Reflexión
He contado mis años y descubro que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que todo lo que viví hasta ahora. Sí, me siento como aquel niño que se ganó un paquete de 'chuches'; los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente. Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, donde se forjan normas moldeando procedimientos y reglamentos internos y yo sabiendo, por dentro y de antemano, que no se va a lograr nada...Ya no tengo hueco para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad y apariencia, no han crecido o que maduraron ya pochos; porque pienso y creo que mi tiempo es escaso como para discutir títulos y elogios, pelear por creencias sin base, fes asentadas en sinrazones o leyes inculcadas por individuos dudosos, de esos que, al hablar, creen convencidos que sientan cátedra...No, no quiero golpecitos en la espalda, ánimos falsos, ni paraísos con bombones caducos, tan sólo quiero la esencia de lo que considero palpable; porque mi alma tiene prisa ante lo imparable y, por ello, quiero que el tiempo restante transcurra sin muchos dulces amargos o sin aquellos caramelos rancios encajados en un suntuoso paquete envuelto en un roñoso celofán mate…Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana; de gente que sabe reírse de sus errores; de esa gente que no se avergüenza de sus adversidades o de su ignorancia innata y que no se envanezca con sus triunfos; de esa gente que no se considere electa antes de la hora; gente que no huya de sus miedos, de sus obligaciones, ni de sus responsabilidades; gente que defienda la dignidad y que desee tan sólo andar paseando orgulloso por la vida, serena y dado de la mano de la verdad y de la honradez.Seré raro, posiblemente anormal, pero a mí sólo me atrae lo que es trascendente, huyendo de banalidades y cosas hueras; porque aquello que considero como esencial es lo que siempre me ha hecho pensar que la vida valga la pena... Y si se le añade humor, mejor todavía porque, para mí, no hay nada mejor que reírse por dentro y por fuera, y hasta de uno mismo. Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas… ajuntarme con gente humilde, con personas a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma...Sí, es cierto, para qué engañarnos, tengo ansias y cierta prisa…, sobre todo tengo prisa por vivir con esa intensidad que sólo la edad puede dar.Tan sólo pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces buenos que me quedan, porque tengo la seguridad que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido. Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con todos mis allegados, mis seres queridos y, sobre todo, con mi conciencia propia y no con la de los demás. Ah, por cierto , es verdad que tenemos dos vidas, pero la segunda comienza cuando te das cuenta de que sólo tienes una... Estoy en busqueda activa de nuevos proyectos laborales...