienes dos formas de encontrar el mejor camino: utilizando un mapa impreso (¡si aún tienes uno en el auto!) o usar una aplicación como Waze (no es sponsor, pero siempre pueden llamarme) y dejarle todo el trabajo.

Con el primer método, sólo tienes como variable la distancia, y manejando tendrías que observar elementos como el tráfico, el clima, desvíos en el camino, entre otras, para complementar lo poco que te entrega un mapa físico por si solo. Por lo tanto, esta herramienta no es inteligente, porque no es capaz de capturar información, ni procesarla, ni entregar una respuesta de acuerdo a la situación, es decir no tiene capacidad adaptativa.

Ahora, con el segundo método, Waze es capaz de alimentarse de información de las mismas variables que mencioné anteriormente, procesarlas, y en base a esto entregar la ruta óptima en tiempo real, siendo capaz de redirigirte si te desvías, o recomendar otra alternativa si concluye que puedes demorarte más que el tiempo propuesto originalmente. Es decir:

• Capta información de diferentes fuentes o variables,
• La procesa y la retiene para que…
• En base a estos elementos y la situación, entregue la mejor respuesta al problema: “llegar del punto A al punto B en el menor tiempo posible”. En otras palabras, se adapta al entorno o situación.

Este es solo un ejemplo. Hay muchísimos casos donde se puede replicar este ejercicio y, aunque lo planteo a un nivel superficial, no deja de ser interesante, especialmente si comenzamos a profundizar en cada uno de estos casos.

Conclusión

El primer paso para comprender y sacar el máximo provecho de la inteligencia artificial, es saber definirla ya que así evitamos confusiones con otros conceptos y conocemos mejor sus limitaciones. Esta ciencia no es una sencilla, y requiere de muchos años de estudio para manejarla al revés y al derecho, pero siempre es bueno partir por algo.

Reflexión

Los invito a que apliquen esta definición a las diferentes herramientas tecnológicas del día a día, y probablemente se darán cuenta que la inteligencia artificial está mucho más presente de lo que pareciera en nuestras vidas.