¿Qué pasa cuando ponemos límites?

Cuando las mujeres nos atrevemos a poner límites respecto a chistes, comentarios y comportamientos que no nos hacen sentir incluidas, respetadas o valoradas, es cuando más escucho frases como:

“Es que te responden con una piedra en la mano”

“Es que te lo dicen enojada”

“Es que no te lo dicen bien”

Personalmente, en este proceso de poner límites, ejerciendo la comunicación asertiva, y siendo además tan amable y delicada como se espera que seamos las mujeres, me ha pasado en muchas ocasiones que no se me escucha y/o no se me toma en serio. Todo sigue sucediendo de la misma manera. Evidentemente todo el esfuerzo que puse para hacerle ver a la otra persona algo que está sucediendo y su impacto, fue en vano. Y sucede así, una y otra vez.

Y cuando sin dejar de ser asertiva, pongo las delicadezas a un lado, y fehacientemente expongo mi punto y aclaro que es algo que no debería volver a suceder, y que la responsabilidad por crear espacios más inclusivos y relaciones más equitativas debería ser compartida también compartida, entonces ahí si se me escucha, ahí un pare del tipo “uy que pasó aquí”, y además vienen juicios de tipo:

“Ahora de repente de molesta esto, siempre ha sido ha si y no habías dicho nada, y mira como te pones”

A lo que suelo responder algo como: “me molesta desde hace mucho tiempo, y te lo hice saber en muchas ocasiones. Pero veo que nunca lo registraste. Siento que fui ignorada – consciente o inconscientemente. ¿Se te ocurre alguna razón de porqué puede haber sucedido que en las 3 ocasiones que lo dije de tal y tal manera, no lo entendiste?

“Es que me estás acusando de que no me responsabilizo, me juzgas de machista o discriminador, y me parece injusto”

A lo que suelo responder: estoy poniendo sobre la mesa un comportamiento con el que estamos de acuerdo que sucede y que no esta bien. Si no ha cambiado con todas las veces lo he puesto sobre la mesa ni buscas conversar al respecto, mi interpretación es que no estás tomando tu parte de responsabilidad. Ahora bien, si tú crees que sí, ayúdame a ver cuáles son esos comportamientos tuyos que indican lo contrario, y lleguemos a un acuerdo de lo que es importante para ambas partes, y donde se pueda sentir esa corresponsabilidad.

Responsabilizarnos por la equidad de género, no es solo responsabilidad de las mujeres. Cansa y agota que además se espere que seamos las mujeres las que estemos poniendo los limites ante los avances de los varones, tanto en las relaciones personales como laborales.

Varón, si en algún momento te encuentras en esa situación de sorprenderte por “la manera en que te lo dicen”, antes de responder: pregúntate cuántas veces la persona te lo habrá marcado ya sin ningún acuse de recibo, y no solo a ti, sino a otros varones, una y otra vez, la misma cosa a lo largo de muchos años. Simplemente sé empático, y toma responsabilidad.

Con esto, por las dudas, no quiero decir que está bien tratar mal a otra persona excusándonos en el enojo. Pero sí que validemos que es una emoción que tenemos todas las personas, y que es totalmente razonable que aparezca cuando es una situación con la que llevamos lidiando muchos años.

Mujeres, ¿otras buenas prácticas que utilicen ante este tipo de situaciones?