¿Qué pasa si me caso y me toca mesa electoral?
Reconócelo. Como muchos de nosotros, estás preocupado por si te toca ser mesa electoral en las elecciones del 23 de julio. Y es que eso de ser invitado especial a la “fiesta de la democracia” está muy bien, pero no tanto si ya tenías otros planes, ¿no? Por ejemplo, casarte.
Te contamos todas las opciones que existen en ese caso y qué soluciones puedes encontrar para gestionar tan malvada coincidencia.
Aunque ahora en internet encontrarás un montón de artículos que te explican cuales son los eximentes que te libran de estar un domingo de julio más de 12 horas sentadito junto a dos desconocidos (que seguro que a las 10 de la noche no lo serán tanto) ya te adelantamos que NO todo vale.
Que si te casas el domingo, o se casa tu hijo, está claro que te libras. Pero si la boda es el sábado… igual no se libran ni los novios y se tienen que presentar a las 8 de la mañana en el colegio electoral, con las ojeras de un mapache y el arroz en el pelo. Un planazo bárbaro que estamos seguros de que se va a poner de moda, de la misma manera que lo han hecho las pre-bodas.
Y todavía es más difícil librarte si el que se casa es tu amigo del alma y vas a leer un discurso. Así que si en tercero de primaria os prometisteis con vuestro bestie que seríais padrinos el uno del otro al más puro estilo yanki, mejor os vais grabando con el móvil para proyectarlo en el banquete. Y si acaso te grabas dos veces, una en horizontal para el proyector y otra en vertical para el Tik Tok.
¿Y los viajes? ¿Es que nadie va a pensar en los viajes? ¡Que hay quien se casa por el viaje! ¡Que si nos pegamos currando 11 meses al año es para poder irnos al otro lado del mundo!
Y quien dice a la otra parte del mundo dice también Soria porque oye, también existe, es una maravilla natural y para alguien de Perth, por ejemplo, sería exactamente el otro lado del mundo.
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Pues por lo que han dicho… lo de los viajes va a ser que dependerá de la santa voluntad de la Junta Electoral de tu zona, que por cierto, si tenía planes para ese día también se los han fastidiado y sin sorteo mediante.
En resumen, que tú alegas que ya tienes pagada la estancia, los billetes de los aviones, el pasaje del crucero y todo lo que quieras. Pero ya veremos si hay suerte y ese domingo estás tomándote un daikiri en una hamaca o sentado en una silla de colegio durante 12 horas como poco. Y más vale que vayamos asumiéndolo, porque no depende de nosotros y poca cosa podemos hacer.
O sí. En realidad sí que hay algo que podemos hacer por si toca hacer mesa electoral y no se admiten tus alegaciones. Para que, al menos, no pierdas la pasta de los preparativos, el viaje, etc. Con el Seguro de Bodas de LISA podrías cambiar la fecha y así, ni mesa ni silla. Y tu amigo Alberto podrá venir a leeros vuestro discurso. Y tu colega de la uni, también.
Y mira, sólo por 175 euros.
¿Quieres saber cómo y dónde? Entra aquí y te lo contamos todo.