Quítate el dorsal

Llevas mucho tiempo, demasiado, en una carrera. Estás en la carrera porque te dieron el dorsal y te dijeron que participar es lo que hacen las personas profesionales y respetables. Estás en la carrera porque te dijeron que era la única manera de alcanzar la felicidad, que al otro lado de la meta hay un lugar en el que todo es fácil, se puede dejar de correr y toda la vida que sacrificaste para llegar empieza a merecer la pena. 

Yo estuve a punto de llegar a la meta varias veces. Estaba ahí, clarísima, justo después de conseguir este número de usuarios, de facturar estos millones o de cerrar esta ronda de inversión. ¿Y sabes qué me pasó cada vez que conseguí lo que tenía que conseguir para llegar al éxito? Que cuando miraba al suelo, la línea de meta se difuminaba, la pista se alargaba hasta el horizonte y yo no era ni más feliz, ni estaba más tranquila, ni tenía más tiempo. 

¿Por qué? Porque culturalmente medimos el éxito por dos parámetros, dinero y poder. Los dos se pueden acumular hasta el infinito y ninguno de los dos, por sí solo, es suficiente.

Y por eso, por mucho que acumulemos el vacío sigue ahí, latiendo fuerte.

¿Cómo llenarlo? ¿Cómo dejar de vivir a medias? Creando tu propia definición de éxito más allá del poder y del dinero.

Te propongo cuatro parámetros: Abundancia, Libertad, Bienestar y Reconocimiento.

Tienes el derecho de elegir con qué parámetros quieres medir tu éxito y qué dirección, qué velocidad y qué intención va a tener cada uno de tus pasos. 

Tienes derecho a crear tu propia definición de éxito, a preguntarte hacia dónde quieres avanzar, a explorar, a expandir y a probar. 

Tienes derecho a quitarte el dorsal, a dejar de competir y a empezar a cocrear. ¿Qué quieres tú? 

Si el dinero solo es un medio y el poder una consecuencia, ¿hacia qué quieres avanzar? ¿Qué realidad quieres empezar a crear con tu trabajo?