¿Queremos líderes auténticos?
El liderazgo es uno de esos temas de la gestión en los que hay mucho aún por aprender. A través de los años, se han identificado características y rasgos de los estilos de liderazgo que presuponen que sin ser uno mejor que otro, el estilo se define por la situación. Si nos ponemos a pensar, a pesar de los miles de estudios realizados al respecto desde hace décadas, ninguno ha logrado definir con exactitud los rasgos y características comunes de los grandes líderes.
La autenticidad es uno de los constructos más recientes del liderazgo, identificado como respuesta a las crisis. Ser auténtico con valores, optimismo y auto confianza, y al mismo tiempo generando confianza e identificación de los seguidores. Esto da pie para lo que hoy se debate como “el liderazgo auténtico”, que identifica a individuos transparentes, guiados por estándares morales y decisiones que claramente reflejan altos valores éticos.
¿Interesante, no? en una época escándalos… He leído estudios y me he cuestionado al respecto para clarificar el concepto y comunicarlo. Bill George, profesor de la Harvard Business School, en su libro "Authentic Leadership: Rediscovering the Secrets to Creating Lasting Value" publicado en el 2003, desarrolló un enfoque del liderazgo auténtico que se centra en características entre las que se destacan la claridad, pasión, autodisciplina, sensibilidad a las necesidades de otros y relaciones de confianza.
Otro autor relevante en temas de liderazgo, Michael Kernis, identificó cuatro componentes clave de la autenticidad, que posteriormente fueron utilizados por Walumbwa y colaboradores en el 2008 quienes conceptualizaron el liderazgo auténtico como un patrón del comportamiento del líder en los que se identificó la conciencia de uno mismo y de sus valores, la identidad con el equipo y la conciencia social.
Daniel Goleman reconocido autor del best seller “Emotional Intelligence”, y Bill George describen que los líderes con niveles más altos de inteligencia emocional son más conscientes de sus emociones y entienden la influencia de las mismas en sus procesos cognitivos y en sus capacidades de toma de decisiones. Para el comportamiento organizacional positivo, esto influye altamente en el desarrollo de equipos de trabajo. Los seguidores confían en aquellas personas que al ser transparentes, pueden transmitir a su vez claridad, confianza, seguridad y valores consistentes.
Y aunque suene parezca new age y muy alternativo, hay otra cualidad que Charles Snyder describe en su libro "Teoría de la esperanza", como una cualidad del líder auténtico: la esperanza. Unida al optimismo, la resiliencia y el razonamiento moral.
No todo es teoría y buenos deseos. El marco teórico del Liderazgo Auténtico incluye el cuestionario de liderazgo auténtico (ALQ) desarrollado por Walumbwa en el 2008. La herramienta ha demostrado que dicho estilo de liderazgo permite mejorar la satisfacción, el compromiso y el desempeño de los seguidores. Por este motivo, las empresas empiezan a buscar dichas características en potenciales directivos.
Los líderes auténticos pueden ayudar a los colaboradores a satisfacer sus necesidades de competencia y autonomía fomentando el descubrimiento de sus propios talentos. El líder auténtico convierte talentos en fortalezas y a la vez, facilita que los empleados se involucren en tareas en las que puedan destacar y llegar a ser excelentes. ¿Queremos entonces líderes auténticos? La respuesta está en ustedes.
Publicado en: América Economía - Ecuador, Especial Mipymes. N. 148 Enero 2018.