¿Qué estás haciendo para prevenir la violencia de género?
El 3 de junio de 2015 quedó marcado en la memoria colectiva del movimiento de mujeres y diversidades como una fecha histórica, marcada por un reclamo masivo en todo el país, impulsado por un profundo hartazgo hacia las diversas manifestaciones de violencia de género. El objetivo principal fue denunciar la indignación frente a este flagelo social y la indiferencia generalizada ante la tragedia que se cobraba la vida de niñas, mujeres y personas trans de manera frecuente y extendida. Se dejó en claro que los femicidios eran solo la manifestación más extrema de una violencia de género arraigada en estructuras profundas.
Este movimiento trascendió fronteras y encontró eco en muchos países de la región y el mundo. La violencia de género, junto con el machismo y el sistema patriarcal que la sustenta, se revelaron como problemas de escala global. A nueve años del primer "Ni Una Menos", es imperativo evaluar la situación actual en Argentina y en la región.
Durante el 2023, en Argentina se registraron 250 femicidios, un aumento del 10% respecto al año anterior, según el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En lo que va del 2024, aunque no hay datos oficiales, organizaciones sociales como el "Observatorio Ahora que sí nos ven" han relevado 97 femicidios hasta el 31 de mayo, lo que equivale a uno cada 31 horas. El 85% de estos crímenes fueron perpetrados por personas del círculo íntimo de la víctima, y el 65% ocurrieron en el hogar de la misma. Estas cifras son estremecedoras, ya que revelan que los hogares siguen siendo lugares peligrosos para las mujeres.
En la región, Brasil encabeza la lista con 1706 femi(ni)cidios, seguido por Colombia con 601, Ecuador con 317, Perú con 176, Bolivia con 81 y Chile con 43, según datos de la organización Mundo Sur. Estamos ante una problemática que trasciende lo local, evidenciando que la violencia de género y las desigualdades sustentadas en el patriarcado son fenómenos regionales.
¿Quién es responsable de erradicar los femi(ni)cidios? Garantizar una vida libre de violencias de género es un compromiso que los Estados asumen en diversos tratados y convenciones regionales e internacionales. Implementar políticas públicas para prevenir, proteger y sancionar las violencias de género es una obligación ineludible de los gobiernos. A pesar de estas obligaciones, el gobierno argentino está experimentando retrocesos significativos en el financiamiento y desarrollo de políticas públicas para abordar las violencias por razón de género. El informe de ELA - Equipo Latinoamericano de Justicia y Género muestra un retroceso muy preocupante en el financiamiento y desguace de varias de las políticas para la prevención y asistencia de la violencia de género.
Frente a este panorama, es crucial desplegar estrategias de contención, asistencia y orientación desde todos los ámbitos y sectores posibles. Los lugares de trabajo pueden desempeñar un papel fundamental en esto. El Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso en el mundo laboral recomienda a los empleadores implementar medidas para mitigar la violencia doméstica en el ámbito laboral. ¿Qué implica esto? Ofrecer herramientas de escucha, orientación y contención puede marcar una diferencia crucial en la vida de quienes atraviesan una situación de violencia de género.
¿Qué pueden hacer los lugares de trabajo para mitigar el impacto de la violencia doméstica?
Recomendado por LinkedIn
📍Difundir herramientas para prevenir la violencia de género y sus impactos.
📍Proteger el empleo, dado que la autonomía económica es crucial para salir de situaciones de violencia.
📍Brindar acompañamiento informado, empático y libre de prejuicios o revictimizaciones.
📍Ofrecer tiempo a través de licencias.
📍Proporcionar asesoramiento jurídico, asistencia psicológica o apoyo económico.
📍 Garantizar espacios de trabajo seguros y tomar medidas para ello, ya que lamentablemente algunos femicidios ocurren en lugares de trabajo.
📍Proporcionar orientación y derivación a centros especializados para recibir contención y asesoramiento informado.
Aunque parezca poco, para una empleada, trabajadora o colaboradora que vive en un contexto de violencia de género, estas acciones pueden marcar una diferencia crucial para enfrentar la situación de manera acompañada y escuchada.
En este #3J, quiero invitar a quienes aún no lo han hecho a sumarse a desplegar todas las estrategias posibles para combatir la violencia de género. Es una problemática social grave, urgente y compleja que requiere el compromiso de todos los sectores para erradicarla.
¿Qué estás haciendo tú para prevenir la violencia de género? Te comparto el video "Ema, una historia cercana" para que puedas promover conversaciones en tu entorno laboral...
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