¿Qué queremos decir cuando hablamos de sostenibilidad y sustentabilidad?

En los últimos años, términos como "sostenibilidad" y "sustentabilidad" se han vuelto comunes en las conversaciones sobre desarrollo responsable y protección del medio ambiente. Muchas veces, los usamos como si fueran lo mismo, pero tienen sus diferencias.

Imaginemos una empresa de bebidas. Esta empresa implementa programas de reciclaje, promueve la igualdad y diversidad entre sus empleados, usa envases reciclables o biodegradables. Ahora, pensemos en la misma empresa usando el agua de manera eficiente para no agotar los acuíferos locales, adoptando prácticas agrícolas que mantienen la fertilidad del suelo e invirtiendo en energía renovable. ¿Cuál de estas acciones habla de sostenibilidad y cuál de sustentabilidad? Efectivamente, el primer conjunto de acciones se centra en la sostenibilidad y el segundo en la sustentabilidad.

La sostenibilidad se refiere a la capacidad de mantener o mejorar la calidad de vida a lo largo del tiempo, equilibrando las necesidades económicas, sociales y ambientales.

Es como cuidar un huerto. Recolectamos las frutas y verduras, pero siempre nos aseguramos de que las plantas sigan creciendo y produciendo más. Esto implica cuidar el suelo, agua e insectos que ayudan a las plantas a prosperar.

Por otro lado, la sustentabilidad enfatiza la necesidad de que los recursos que usamos hoy puedan regenerarse y estar disponibles en el futuro.

Es como asegurarnos de que siempre tengamos las semillas y los recursos necesarios para mantener nuestro jardín año tras año. No solo cuidamos las plantas actuales, sino que también garantizamos que podamos seguir plantando nuevas y mantener el ciclo de vida del jardín indefinidamente.

Para garantizar que las actividades de una empresa sean tanto sostenibles como sustentables, se utilizan diversos estándares. Estos estándares proporcionan marcos y guías que ayudan a las empresas a medir su impacto y a implementar prácticas responsables.

Los reportes y estándares de sostenibilidad ayudan a las empresas a equilibrar el crecimiento económico, el bienestar social y la protección ambiental. Por ejemplo, una empresa puede reducir sus emisiones de carbono, aumentar su eficiencia energética y promover la igualdad en el lugar de trabajo. Estas acciones no solo mejoran la calidad de vida actual, sino que también aseguran un futuro mejor para las próximas generaciones.

Estos mismos estándares aseguran que los recursos utilizados, como agua, energía y materiales, sean gestionados de manera que puedan regenerarse y estar disponibles a largo plazo. Usar fuentes de energía renovable como la solar o la eólica en lugar de combustibles fósiles que se agotan, ayuda a mantener este equilibrio.

Al seguir estos enfoques, una empresa no solo cuida sus recursos actuales, sino que también asegura que estarán disponibles para el futuro, logrando así ser tanto sostenible como sustentable. 🌱