Qué son los intrapreneurs y por qué los necesitas.

La permanencia a largo plazo y el crecimiento de tu negocio sólo se puede lograr a través de un proceso continuo de renovación. Para alcanzarlo, impulsa el emprendimiento de tus colaboradores.

Las organizaciones que solamente se dediquen a explotar su mercado sin explorar nuevas posibilidades están destinadas a estancarse y desaparecer con el tiempo, advierten los expertos. La capacidad de crecimiento a largo plazo sólo se puede dar a través de un proceso de innovación continua.

“Una buena organización explota su mercado y explora lo que en un año o dos puede ser su hit, es decir, crea su futuro. Lo comprueban muchísimos estudios: la innovación es el principal factor de crecimiento”, afirma Cristian Granados Sánchez, consultor y profesor de tiempo completo del Departamento de Emprendimiento, Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe.

Las compañías se enfrentan a un entorno de cambio constante, donde los ciclos de vida de procesos y productos se han acortado, lo que vuelve a la innovación un factor determinante para su supervivencia.

“Ahora tenemos que ser más veloces, generar un MVP (producto mínimo viable) para validar ideas con el cliente lo antes posible. En lugar de invertir un millón de dólares en un proyecto del cual veremos resultados en un año, vamos generando pruebas y validamos en el proceso”, dice Jenaro Martínez, director de Innovación y Alianzas estratégicas de Axtel.

Los corporativos reconocen sus limitantes, pues realizar cambios disruptivos conlleva un gran riesgo y costo. Por eso han buscado apalancarse en el ecosistema emprendedor con prácticas de innovación abierta a través de aceleradoras corporativas. Sin embargo, “cuando intentan integrar estos proyectos al interior de la organización, no encajan, porque no están alineados ni con la estructura, ni con la estrategia, ni con nada”, alerta Granados.

Por eso es importante contar con una estrategia de innovación que se sostenga en los integrantes de tu organización y que impulse el emprendimiento interno, pues nadie mejor que tus colaboradores sabrán lo que requiere tu organización para dar el siguiente paso.

Para llegar a este punto, una organización debe desarrollar su capacidad emprendedora y después externalizarla. Se creía que mientras más grande era una compañía, era más innovadora. Sin embargo, esto no siempre sucede porque las organizaciones de gran tamaño suelen enfrentarse a procesos burocráticos que entorpecen la innovación.

Pilares de la innovación

Hacer que en tu equipo se despierte el instinto emprendedor en busca de la innovación constante no es algo que suceda por decreto. Las empresas que han hecho de la innovación parte de su ADN tienen cubierto los siguientes pilares:

  1. Estructuras. Son los canales a través de los que una idea de un empleado puede pasar hasta convertirse en un prototipo a probar en un mercado.
  2. Incentivos. Las personas no propondrán sus ideas si no ven que recibirán un beneficio a cambio. Estos incentivos pueden ir desde los incrementos salariales o bonos hasta los reconocimientos de parte del líder de cada equipo.
  3. Cultura intrapreneur. El proceso innovador es de largo plazo y sólo se puede alcanzar con una comunicación asertiva e inspiradora. Motiva a los miembros de tu organización a la experimentación sin censurar el fracaso. “Cuando la cultura es de nunca fallar tiene efectos desastrosos. Acepta las fallas que te permitan aprender, pivotar o seguir el mismo camino”, recomienda Granados. Analiza la estructura de tu compañía y determina si es muy jerárquica o impide el avance de propuestas.
  4. Herramientas. Son las metodologías que vas a emplear para fomentar la innovación. Hay modelos de innovación abierta o metodologías como Lean Startup, Desing Thinking, Canvas o Agile. Capacita a tus colaboradores en ellas.

Además de estos cuatro pilares, debes comunicar a tus colaboradores hacia dónde se dirigirá tu proceso de innovación. Esto es esencial, ya que, de lo contrario, todo te parecerá una oportunidad, y cuando tienes miles de oportunidades nada se logra. Por ejemplo, Granados dice que en el Tecnológico de Monterrey los esfuerzos se dirigen a lograr innovación basada en nuevas tecnologías para disrumpir la educación.

A continuación te presentamos algunos casos de empresas que cuentan con una sólida cultura intraemprendedora. ¡Sigue sus pasos!

Más y mejor agua

Rotoplas es una empresa mexicana con 40 años de experiencia en el mercado. Ha traspasado fronteras en todo el continente americano para llevar soluciones de almacenamiento, conducción, purificación y tratamiento de agua a 14 países. Su misión es llevar más y mejor agua a la gente, por lo que ha impulsado la creación de soluciones que mejoren la disponibilidad y calidad del agua a partir de ideas disruptivas.

Por esa razón desarrolló su política de innovación regida por tres ejes principales: 1) El portafolio de soluciones. 2) La vinculación estratégica. 3) La cultura de innovación.

