QUIEBRES y PROBLEMAS, cómo gestionarlos.
En primera instancia analizaremos el concepto de PROBLEMA en cuanto a su contexto de uso, dado la gran diferencia que aparece si lo aplicamos a las ciencias duras, por ejemplo las matemáticas, que si lo consideramos en el contexto de nuestro diario vivir. Con la intención de ser breve abordaré esta diferencia desde una conclusión extremadamente sintetizada, considerando que mientras que un “problema matemático” es una construcción lógica con parámetros definidos y métodos de resolución ya establecidos, un "problema" en el sentido cotidiano es una situación desafiante que puede ser compleja, subjetiva y requerir soluciones creativas y adaptativas. Ambos conceptos implican obstáculos a superar, pero difieren significativamente en su naturaleza, abordaje y resolución.
La falacia cognitiva de la declaración: “TENGO UN PROBLEMA”
Cuando decimos "tengo un problema", estamos cayendo en una trampa lingüística que afecta profundamente nuestra percepción y emociones:
Sesgo cognitivo de posesión: "Tener" implica poseer algo tangible, pero un problema no es algo que podamos tocar o sostener.
El poder de "declarar un quiebre"
En contraste, "declarar un quiebre" ofrece una perspectiva más constructiva y empoderada:
Ventajas de declarar un quiebre vs. tener un problema
Aplicación práctica
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Imagina un líder que dice: "Tengo un problema con mi equipo que no cumple los plazos".
Ahora, el mismo líder declara: "Identifico un quiebre en nuestro proceso de cumplimiento de plazos".
En conclusión, al cambiar nuestra declaración de "tener un problema" a "identificar un quiebre", transformamos nuestra perspectiva mental y emocional. Esto nos permite abordar los desafíos de manera más efectiva, especialmente en entornos VICA donde la adaptabilidad y la resiliencia son cruciales. Esta simple pero poderosa modificación en nuestro lenguaje y pensamiento puede marcar la diferencia entre sentirse abrumado y ser un líder efectivo y resiliente.
Cómo identificar rápidamente un quiebre en un proceso.
Para identificar rápidamente un quiebre:
Ejemplo práctico:
En lugar de decir "Tenemos un problema de productividad", podrías declarar: "Observo un quiebre entre nuestra producción actual de 100 unidades por día y nuestro objetivo de 150 unidades. "Esta forma de identificar quiebres permite un enfoque más preciso y accionable, facilitando la búsqueda de soluciones efectivas.