¿Qué tal el lunes libre? Hoy te traigo una reflexión del trabajo y espero que te guste 📅🧑💼💸

Como día lunes

Seamos honestos, no hay nada más rico que empezar la semana con un lunes feriado. Sin lugar a dudas el lunes debe ser de los días más odiados y con memes de la semana. 

Esto porque simboliza el fin del fin de semana y la vuelta a lo que tantos no se sienten tan cómodos… el trabajo.

La importancia de sentirte cómodo en el lugar donde pasas más horas despierto que en tu casa, es primordial. Y es que el dinero es dinero, puede ser más o menos, pero en lo personal siento que a veces dejamos de cuestionar la forma en la que lo conseguimos por primar la seguridad de recibirlo cada fin de mes.

Soy consciente de que no todos vivimos las mismas realidades y que lo que para unos es una comodidad, para otros es una necesidad desde lo más básico, para asegurar el pan en su mesa. Con esto me refiero a que no todos tenemos la posibilidad de elegir en qué desempeñarnos, y hay quienes no tiene otra opción que echarle mano a lo que venga para sacar a su familia adelante. Mis más sinceros respetos para todos/as ellos/as.

Sin embargo, para los privilegiados que sí tenemos la posibilidad, es normal escuchar comentarios de queja del resto con respecto a sus trabajos. O por las lucas o porque no les gusta lo que hacen o porque el jefe es un tal por cual, etc.

¿Tienes la posibilidad de cuestionarte respecto a tu trabajo? ¿Lo has hecho?

Creo que el principal error es asumir la comodidad, eso que llaman “la zona de confort” y quedarte mermado/a en eso. En mi caso, yo estudié publicidad y en mi época tenias que mandar a jubilar a alguien para conseguir un puesto en una agencia.

Recuerdo que mi práctica, originalmente de 3 meses, duró 8. Y ahí solo me pagaban 50 mil pesos, lo que literalmente no me alcanzaba ni siquiera para costearme el transporte público para llegar a la pega mensualmente.

Mi familia empezó a cuestionarme, a decirme que me estaban explotando. Y yo sin ánimos de defender lo que sabía que era explotación laboral, tenia fe en mi plan de aprender lo más posible, sin importar el dinero. Consciente de que con tan pocas responsabilidades a mi haber (y viviendo con mi familia aún) podía darme el lujo de no ganar tanto siempre y cuando considerase que el aprendizaje de quienes trabajaban ahí podía sumarme para capitalizar en un futuro.

Cuento corto, me fui de ese lugar porque nunca me pudieron contratar. Llegue a un mejor lugar por mi primer contrato, ganaba 200 mil. Después de 5 años de estudios para muchos podría sonar a falta de respeto, y lo era, pero para mí era la oportunidad de seguir aprendiendo para algún día poder elegir y hacer algo que me gustara.

Varios años después fundé Mindy con mis amigos Felipe y Alexander y creo que lo más lindo de todo es mi relación con el trabajo a la fecha. El saber que tenemos un propósito, que visibilizamos un problema tabú y que podemos ayudar a las personas, es lejos la mayor recompensa y se agradece de sobremanera a la hora de tratar de conciliar el sueño. 

Siempre creí firmemente que ir en busca del dinero como objetivo último es el peor error. Tienes que ir en búsqueda de eso que te gusta, eso en lo que te sientes bueno/a y te llena no solo la billetera sino el alma. El resto llega solo (según yo).

Y tú, ¿eres feliz en donde trabajas actualmente? ¿Te gusta lo que estás haciendo para ganarte la vida?

Quizás es un buen momento para cuestionárselo y dejar de hacer de los lunes el peor día de la semana, para transformarlo en la oportunidad de seguir haciendo algo que te apasiona.