Es en la dirección de Innovation and Development (I&D), a cargo de Ernesto Rodríguez Leal, donde se han intensificado las iniciativas para permear una cultura de innovación a todos los niveles de la compañía bajo el lema: “La innovación la hacemos tod@s”. 

Las acciones que se han puesto en marcha son:

  1. La renovación del proceso de Innovación a Mercadeo. Partiendo del funcionamiento del Funnel de Innovación, que es un proceso de generación de ideas desde su planteamiento hasta su materialización, la compañía desarrolló una plataforma digital para recibir propuestas de mejora a soluciones, procesos y negocios por parte de cualquier miembro de la organización, que en una segunda etapa son evaluadas y escaldas al proceso de ideación y validación. Esto se conoce como ejercicios de innovación abierta, que fomentan el intraemprendimiento.
  2. Convocatorias a concursos de innovación. Otra manera de incentivar la colaboración del intrapreneur en Rotoplas es la invitación a participar en concursos de innovación, tanto de la comunidad de la empresa o al público externo. La compañía cuenta con una red de aliados como organismos especializados, instituciones educativas u otras compañías que respaldan esta acción. Uno de ellos es Startup México. 
  3. Viernes de innovación. Esta actividad está diseñada para impulsar el eje de cultura de innovación. Se trata de un espacio para promover el conocimiento de cada una de las tecnologías desarrolladas por la empresa, su funcionamiento y el impacto que tienen en la sociedad, así como para dar a conocer la metodología de innovación con la que fueron desarrolladas.
  4. Observatorio Tecnológico Rotoplas. Con él se actualiza y sistematiza información de tendencias tecnológicas y de mercado de impacto para la empresa, con la finalidad de identificar ideas, generen valor tanto para la organización como para las soluciones existentes y próximas a desarrollar.  
  5. Relaciones triple hélice. Conscientes de la importancia de la vinculación con distintos organismos para impulsar la innovación, Rotoplas mantiene relaciones con diversos actores en el ecosistema de innovación vinculados al tema del agua.

En menos de tres años la compañía ha firmado 113 convenios con diferentes instituciones en México, Corea del Sur, Estados Unidos, Luxemburgo y Alemania.

Sin edad para innovar

La innovación disruptiva forma parte del ADN de Gentera. “Todavía conservamos una foto de una bodega donde nació Compartamos Banco (hoy Grupo Gentera)”, narra Jorge Gutiérrez, CEO de Fiinlab, el laboratorio de innovación de Gentera cuyo propósito es crear nuevos modelos de negocio para la inclusión financiera.

Hace cuatro años un pequeño grupo al interior del banco recapacitó en la necesidad de seguir innovando, aun cuando ya contaban con 25 años de operación. “Comenzamos con un company builder, pues reconocíamos nuestras carencias y creímos oportuno incluir al ecosistema emprendedor en nuestra estrategia”, cuenta Gutiérrez.

Sin embargo, parte del paradigma de todo corporativo es que lo puedes hacer internamente, “poseer capacidades instaladas y un conocimiento del mercado, lo cual te permite detonar la innovación disruptiva”.

El proceso que devendría en la creación de Finnlab pasó por tres fases: exploratoria, en 2015, cuando un equipo de cuatro personas del área de estrategia y nuevos negocios empezaron a indagar sobre el tipo de innovación que necesitaba la empresa, y promovieron concursos internos y hackatones.

La segunda: formación, entre el año 2016 y 2017. Un equipo de entre siete y ocho personas del área de IDEA (Ideas Disruptivas en Acción) Gentera robusteció el equipo. Hablaron con partners del ecosistema emprendedor, indagaron el estado de la industria, continuaron su investigación con universidades, gobierno, aceleradoras, venture capital, entre otros. Su objetivo era vender la idea de la innovación como un pilar estratégico dentro de la organización. Fue un momento importante porque se unió el actual CEO del corporativo, quien en su momento ayudó a impulsar lo que hoy es Finnlab.

La tercera y última fase es la Líder, de 2018 a la fecha. Fue cuando surge Finnlab con la obligación de formar proyectos de alto riesgo y alto potencial. Gracias a que el CEO de Gentera, Enrique Majos Ramírez, fue CEO de Finnlab por un año, cuentan con el apoyo de la directiva, pues él conoce las frustraciones y necesidades de los emprendedores.

Uno de los grandes beneficios de que Majos Ramírez fuera parte de la formación de este proyecto fue tener alguien con una visión innovadora dentro de la directiva. “Concebir el futuro toma tiempo y requiere de mucha inversión”, reconoce Gutiérrez.

