Que la vocación, sin importar la edad, surja envuelta en su por qué y así se prenda el para qué
Debemos buscar que las personas indaguen en sí mismas y, como si desprendieran las capas de una cebolla, vayan revelándose personal y profesionalmente. Que su vocación, sin importar la edad, surja envuelta en su por qué y así se prenda el para qué. Y es que mucho abona a la felicidad tener en claro qué quiero hacer y hacer lo que quiero.