Pandemia en el Perú: Razones, negaciones, estrategia y sostenibilidad
En el mundo empresarial suelen existir especialistas en "gestión de expectativas" desde un perspectiva altamente pro-activa y del otro lado, hábiles personajes en "rehuir sus responsabilidades" suelen ser personas que cumplen el listado de tareas claves, pero también cuando las papas queman, suelen ser muy hábiles en identificar terceros en responsabilidades funcionales propias.
Algunas veces esto se confunde con la "política corporativa", pero ese concepto encierra una visión completamente diferente y orientada al buen gobierno de la empresa.
Una máxima en administración es "Se delega la autoridad, nunca la responsabilidad".
Según la posición de dominio, rehuir responsabilidades puede derrumbar la sostenibilidad. La crisis del 2008 evidencia el brutal impacto de negar la realidad y no hacer lo correcto.
En el reporte de la BBC, podemos observar causas y por ende responsabilidades en el Perú.
Cierto es que en la sociedad también hay responsables que aceleran el contagio, pero seamos claros. ¿Puede un gobierno convencer a la ciudadanía de hacer lo correcto, cuando el mismo gobierno rehuye su responsabilidad? No basta con expresar en genérico "hemos cometido errores" y acto seguido afirmar que "se viene haciendo mejor que los demás".
El gobierno peruano y la negación sistemática de sus errores, no hace otra cosa que confirmar el ser responsable y obstruir los cambios urgentes y radicales que necesitamos. En consecuencia dichas acciones no se dan o se manifiestan en una pobre ejecución, tan solo para cumplir el check list.
En la negación radica la raíz del problema y la ausencia de soluciones efectivas para frenar las curvas de la pandemia en el Perú.
Sus consecuencias van desde el tremendo dolor en perdida de vidas como a un nivel que pone en la cuerda floja nuestro futuro.
El impacto en vidas rebota en la sostenibilidad de la economía de cada familia peruana y de empresas de cualquier tamaño. Esto acarrea el tremendo riesgo potencial de quebrar los endebles cimientos de confianza en el estado.
Tapar el sol con un dedo no hace más que confirmar que el estado se comporta con fines de agendas políticas del gobernante de turno y genera esa terrible impresión de estar de espaldas a sus ciudadanos. Las consecuencias directas podemos todos imaginarlas, más aún ad-portas a un crítico proceso electoral
¡ Mundo empresarial y profesional del Perú, nos toca despertar, exigir y actuar con énfasis ... Guayaquil lo hizó !