QUIEN DEFINE TU FUTURO? EL DESTINO O TU?
En los últimos años estuve conversando con mucha gente sobre este tema. Te adelanto la respuesta. Nadie define tu futuro. Solo tu eres el arquitecto de tu vida, de tu carrera profesional, de tus emprendimientos, y de todo lo que pasa a tu alrededor.
Y para ejemplificar esto, les voy a contar una experiencia personal, de cuando promediaba mi carrera en el mundo corporativo.
Era mediados del año ’99, tenía 30 años, y trabajaba para Microsoft en la oficina regional para Latinoamérica en Fort Lauderdale, FL.
Recuerdo que un día de Julio de ese año estaba muy angustiado porque mi evaluación anual de desempeño (el período de evaluación era de Julio a Junio de cada año) había vuelto con una calificación con la que no estaba de acuerdo. Yo consideraba que había tenido un excelente año, y que mi performance había sido muy buena. De hecho, así lo mostraban todos los indicadores del negocio.
Luego de una reunión con mi Jefe de aquel momento, en la que me explicó el resultado de la evaluación de mi performance del año, le pedí una reunión con el Director del área a la que yo pertenecía. Quería entender porque la calificación había sido tan “injusta” según mi perspectiva.
Coordinamos la reunión para la semana siguiente. Llegó el día y bajamos a tomar un café al Lobby del edificio. Inicialmente la charla se enfocó en las métricas de mi performance del año, y durante los primeros quince minutos intenté explicarle que se habían equivocado en la evaluación que habían hecho de mi trabajo. Una evaluación baja afectaba el bono que iba a cobrar y una serie de beneficios que la compañía nos daba por desempeño. A valores de hoy, esa diferencia luego se convertiría en mucho dinero.
En medio de mi exposición, el Director detiene mi exposición y me dice: “Federico, esta charla no nos va a llevar a nada, porque tu calificación y tu bono ya están determinados, pagados y el proceso ya se cerró.”. Cuando escuché esto, exploté de ira, y le respondí que entonces no tenía sentido que yo siguiera trabajando allí porque había puesto el mejor de mis esfuerzos y si eso no era suficiente para la compañía yo no tenía mucho más para dar. Volvió detenerme y me dijo: “Tu puedes ser quien quieras ser. Quieres ser Vicepresidente o CEO de esta compañía? Tienes todo para serlo. Es solo tu decisión. El límite es el cielo.”.
Por un instante me mostré incrédulo y cerrado a seguir escuchando. Pero luego de algunos segundos algo cambió fundamentalmente en la forma de ver mi carrera profesional, gran parte de mi vida y muchas cosas que sucedían a mi alrededor.
Siempre fui muy abocado a mi trabajo, puse mucha pasión en todo lo que hice, dedique muchísimo esfuerzo a cada una de las posiciones que me tocó ocupar en mi carrera profesional. Pero de repente alguien me estaba diciendo que ese esfuerzo, esa pasión y esa energía, no estaban siendo canalizadas en el lugar correcto.
Claro, era sencillo. Puedes poner mucho esfuerzo en lo que hagas. Pero solo el esfuerzo no te garantiza que el resultado vaya a ser el que tu querías inicialmente. Ahora… había hecho algo mal? Si leía mi lista de objetivos de ese año y los comparaba con los resultados, definitivamente no.
Pero había varias cosas que no había hecho, entre otras:
- Mostrar mi trabajo,
- Compartirlo con los tomadores de decisión (el Jefe de mi Jefe, su Jefe y sus pares),
- Crear y estandarizar practicas que pudieran servir de ejemplo para mi grupo y otros grupos,
- Comunicarme más con mis pares en la región para compartir lo que había hecho a lo largo del año,
- Ofrecerle ayuda a mis pares en aquellas áreas en las que había tenido buenos resultados… y muchas cosas más.
En una Corporación, en la que trabajan miles de personas, si aparte de hacer bien tu trabajo, no eres activo en la comunicación y la construcción de una red que ve constantemente lo que haces, tu trabajo no se ve. Porque seguramente, aparte de ti, hay mucha gente muy buena, pero varios de ellos, aparte de ser muy buenos en su tarea específica, son excelentes comunicadores.
Imagino que en este momento estás pensando “… entonces lo que vale es el marketing personal y no el trabajo bien hecho”. En realidad, son ambas cosas a la vez. Comunicar lo que haces bien es tan bueno para la compañía como hacerlo. Distribuir el conocimiento, lograr que otros implementen tus buenas practicas, cambiar conductas, ser modelo de ejecución, entre otras, todo le reporta excelentes beneficios al conjunto. Y adicionalmente, construir esas redes de comunicación te benefician a ti. Porque seguramente, al momento de evaluarte, mucha gente va a saber de tu trabajo, de tus resultados, de tus éxitos, y la probabilidad de que tu evaluación sea buena va a ser mayor.
A su vez, las compañías requieren líderes, están sedientas de ellos. Los necesitan y no son fáciles de encontrar. Entonces, parte de tu trabajo es también asegurarte que tu Jefe, el Jefe de tu Jefe, y varios de sus pares, sepan varias cosas:
- que quieres seguir creciendo en la compañía,
- el lugar al que quieres llegar,
- como piensas hacerlo,
- cuales son tus planes para ello,
- que otras capacidades ven ellos que necesitas construir,
- y como el trabajo que estas desarrollando está construyendo esas capacidades para transformarte en un líder de la organización.
Sin dudas este trabajo, si lo haces en forma continua, planificada y consciente, va a tener un impacto muy positivo en tus evaluaciones de desempeño.
Aquí termina esta historia que solo intenta reflejar un ejemplo de como uno puede determinar y construir su propio destino.
Hace varios años, uno de mis Jefes me dijo “si solo dejas que las cosas pasen, un día vas a terminar donde no querías estar”. Esta frase me guía a diario.
El destino lo vas construyendo tu, día a día. Con cada decisión, en cada acto y con cada giro que decides dar en cada una de las bifurcaciones que te presenta el camino de la vida. Tu destino es el resultado de la construcción que haces con cada uno de tus actos. Nadie está manejando el timón por ti. No hay un libro escrito. No existe el titiritero que te “hace recorrer” el camino. El camino lo recorres tu solo, tu tomas las decisiones y llegas a donde quieres llegar.
Pero esto no tiene relación con el “éxito”, tal como el “éxito” se define cotidianamente: llegar lejos en tu carrera profesional, tener mucho dinero, ser famoso, tener una familia, tener hijos… entre tantos otros “dogmas” de la sociedad.
Dando por hecho que estamos hablando del lado sano de la vida, el único éxito es llegar a donde tu querías llegar. Exactamente a ese lugar… cualquiera sea ese lugar.
Allí está tu futuro, ese futuro que tu estás diseñando ahora, en este mismo momento. Y no va a ser otro más que el que tu crees.
Gracias Alejo, espero el artículo te sea de utilidad! Saludos!
Director Comercial
9 añosExcelente Federico...Felicidades!!!
Que bueno Julian! abrazo grande!
Presidente de Fútbol Profesional, Ex Presidente (2014 - 2021) #ClubAlmagro twitter: @romeoalmagro
9 añosMe gustó mucho. Gracias por compartir tus experiencias. Abrazo.