Reconstruyendo una ciudad
¿Te acuerdas del terremoto que asolo Nueva Zelanda en el 2011?
Pues el centro histórico de Christchurch ha tomado acción para que no vuelva a pasar.
¿Cómo?
Empleando el acero.
El terremoto que sacudió Christchurch, no tuvo precedentes en su impacto. 10.000 edificios fueron demolidos y los sistemas de agua, energía, comunicaciones y transporte quedaron devastados. Esto provoco que el centro de la ciudad permaneciera cerrado durante 2 años.
Una década después, se ha recuperado el núcleo histórico, la infraestructura de esta ciudad, requirió de una reconstrucción completa.
La mayor parte de la nueva Chirstchurch se encuentra construida con vidrio y acero.
El acero permite que gracias a su modelado 3D BIM se pueda dibujar en cualquier lugar del mundo un edificio o proyecto y construirlo en otro emplazamiento encajando perfectamente en el sitio. El acero permite que todas las piezas se acoplen sin margen a error.
¿Además, qué ventaja más brinda el acero a una situación con riesgo de sismos?
Gracias a la ductibilidad de este material, permite ofrecer estructuras más segura, ya que disipan la energía de las ondas sísmicas. Además, por la ley de la inercia, cuanto más ligero sea un edificio, menos fuerza ejercerán las ondas sísmicas sobre él. Aquí radica la importa de construir los edificios altos con materiales ligeros, como el acero.
Un edificio de acero con varios pisos es entre un 60 a un 70% más liviano y 10 veces más fuerte que las edificaciones de hormigón del mismo tamaño.