¿Qué hay de cierto en la Navidad? ¿Realmente somos mejores personas?

Cada año, cuando llegan estas fechas, las familias nos reunimos, los compañeros de trabajo confraternizamos en las comidas y cenas de empresa, compartimos décimos de lotería, nos hacemos regalos. En definitiva, a todos parece aflorarnos un halo de amor, bondad y amistad. Es como si el resto del año estuviésemos ahorrándolos para sacarlos a la calle en estas fechas. ¿Qué hay de sinceridad en todo ello? ¿Realmente necesitamos que lleguen estos momentos para decirle a los nuestros que los queremos; para decir a los compañeros que nos sentimos a gusto con ellos?

Todo forma parte de nuestras costumbres y tradiciones, pero también es cierto que cuando creemos fervientemente que nos sentimos de una manera, nuestro cerebro lo cree igualmente y puede transformarlo en sincero.

¿Cuántas veces te has preguntado si el regalo que tanto parece haberle gustado a tu suegra, realmente ha sido de su agrado? ¿Cuántas te has quedado con la duda cuando uno de tus compañeros te ha dicho que realmente te aprecia, cuando el resto del año te ha estado martirizando? ¿Cuánto de lo que observamos en las reuniones familiares de esta época, se repetiría si nos encontrásemos en las vacaciones de verano?

“Todo es verdad y todo es mentira... Depende del color del cristal con que se mira”

Cuando sabemos interpretar el lenguaje corporal, un mundo “sobrenatural” se muestra ante nuestros ojos. Parece que una puerta de realidad se abriera para mostrarnos la sinceridad y la hipocresía de cuantos nos rodean. Y te preguntarás, ¿eso es bueno, o es malo? Pues como todo en la vida, depende...

El aprender a interpretar el lenguaje no verbal nos obliga, al mismo tiempo, a aprender a relativizar, a reconocer que somos seres sociales y, por tanto, necesitamos relacionarnos. Las relaciones personales necesitan que haya verdades y mentiras. Nos obliga a entender que la mentira tiene una serie de objetivos y que existen diferentes categorías, unas maliciosas y otras bondadosas. Nos enseña mucho más acerca del comportamiento humano en general y a conocernos mejor a nosotros mismos. Más de uno se llevaría una grandísima sorpresa al comprender cómo se comporta realmente en relación a cómo creía que lo hacía.

Conocer cómo nos habla el cuerpo, nos ayuda a relacionarnos mejor, a prejuzgar menos y, en definitiva, a comunicarnos de manera efectiva.

La Sinergología te ofrece la posibilidad de interpretar, en tiempo real, lo que los demás están sintiendo en cada momento y si esas emociones son sinceras o no. Si, además, aprendes otras herramientas del análisis del comportamiento humano, te transformas, definitivamente, en alguien mucho más efectivo personal y profesionalmente.

No pierdas la oportunidad, este año, de adquirir los conocimientos en herramientas como Sinergología, análisis de microexpresiones faciales, grafología, Morfopsicología y análisis de los tipos biológicos de personalidad.

Ya hemos abierto el periodo de inscripción en la tercera edición de nuestro Experto Universitario en Análisis del Comportamiento, en colaboración con UDIMA.

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Si, además, eres FISIOTERAPEUTA, no te pierdas el novedoso curso de 16 horas que impartiremos en enero en Las Palmas de Gran Canaria enfocado, sobre todo, a conseguir una mayor efectividad en la relación con el paciente y herramientas de persuasión para fidelizarlo en los tratamientos.