¿A quién le importa tu marca?
Llevo trabajando en comunicación casi 20 años y creo que mi profesión es una de las que más se han transformado en estos años. Internet ha supuesto la mayor revolución que hemos vivido en la historia de la humanidad y hoy tenemos el privilegio de poder “elegir” dónde queremos informarnos. El usuario tiene un acceso casi ilimitado a la información por numerosos canales y las marcas pueden medirlo casi todo, me refiero al famoso big data y los valiosos datos que aporta para extraer conclusiones. Cuántos likes, cuándo tiempo ha estado expuesto un usuario a nuestros contenidos, cuánto ha compartido… la lista es casi infinita.
Sin embargo, muy pocas marcas han conseguido conectar de verdad con sus públicos. Los usuarios somos mucho más “promiscuos” de lo que fueron nuestros padres y abuelos, no somos fieles a ninguna marca. ¿Por qué? ¿Cómo conseguir que alguien se interese por nuestra marca? Si bien no existe ninguna fórmula mágica, sí hay ciertas “pócimas” que muchas empresas olvidan cuando diseñan sus estrategias de comunicación. En primer lugar, debemos considerar la tecnología como una aliada, aprovechando la analítica de datos que proporciona un nivel de conocimiento enormemente valioso. Pero la comunicación efectiva, siempre ha sido y siempre será efectiva cuando cumple ciertos requisitos básicos que a menudo se olvidan. Recordémoslos.
No todos somos iguales, ¿con quién estás hablando? Abres una página de Facebook, una cuenta de Twitter, un canal en YouTube… No se trata de la plataforma, sino de quién está al otro lado. Empecemos preguntándonos ¿con quién estamos hablando? ¿Con quién nos gustaría hablar?
¿Qué le estás contando? ¿Acaso le importa? Dejemos de hablar de nuestras marcas y de lo maravillosas que son. ¿A quién le importa? Informar de un producto o servicio es solo uno de los objetivos que deberíamos perseguir. Si queremos conectar de verdad, tenemos que compartir valores, intereses, personalidad.
Sé auténtico, no finjas ser quien no eres. Cuanto más humana sea nuestra comunicación, más efectiva será. Demos la cara, no nos escondamos y seamos éticos y responsables con nuestras actuaciones. Especialmente las nuevas generaciones, esas Generaciones Y y Z de las que tanto se habla últimamente, son generaciones que quieren cambiar el mundo y marcar una diferencia. ¿Estamos a su altura?
Parece obvio, ¿verdad? Sin embargo, hagamos examen de conciencia y pensemos en nuestras marcas. No todas pueden presumir de ser fieles a estos principios básicos. Vivimos en una era privilegiada. Nunca antes tuvimos tantas herramientas al alcance de nuestra mano, ni un nivel de conocimiento y de análisis como el actual. Usémoslo. Pero no olvidemos que el secreto de cualquier comunicación efectiva y de lograr que nuestra marca interese, radica en tener algo interesante que contar.
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Directora de Comunicación | Directora de Cuentas en AGENCIALIA COMUNICACIÓN, consultora de comunicación. Especialista en gabinete de prensa para empresas B2B y B2B2C. Social Media. Periodista.
8 añosMuy buena reflexión, Virginia. Gracias por compartirla y recordarnos que, frente a lo que a veces parece, afortunadamente somos más numerosos los que creemos y compartimos estos valores y principios :)
Socio Director en Compromise Consultoría de Comunicación y Relaciones Públicas
8 añosGracias Virginia por “marcarnos" con esta buena reflexion en linea con otros “pros"; el sentido tradicional de marca quiza haya perdido fuerza al lado del relato honesto (sic). Se percibe que la ”marca superficial” moriria en manos de la real (si no lo cuentas tu ya lo haremos nosotros :-) o reputacion. Es una transformacion relevante del “poder” y quiza el que la ignore...