Rabiando certezas publicitarias

Nos repetimos y cantamos la misma canción. Me propongo buscar certezas, dar opiniones, enseñar la cabeza, sacar conclusiones y que al leerme no quede la idea de que esto ya lo sabía o lo que es peor: “otro más con el rollo”.

El primer objetivo de la publicidad es la venta, esto que parece más obvio que un trofeo Roland Garros en la vitrinas de Don Rafael,  nos tiene que llevar a una reflexión, o dos… La publicidad tiene mucho que ver con los comerciales, sí los departamentos de márquetin hicieran caso a los departamentos comerciales quizás otro gallo cantaría.

La única diferencia de un comercial y un publicista es que el comercial vende para uno muchas veces, mientras que el publicista lo hace para muchos pocas veces. Los departamentos comerciales están desaprovechados no se les utiliza en publicidad que yo sepa, el que gasta la suela es el que sabe.

Hay que vender con autenticidad, también parece obvio, pero el mercado está lleno de publicidades irreales, poco convincentes. La verdad genera anuncios potentes e impactantes. La razón de esto es que a los clientes hay que respetarlos, sino los respetas a largo plazo irá en tu contra. Mentir y exagerar es defraudar y perder crédito. Dicho esto, daré otra opinión personal: en ciertos anuncios se mezclan conceptos que no tienen nada que ver con lo anunciado que chirrían por ser demagógicos y no venir a cuento.

Mientras escribo aprendo, mis conclusiones intentan enraizar con lo que funcionó a alguno de los grandes publicistas actuales. Desechar lo que no funciona no es tarea baladí y hay mucho que no funciona, pero no deja de repetirse.

Si el objetivo es vender habla con los vendedores, si el objetivo es vender no mientas pues a largo plazo no venderás. Fuera demagogias baratas y ya iremos viendo lo que funciona y lo que no funciona.

Si estas reflexiones pueden ayudar a escribientes y publicistas miel sobre hojuelas. Quizás estas reflexiones te puedan parecer de una simplicidad apabullante, pero hay que empezar el edificio por los cimientos y la gente se olvida de estos principios o los contradice. Publicistas y marquetineros que no hablan con comerciales, anuncios exagerados e irreales, anuncios que cliquean nuestro cerebro con demagogias baratas. Si quieres optar a ser uno de los grandes y arrasar respeta estos principios, si lo saltas no tendrás el plus que se necesita.

Esto no es más que el principio para llegar a ese nivel hace falta más cosas, más píldoras, más certezas que iremos proporcionando.

Pio, pio que yo no he sido, mi labor es ser la voz de algunos grandes muy experimentados que sí están en ese 20% ganador, para estar en el restante 80% no es necesario seguir estas pistas.

Lo novedoso es ser conscientes de la relevancia que tuvieron estas ideas para los grandes. Si no se respetan estos principios es complicado generar anuncios y escritos de alto rendimiento.

Me despido replicando a Seur : “¿hasta dónde quieres llegar?” por ahí van los tiros que tiramos con rabia y en busca de certezas.