Reciclar el agua como parte de la Transformación Ecológica

De pequeño, llegué a ir con mi padre a la Presa Madín a pescar. Esta
presa es punto de reunión para aves migratorias y la cantidad de áreas verdes
brindaba en conjunto un hermoso paisaje.
Ahora, la presa está en sus niveles más bajos jamás visto, además de 
que almacena agua cada vez más contaminada, o en concentraciones superiores a
las que afectan la vida de los seres vivos. ¿Hay culpables?
De alguna manera, tanto los ciudadanos como la sociedad, empresas y gobierno,
tenemos responsabilidad: por no haber trabajado en conjunto, por no haber
exigido un cuidado del ambiente, por no haber cambiado nuestra forma de vida o
de producción.
Por fortuna, la situación está cambiando. El Barómetro de la Transformación
Ecológica muestra que 6 de cada 10 mexicanos dicen estar dispuestos a aceptar
el 95% de los cambios que implicarían las soluciones ecológicas.
¿Qué tipo de cambios?
• Comer alimentos procedentes de agricultura que utiliza agua reciclada.
• Pagar el metro cúbico de agua un poco más caro para fomentar la
reutilización de aguas residuales
• O incluso beber agua potable a partir del tratamiento de aguas residuales.
Cualquiera de estas acciones implica a todos los miembros de la sociedad, pero
quiero centrarme en el sector en el que más puedo aportar: el industrial.
En el mejor de los casos, estamos acostumbrados a reutilizar el agua: utilizar el
recurso hídrico resultante de procesos para los servicios o para el riego de áreas
verdes. En casa, utilizar el agua que cae de la regadera para lavar pisos. Esto se
conoce como reúso directo.
Existe otra parte que se descarga en los cuerpos receptores (ríos, lagos, mares) y
después vuelve a utilizarse, lo que llamaríamos como reúso indirecto. Para ello,
el agua debe cumplir con las reglas establecidas por la NOM-001-2021-
SEMARNAT, lo cual asegura que sus concentraciones de sales, metales pesados,
sólidos suspendidos y elementos como el fósforo y nitrógeno, así como su
temperatura, no dañará al ecosistema.
Tratamientos como la ultrafiltración, la evaporación y cristalización, la ósmosis o
electrodiálisis inversas y tecnología de biorreactores de membrana (MBR)
permiten conseguir estos resultados.


Ahora bien, el siguiente nivel sería el reciclaje: regresar el agua a su condición
original. ¿Qué implica esto? Un tratamiento que permita incluso volver a infiltrarla
en los mantos acuíferos y pasar por un proceso de potabilización.
En estos casos, se pueden combinar los tratamientos antes mencionados e incluir
tecnología UV o de Ozono.
Cualquiera que sea la elección, no debemos olvidar que el foco es transformar
nuestro entorno, hacerlo más habitable y sostenible para nosotros mismos y las
futuras generaciones.
En Veolia Water Technologies & Solutions queremos trabajar con las empresas e
industrias a alcanzar sus objetivos de eficiencia y de sostenibilidad. No dudes en
contactar conmigo para lograrlo.