¿Qué hacemos?

Indiscutiblemente, no podemos negar que estamos en medio de un huracán estacionario sobre la realidad política de nuestro país.

Sin embargo, seguir argumentando a favor o en contra de las decisiones y acciones de los diferentes actores de este tablero de ajedrez, sería seguir arando en el mar: cansado e infructuoso.

Una de las soluciones sería, precisamente, dejar de seguir emitiendo opiniones y ser parte de un gran acuerdo de participar en la recomposición del tejido social.

No buscaré ser original en mi propuesta, porque no tengo ni el conocimiento, ni la experiencia, ni la formación para proponer una ruta per se. Lo que sí puedo hacer es secundar la propuesta de que esto requiere un abandono de banderas ideológicas, en una mesa tipo la del mito del Rey Arturo, sin ser unos más que otros, y empezar de cero, con la mesa limpia y con todas las intenciones hacia el verdadero bien común.

Phillip Chicola propone un "pacto de élites" necesario para que todo el sistema termine de caerse y que se pueda empezar a construir desde las bases. ¿Qué hace falta? Valor, voluntad y disposición.

Creo que las voces a las que los guatemaltecos les ponemos atención tendrían que ser las responsables de hacer ese llamado, hablando sin retórica y diciendo las verdades a cada sector, sin importar ser políticamente incorrecto.

Y el siguiente elemento sería que aquellos que amamos a Guatemala, sin intenciones egoístas ocultas, nos arremagáramos los puños y pusiéramos manos a la obra en esa (re)construcción del país.

No es posible que seamos la escenificación de la olla de cangrejos...debemos empezar a ayudarnos, apoyarnos, por el engrandecimiento de la patria, de la República.