Receta fácil para decir NO

Receta fácil para decir No:

1. Escucha la petición
2. Observa la reacción de tu cuerpo.
3. Sopesa el riesgo.
4. Actúa en consecuencia.

Si es no, es no. Los bebés lo saben.

Lo que pasa es que después aprendes. En casa. En la escuela. En los cuentos. En las películas.

Que lo que tú quieres no es importante. Que no tienes derecho a decir NO. Que la vida es peligrosa.

Y ahora aceptas. Aunque tu cuerpo proteste. O quizás porque ya no oyes sus protestas.

Te cuesta ponerte en primer lugar? Te sientes egoista? Culpable? Te sientes obligada? Te da pena la otra persona? La acabas poniendo a ella en primer lugar?

• Sufres exceso de empatía?
• Te sientes orgullosa de poder con todo?
• O quizás es miedo. A la reacción de la otra persona. A lo que te puede pasar a ti si dices NO?

Demasiados síes pueden llevarte al burn-out. Lo sabes.

Demasiados síes a tareas de office housekeeping, de esas que nos piden más a las mueres, pueden estancar tu carrera profesional. Lo sabes.

Finalmente dices NO. Porque has aprendido un par de técnicas. O porque ya no puedes más.

Y tu voz te delata, tu lenguaje corporal te traiciona. Y la persona que tienes delante sabe que el SÍ está al caer. Que sólo tiene que insistir.

Acabas cansada, descontenta y malhumorada. Y, si eres mujer, con fama de difícil.

Para que funcione no es tanto lo que dices como desde donde lo dices.

La seguridad que desprendes cuando crees en tu derecho a decir NO.

Cuando conectas con tus emociones. Cuando sientes que lo que tú quieres es importante. Cuando respetas tus deseos. Cuando te pones en el centro. Cuando armonizas mente y corazón.

Podemos desaprender.

Lo vimos el martes en directo en Lidera con tus Emociones un círculo de  Lean In Barcelona .

Gracias a todas las asistentes por vuestra implicación.

P.D. No todos los interlocutores son iguales. En caso difícil añade una dosis de simpatía. Que se opere Pablo!