¡QUE MALA FAMA TIENE EL PODER!
La lucha por el poder ha sido históricamente natural al ser humano. Ha sido un movilizador, un castigo, una esperanza, que genera cambios, buenos o malos, y las cosas ya no son iguales.
Yo me quedo con la frase “el poder es el potencial para movilizar la energía” como dijo Saúl Alinsky. El problema somos los seres humanos, que hacemos uso y abuso de ese poder en las organizaciones y finalmente la energía se vuelve una pesadilla. Indiferencia, egoísmo, envidia, abuso, mal trato, arbitrariedad, atropello.
El que tiene el poder siempre es el malo. El poder corrompe. Traficante de poder. No me siento cómodo hablando de poder. Yo soy el jefe y por eso lo vamos a hacer así.
Estas son algunas de las frases que he escuchado de mis alumnos cuando discutimos el tema. Son resultados, las consecuencias de las acciones que toman las personas que hacen mal uso de ese poder, mismo que la empresa les ha confiado.
¡Qué mala fama tiene el poder!
Y aquí entra en escena, una vez más, nuestra conocida, la que nos sirve de filtro y escudo, la ética. Si las decisiones fueran tomadas con ética y valores ¿serían diferentes? probablemente sí, ¿entonces por qué esto no ocurre comúnmente? porque en el ambiente corporativo se da que, para muchos, es más relevante velar por mí mismo, así se caiga el mundo encima de los demás ¿te suena conocido?
La medida de un hombre es lo que hace con poder (Pitaccus)
Pienso que todos tenemos ejemplos para aportar de personas que ejerciendo jefaturas o liderazgos prefirieron saltarse la opción valórica. Son quienes velaron solo por sus propios intereses, haciendo camarillas de protección, alianzas poco virtuosas, contubernios para fines personales; y lo peor de todo es que siempre, siempre hay alguien que los sigue, que permite y calla.
Hoy hablaremos de poder, pero de aquel que permite crecer, expandir talentos, que es positivo y sano. El del liderazgo. El otro, el negativo, para mí es solo autoritarismo y mando, a secas.
Hace poco en un seminario que dicté a un grupo de 15 ejecutivos hice la siguiente pregunta: ¿qué es lo peor que puede pasar con el poder en una organización? Y las respuestas fueron todas del uso negativo que podría tener y que me asombraron por lo elaboradas. Les pregunté si eran experiencias personales, lamentablemente todos respondieron que sí. Eran cosas que habían visto o vivido en su vida profesional.
Ahora te hago la pregunta a ti, ¿sabes qué es lo peor que puede pasar con el poder? Más allá del uso negativo, que ya es terrible, lo peor que puede pasar con el poder es que nadie lo tome, porque son esos los espacios por los que se cuelan los inescrupulosos que aprovechan para hacerse con el y ya sabemos cómo termina la historia.
Cuando era niña (en la noche de los tiempos :)) elegíamos presidente de curso. Y a fin de año elegíamos al “mejor compañero”.
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La diferencia entre uno y otro era que el primero era responsabilidad, representación del curso y tanto un peso a la vez que un privilegio: y el segundo destacaba virtudes y características que eran merecedoras de respeto, valoración y afecto de todos.
En ambos casos había poder, formal e informal. Nacidos ambos del constructo con relación a dos diferentes aspectos, pero que se basaban en la elección entre seres sociales.
Frente al poder formal siempre existe su contraparte informal, que no está escrito, que no es parte de la estructura ¿es por eso menos valioso?, según mi experiencia, hay casos en los cuáles ha pesado muchísimo más, lo que lo hace muy valioso.
De esas sutilezas me gustaría conversar contigo, de esa línea que divide la descripción del cargo y el liderazgo per se. En una empresa en la que trabajé, había una persona en la gerencia de recursos humanos, con un cargo bastante menor, que tenía más influencia que los cargos ejecutivos del área y a quien acudíamos antes que al canal formal. ¿Por qué suceden situaciones como esta? porque existe el capital social, ese que hace que una persona sin cargo represente lo que todos buscamos en la estructura formal y que muchas veces no existe o "no alcanza” para ser significativo.
¿Te das cuenta? el poder busca dónde alojarse, se hace tangible mientras haya un grupo de personas, mientras “viva” en un ambiente social. Maquiavelo decía: “el fin justifica los medios” y Foucault replica “que el poder no se posee, se ejerce”. No pueden heredártelo ni darlo como un regalo.
Se hace visible en tus actos con los otros.
Sentado solo, en casa, no eres poderoso.
El poder es insustancial, no es acumulable ni capitalizable. Lo vemos en lo tangible de lo concreto. Como dijo alguien “por sus obras los conoceréis”. No viene con un cargo ni una designación, “se produce a cada instante. En cualquier relación, que venga de cualquier parte” sigue diciéndonos Foucault.
Ahora, tu dirás ¿y para qué me sirve el poder entonces? Su relevancia la puedes visualizar en tu capacidad de influencia, ni más ni menos; en ese momento en que comienzas a construir relaciones de confianza que se proyectan por cuán creíble eres. Este es uno de los principales componentes de algo muy difícil de definir: la presencia ejecutiva. tema que tocaré en unas semanas, que es apasionante y ¡desafiante como pocos!
El poder es condición necesaria para influenciar, es un comportamiento visible de la influencia (Berlew, 1960)
En la próxima entrega conversaremos de las fuentes del poder personal y el poder social. Y cómo podemos ser “poderosos”, construyendo sobre aspectos de tu vida profesional que tienes al alcance de la mano.
PD: Si tienes tiempo haz el siguiente ejercicio. Lista los nombres de 5 personas que han influido en tu vida y escribe también en qué aspectos destacaba su personalidad, su carácter, cuál era su distinción característica. Comenzarás a ponerle nombre a ese “poder” que te transmitieron ¿lo puedes reconocer? Si eres uno de los privilegiados que lo puede ver, pon un like en los comentarios. Te estaré esperando!
Corporate Communication//Legal Counsel & Digital HR Partner
2 añosQué interesante análisis del concepto "poder".
Apoyo al alineamiento estratégico de organizaciones/ Mentorías voluntarias en ámbitos de tecnología y gestión
2 añosMuy interesante Eugenia