Redefinamos la productividad en nuestra nueva normalidad

El coronavirus ha hecho que millones de personas alrededor del mundo caigan en cuenta de que nada puede estar por encima de la salud y el bienestar. Tanto así, que expertos consideran que la pandemia nos ha llevado a replantear nuestro manejo del tiempo, así como a reevaluar nuestro concepto de productividad.

La nueva normalidad nos ha hecho revisar la manera en la que trabajamos, porque seamos sinceros: necesitábamos bajarle un poco a la velocidad tan abrupta que traíamos. Si queremos mantener una vida más balanceada y sin caer en el cansancio extremo, es recomendable:

1.    Redefinir nuestros límites: creo que esta ha sido una de las concepciones que más he repetido siempre que tengo oportunidad. Nos quemamos porque nos enfocamos en hacer más de lo que nuestro cuerpo y nuestra mente deben.

No es lo mismo trasnocharse por una situación específica, que hacerlo de manera continua. Mucho cuidado, porque esto puede marcar la diferencia que nos permita vivir de manera sana.

2.    Replantea tus horarios de trabajo: ya no se trata de vivir atados a un horario de oficina, con una cantidad exacta de tareas por cumplir. Eso quedó en la prehistoria. Ahora, con esta nueva normalidad nos toca ser más flexibles que nunca, reajustarnos al momento y no intentar que el momento se adapte a nosotros.

El mundo no se va a acabar porque empieces tu trabajo a una hora distinta a la que regularmente lo haces. Las grandes organizaciones están readaptando su pensamiento a trabajar pensando en objetivos y no en cumplimientos de horario. Lo importante es cumplir.

3.     Ser realista con nuestras fechas límites: todos tenemos vidas personales completamente diferentes, y ahora que los límites entre el hogar y el trabajo parecen haberse borrado, debemos ser más comprensivos que nunca.

Todos tenemos necesidades y ritmos completamente diferentes. Mi buen amigo Carl Honoré suele hablar incluso de hacer una “Not to do list” en nuestras agendas, para no ahogarnos de trabajo con aquello que no es tan urgente como pensamos.

4.    Si queremos ser productivos, seamos conscientes: una mente que no está enfocada, no podrá crear ni hacer lo que necesita en el momento que debe.

Antes de iniciar tu día laboral, tómate cinco minutos en los que vas a sentarte en tu escritorio única y exclusivamente a ser y sentir. Siente la silla en la que estás, la textura de tu escritorio, escucha con atención los sonidos que hay a tu alrededor, percibe incluso si hay alguna fragancia en el ambiente. Este ejercicio corto ayudará a tu mente en lo que está pasando en el aquí y el ahora.

5.    Recuerda ser tu prioridad: nos hemos acostumbrado a poner a todos por encima de nosotros.  ¿Pero cómo van a estar bien las personas que cuidamos si nosotros, quienes vemos por ellos, no estamos bien? Es como pedirle al doctor que estando enfermo, sane al paciente.

Vela por tu bienestar, disfruta de los momentos libres que tengas, lee y estimula tu aprendizaje, ya que en la medida en que vivas más contento o contenta contigo y sin estrés, todos a tu alrededor estarán mejor.

 Aprendamos a vivir bajo los nuevos preceptos de la nueva normalidad y veamos lo positivo dentro de la crisis. Allí está el verdadero aprendizaje.

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