¿Quién nos ha robado la capacidad de asombro?
A los jóvenes nacidos, como yo, en los años 60 seguro que la imagen que encabeza este post os ha producido escalofríos. Es el malo malísimo de la película Chitty Chitty Bang Bang que ofrecía caramelos y marionetas a los niños para secuestrarles. Toda la película era super moñas y la veíamos con cierto aburrimiento pero salía este personaje siniestro con su carromato y, al menos a mi, me entraba un miedo terrible. Seguro que alguna de mis taras vienen de entonces. (Ahora que me fijo al niño actor de la foto no parece asustarle mucho ya que va muerto de risa. Será su hijo que esta aprendiendo la profesión).
No voy a hablaros de secuestradores de niños pero si de secuestradores de una de las principales virtudes infantiles: nuestra capacidad de asombro. Empecé a notar que la perdía cuando mi padre me decía que iba por la vida como una maleta, sin disfrutar del camino. Comprobamos que la hemos perdido del todo cuando ya nada nos sorprende en el trabajo, cuando dejamos de preguntarnos el por qué de la cosas y damos todo lo establecido por bueno sin cuestionarnos su sentido. Afortunadamente a veces tenemos jóvenes en prácticas que nos recuerdan con sus preguntas y sus comentarios que solo la capacidad de asombro es capaz de cambiar el mundo.
Bajando al terreno y dejando ya el discurso de adulto catastrofista de "hayqueverquemalestatodo" os propongo que desenmascaremos a algunos ladrones de nuestra capacidad de asombro. Aquí van cuatro. Espero vuestras aportaciones.
1. Las "Job Description". He dicho muchas veces que tenemos que decir a los empleados lo que esperamos de ellos. Pero lo que no puede ser es que les describamos con total detalle las funciones, tareas y forma de ser. Son cosas distintas. Si les decimos en la Job Description cómo hacer su trabajo habremos perdido la riqueza de su tesoro individual para quedarnos con un estándar del puesto.
2. Los Jefes que se chiflan. Los jefes que se encantan quieren que los demás se lo digan constantemente y les den la razón en todo. Los hay de dos tipos, los de buen rollo que aburren a las ovejas contando lo buenos que son y los HP que dan mas miedo que el malo de la foto. A los primeros no les proponemos nada nuevo por aburrimiento y a los segundos por miedo.
3. Las normas y controles exagerados. Una vez escuche al joven Director de RRHH de Google España decir que en su empresa no había muchas normas y controles para prevenir malos comportamientos porque, en mis palabras, controlar a una minoría de caraduras hacía poner bajo sospecha a una mayoría de empleados responsables. Además suponía un derroche de horas de trabajo de control de patio de colegio que no aporta ningún valor. De nuevo se trata de decir lo que esperamos del empleado y evaluar el resultado sin agobiar ni encorsetar el toque personal de cada uno.
4. Los buenos resultados recurrentes. Si, puede parecer paradójico. En todas las empresas hay un listo de gafas muy bien vestido que dice lo de "si algo funciona no lo cambies". Y todos asienten porque les recuerda al mas listo de su colegio. Si sigues haciendo lo mismo, efectivamente, tendrás los mismos resultados pero habrás perdido una oportunidad de oro de tenerlos mejores y, tal vez, diferentes. Si todos fueran así seguiríamos desplazándonos en carros de bueyes.
Volvamos a ser niños. Sorprendámonos por todo lo que pasa alrededor y desmontemos los juguetes para ver como funcionan. Y si viene un señor con muchas chuches, o tablets, o business plans, o procedimientos desconfiemos de él antes de subirnos a su carro.
Ayudo a las empresas y a las personas a conocerse. Trabajo para conseguirlo. | Estrategia | RRHH | Ventas | Hospitality
8 añosCreo que algo que influye en perder esa capacidad de asombro es no sentir que seguimos aprendiendo. Un día charlaba con un amigo que defendia que la Maestría (en cualquier grado) es parte de la evolución de cada persona y que por consiguiente, un fin en si mismo. Yo le trataba de explicar que no era así ... que si alguien se siente Maestro de algo, deja entonces de aprender en gran medida de los demás, porque se centra en demostrar algo que él sabe (para redundar en ese sentimiento de conocerlo) y por lo tanto .. empezamos a dejar de ser humanos en el momento en que empezamos a dejar de aprender. Sobra decir que no le convencí (porque el sabia lo que decía y yo no tenía ni idea). En el mundo de la empresa, creo que existe miedo a equivocarse (y aprender) y por eso al final, tendemos hacer siempre lo mismo, como repetición sistemática del mismo proceso productivo y al final ... nos acostumbramos a no escuchar las cosas que nos tienen que decir los demás (y cuanto más arriba se está en la pirámide, menos oidos tenemos). Una lástima, con lo maravilloso que es conocer lo que demás tienen que contarnos! Muchísimas gracias por tus reflexiones Jose María Peláez Marqués, me han encantado!
after 45 years managing companies I am getting retired!!!!
9 añosA mí lo que me ha quitado mi capacidad de asombro es el ser humano en sí. Job descriptions, jefes que se chiflan, normas y controles son obras del ser humano. Ese es el origen
Brand Partnership Manager at TikTok (Tech specialist)
9 añosque bueno!!! como siempre!
Steve Jobs dijo que no hay que contratar gente con talento y decirles lo que tienen que hacer. Es contratarles para ellos nos dicen lo que nosotros tenemos que hacer. Tambien me gusta mucho lo de Richard Branson - contratar por actitud y luego dar formación.
UFV COLLEGE. IBM (International Business Program) International & Business Developer. Branding & Marketing Professor & Consultant. Executive Education & DTM Instructor (Disruptive Training Methodology).
9 añosNO PODEMOS DEJAR DE SER NIÑOS NUNCA... O PERDEREMOS LA FRESCURA DE LA CREATIVIDAD. ENHORABUENA JOSE !