RAFAELA ES UNA FIERA
Te mete en la pantalla a vuelo de pájaro por el Duquesa, y al rato aterrizas con las garzas cubriendo el cielo mientras te recibe la densa humareda de la basura quemada. La ves allí con el pajón de niña que lleva meses sin peinar y los ojos rebosados de esperanza al encontrar un viejo calendario con la ilustración de su sueño de hogar feliz, su Neverland Dominicano, su Campo Encantado, hermoso, salido del cielo e instalado aquí. Te lleva a su barrio, una gran favela de cemento sin empañetar, bloques sobre bloques, zinc y alguna madera asomándose por la podredumbre de los techos. La humedad te da un abrazo caliente y picante salpicado por el sudor de su Padrastro y su Madre, vencidos por el sueño y el perico malo que se metieron. Ella vuelve a casa con el menudo que le pagan por recoger sacos de basura, labor que desempeña, sin detenerse cuando los niños de su edad se paran en la escuela a cantar el Himno Nacional.
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Capotillo abre sus fauces y te envenena con su aliento narcótico, soltándote una bocanada de yerba y tabaco príncipe. Te dejas llevar por ese laberinto de escenas que retratan la vida barrial, esa que te han contado a medias y que solo el valor de quienes se adentran en ella, puede sacarla y plasmarla en tus pupilas de ciudad. Rafaela crece de un salto por las escaleras, perseguida por los de la banda contraria, corre por las aceras rotas, y ocupadas por vendedores de ropa, fritura, droga y agua embotellada en patios cercanos. Llega jadeante a su trono en el escondite Crestazul, es la jefa, la marimacha, la faraona, una macorina que no se deja poner la mano tan fácil, y se la pone a cualquier hombre por más fuerte que sea. A trompá, puñaladas, plomazos y una habilidad felina para descubrir presas y asaltarlas con sus 3 cómplices. Aliados, hermanos de la desdicha que sueñan con dar el gran golpe y salir del barrio a mejor vida, a ese Campo Encantado que apareció en su niñez.
Así se convierte en nuestra Rosario Tijeras, una menor de ligas mayores en el atraco a mano armada con dos frentes abiertos por sus contrarios y la Policía Nacional. Manga los cuartos del pica-pollo que comparte con su ganga y el de la droga que se mete su Madre, vicio que apenas le deja algo para comer o comprarse panties. Traición, crudeza, violencia, suciedad, sexo, sangre, sudor, dolor y lágrimas, todo te lo sirve esta pieza del crimen latinoamericano en un trago amargo de barrialidad. Un baño de pueblo, en sus zonas marginadas, con romo, cerveza caliente, tiros, puñaladas y menores perreando con el dembow al compás. Es esa la real pobreza, una niña mujer que desde temprano empieza a sacar el sustento de su casa con las barbáricas jornadas de recolección de basura, y que luego se convierte en la más dura sacándole dinero a la calle a punta de pistola y puñal. Te rompe la burbuja en que vivimos y te sumerge en ese mundo de cañadas y desechos, bajo un cielo amarillo, gris, con noches negras sin estrellas, aguaceros que suben el nivel del agua estancada y esquinas enlodadas, pobremente iluminadas y pobladas de gente que te quiere matar o atracar. La poza natural que utilizan como balneario, bautiza los únicos momentos de paz antes de la tormenta de desacatos y desgracias que se avecina. Un Oasis en ese desierto donde te ataca la sed de oportunidades y moral. Una historia relatada con toda la irreverencia y crueldad para hacerse sentir, comprender y dejar en shock a quienes esperábamos un “aquí vamos de nuevo” del cine local. De esas que ameritan segundas veces y que pueden madurar con el tiempo para descansar en la respetable lista del cine de culto, con piezas que por más que se repitan, no dejarán de conmocionarnos con su gran final. Así que escoge el lugar de tu preferencia en la sala, y deja que Rafaela te lleve de manos por el vertedero, los callejones, y en su Pasola por las calles, la perdición, la corrupción policial, la criminalidad. Al final sabrás porqué su navaja puede quitar una vida o hacer que otra reclame con su llanto el lugar que le reservaron en su triste y cruda realidad.
Realizador
2 añosTagore Barba gracias por verla y externar tu parecer, muchas gracias Tagore. 🙌🏽🙏🏽
Postulados,dogmas y versos con rigor científico.Asombrada de las conexiones entre fe, ciencia y felicidad. Psicóloga Clínica acreditada que no es adicta a su aprobación.
2 añosApoyemos esta iniciativa tan descriptiva socialmente. Me gustaría ver qué tal la trama.