¿No quieres o no puedes?
Si al momento de evaluar sus logros, no se siente satisfecho con los resultados, es un momento preciso para hacerse esta pregunta sencilla pero poderosa: ¿No quiere o no puede?
En procesos de coaching me he encontrado que cuando alguien abandona sus objetivos o tiene dificultades para cumplirlos, inevitablemente debe enfrentarse a esta incómoda pregunta.
"NO PODER" hacer algo está relacionado principalmente con las aptitudes y conocimientos. Cuando usted se hace consciente de esta brecha, el paso siguiente será analizar en qué necesita entrenarse. Los científicos han demostrado a través de numerosos experimentos, que el cerebro tiene neuroplasticidad y gracias a esta estupenda condición, queda descartada la idea de que las personas adultas dejan de aprender conforme avanza en edad. En pleno siglo XXI ya no es válida aquella justificación de “estoy muy viejo o muy grande para aprender”; si la persona tiene mentalidad de crecimiento y disciplina puede aprender lo que le guste y haga falta para suplir sus necesidades.
¿Dificultades económicas?, ¿El tiempo no le alcanza? He transitado ese camino más de una vez y le puedo decir con convicción que las personas que cultivan un buen círculo de apoyo, siempre tendrán la opción de pedir ayuda a un experto que los guíe en su camino de aprendizaje. Cuando hay ganas de aprender ni el dinero ni el tiempo son una limitación.
Por otro lado, "NO QUERER" hacer algo tiene mucho que ver con la actitud y los comportamientos con los que usted se para frente a la vida. Generalmente, lo que condiciona su forma de actuar está relacionado con la historia que usted viene construyendo en sus pensamientos, su estado emocional y sus motivaciones intrínsecas. Entonces, si hay un objetivo que aún no ha alcanzado, es importante preguntarse, ¿cuáles son las cosas que realmente lo entusiasman y lo movilizan?
Ciertamente, el éxito personal y profesional tienen su cuota de esfuerzo y dificultades, pero me temo que embarcarse en un plan de vida que no lo ilusiona o que se auto impuso por complacer las expectativas de terceros, no lo llevará a buen puerto y es muy probable que en el trayecto lo visiten el hastío y la frustración.
¿Cómo salir airoso de esto? Revise sus objetivos personales y profesionales, tome la decisión de cambiarlos o modificarlos si es necesario y hágase cargo de las consecuencias. Cuando usted se hace cargo se descartan justificaciones como: “yo no estaba de acuerdo”, “me obligaron”, “me sentí comprometido”, “esto no es lo que yo quería”. En este punto hay cambios que los decidirá por su cuenta y con otros necesitará generar conversaciones y negociaciones relevantes, pero en ningún caso usted volverá a tener una postura ajena frente a lo que ocurre en su propia vida.
Las personas normalmente asocian el cambio con malestar pero cuando usted ha hecho el ejercicio de indagar si sus puntos de insatisfacción provienen de su aptitud o de su actitud, contará con la informacion necesaria para redigirir con determinación su plan de desarrollo. Con este nivel de clariadad, este paso no será una molestia para usted sino un aliciente para cumplir los objetivos que realmente le importan.
Reflexión - Preparación y Acción.
"No es que algunas personas tengan fuerza de voluntad y otras no. Es que algunas personas están listas para cambiar y otras no" (James Gordon)
Jefe de Talento Humano | Jefe de Nómina | Administración de personal | Coordinador Administrativo & TH| Consultoría de Gestión en Recursos Humanos | Gestión de Contratación | Gestión del Sistema SUT, IESS|
2 añosDefinitivamente es así...Hacer una introspección y tomar decisiones que generen cambios para el bienestar y salud mental....
Hablemos de Comunicación e Inteligencia Emocional - Comunicadora, Locutora, Blogger, Podcaster - Licenciada en Marketing
3 añosQue buen tema Maria Conchita Figueroa
Líder en Gestión de Talento Humano
3 añosExcelente artículo Maria Conchita Figueroa