Que alimentos van en el refrigerador y cuales no
Tras hacer la compra, y ante la duda de saber si las manzanas van en el refrigerador o no, o si los huevos es mejor dejarlos fuera, la tendencia es usar este electrodoméstico como si fuera la despensa. Pero no lo es. Guardarlo todo enel refrigerador es un error común que se ha generalizado en los últimos años para dar cabida a la cada vez más masiva compra de alimentos; ya no compramos a diario sino que reservamos para esta tarea un día de la semana o el mes.
El refrigerador cumple una función muy específica: alargar un poco más la vida útil de los alimentos. Pero para conseguirlo no vale todo. El frío tiene un efectivo poder conservante y a temperaturas de unos 5ºC, las bacterias pierden fuerza y ralentizan su propagación. Pero las bajas temperaturas también pueden echar a perder antes de tiempo determinados alimentos porque no toleran bien las condiciones de refrigeración.
Los alimentos que no van en la nevera
Sin saberlo, en ocasiones podemos estropear los alimentos poniéndolos en el refrigerador. Para algunos no sólo no es necesario, sino que además se logra justo el efecto contrario al que se persigue. El ambiente húmedo de la nevera puede estropear y poner rancios alimentos que se conservan mejor a temperatura ambiente, en la despensa, en los envases adecuados.
¿Por qué no debemos guardar las manzanas al lado de nectarinas?
Algunas frutas y verduras no se conservan bien si se ponen juntas porque manzanas, plátanos, melones o tomates producen gas etileno, que actúa como hormona de la maduración y acelera el deterioro. Estas frutas continúan con el proceso de maduración tras la recolección; si se guardan cerca de otras frutas que sean sensibles a este gas, como la sandía o las nectarinas, estas también se echan a perder antes.
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Los alimentos que sí van en la nevera
Por cierto que lavar las frutas o verduras antes de ponerlas en la nevera no es recomendable porque la humedad favorece el crecimiento de bacterias.
La nevera no hace milagros
Los beneficios del frío en la conservación de los alimentos son importantes, pero no hace milagros. Por tanto, el tiempo que durarán los alimentos en la nevera es limitado, más o menos largo, pero con fecha de caducidad. Y es que, a pesar de que un alimento se guarde en la nevera, este no se vuelve inmune al deterioro.
Es igual de vulnerable a la aparición de moho y a estropearse pero lo hace de manera más lenta, como también lo hace la pérdida de propiedades como el gusto o la textura. La nevera, por tanto, también tiene límites sanitarios y organolépticos para los alimentos, aunque a menudo se le quiera dar un poder que no tiene, olvidando en ella por demasiado tiempo una comida preparada o una lechuga que cuando queramos aprovecharla ya habrá perdido todas sus cualidades.