Durante este proceso de sistematización de procesos, Jorge comprendió la importancia de permear el know how del emprendimiento. “Al intrapreneur le falta el miedo y el hambre porque ya tiene un sueldo fijo, pero conoce muy bien cómo navegar el mundo corporativo. El emprendedor tiene hambre y frío, está apasionado por resolver un problema, pero le cuesta mucho trabajo navegar el mundo corporativo”, afirma el CEO de Fiinlab. “Cuando se generan sinergias, tenemos proyectos con un potencial enorme.”

La compañía utiliza la metodología Agile a través de SCRUM que consiste en:

  1. Intrapreneur visionario con una idea a quien se le denomina line-expert. Define en papel una solución que podría ser deseable.
  2. Se integra un equipo de trabajo para volver realidad la visión.
  3. Integra un scrum master o persona responsable de entender la visión, quien comienza a armarla. Se diseña la arquitectura y se designa la plataforma tecnológica en la que irá.
  4. El scrum master forma un equipo especial.

Finnlab cuenta con un sandbox tecnológico que les permite testear las propuestas con 1,000 o 2,000 clientes, sin que esto afecte la operación del banco, que cuenta con una cartera de más de 6 millones de clientes.

Además, tiene los siguientes programas de innovación abierta.

A) Talento con una idea inmadura. Se les da apoyo a través de terceros. Hace tres años trajeron a MassChallenge y Startupbootcamp.

B) Talento con productos funcionales. Se les da acceso al sandbox tecnológico de Finnlab.

C) Startups más avanzadas. “Si se alinean con nuestra visión, cultura y encontramos esa pasión para resolver problemas invertimos en ellos”, dice Gutiérrez.

El pequeño gran banco

Desde su fundación, Banregio se ha enfocado en apoyar a la pequeña y mediana empresa (pyme), lo que le ha permitido convertirse en el más grande de los bancos medianos. Esto se debe en parte a la “obsesión de estar entendiendo al cliente, qué le gusta, cómo se comporta”, explica René Lankenau, Chief Innovation Officer de BanRegio. “Queríamos desarrollar un área que nos ayudará a comportarnos como emprendedores, es decir, crear herramientas de forma ágil que nos permitieran conectar con el cliente”, detalla.

En 2014 hubo un cambio de directiva que permitió la creación de BanRegio Lab, un laboratorio de innovación que ayudó a la creación de un experimento de banca 100% digital: Hey Banco!

Ese año surgió un pequeño grupo dedicado exclusivamente al desarrollo de la innovación al interior de la organización: BanRegio Labs, que entonces era un equipo de cinco personas. En este contexto se creó BanRegio Sync, durante 2015 a 2016, que todavía formaba parte de la estructura del banco. Para su desarrollo se armó un producto tecnológico a través de una metodología similar al Desing Thinking, explica Humberto Villarreal, CEO de Hey Banco!

En 2018, BanRegio Labs había crecido hasta alcanzar un equipo de 30 personas. Con sus fuerzas robustecidas se decidió armar una marca de banco diferente para tener algunos grados de independencia. “Separar al laboratorio de innovación como un área independiente nos permite tener tiempo y visión diferente para poder resolver problemas”, puntualiza Villarreal. De esta forma en 2019 surgió Hey Banco! como una marca independiente.

“La innovación digital nos permitió abrir paso a otro tipo de cambios, como innovación offline (dentro de sucursales y de identidad) o la innovación de cultura”, explica René Lankenau, de BanRegio.

Entonces la cultura que había empezado en aspectos digitales permeó otros ámbitos del día a día del banco. “Reconocimos que existía una imagen negativa de la banca para los clientes: filas, call centers inefectivos, formularios, copias, etc. Vimos este sentimiento de los clientes y quisimos transformarlo de tal forma que esto se volviera nuestro diferenciador. Aplicamos cambios de identidad, equipo en las sucursales, diseñamos la experiencia en sucursal, el trato en el call center, todo como parte de una visión diferente”, explica.

En este proceso se utilizó la metodología Desing Thinking en el que 1) Se evalúa el mercado, 2) Se diseñó un prototipo y 3) Se puso a prueba para saber si es un modelo de negocio viable. Cada uno de estos productos tiene su célula de trabajo”, explica Villarreal. Dentro del equipo se reparten las responsabilidades para que cada uno de los miembros lleve estas ideas de negocio por todo el proceso.

La estrategia original de BanRegio era invertir en emprendimientos de fintech, es decir, en procesos de innovación abierta. Sin embargo, Lankenau, quien ya contaba con un amplio bagaje en el ecosistema emprendedor, decidió darle un giro a esta visión: “Sabía que los emprendedores, sobre todo los de alto impacto, batallan no sólo para conseguir inversionistas, sino para conseguir un banco; no hay una línea de crédito para este tipo de clientes.”

Hey Banco! mantiene un crecimiento del 10% mensual desde su lanzamiento. Los resultados del aumento de las sucursales donde cambiaron el equipo y la imagen fue del 50%. Se coloca como el primer banco con 200 clientes emprendedores de alto impacto.





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