Reflexión sobre la reactivación económica
En las últimas semanas, la conversación sobre Covid-19 no ha girado en torno a la cantidad de infectados o de descesos. Ahora, a excepción de algunos países de Europa, donde la cantidad de contagios vuelve a aumentar, la conversación se enfoca en la reactivación económica. En regresar a un semblante de la vida que conocíamos antes.
Aunque en cierta forma, era inevitable, pues los países no pueden parar del todo sin graves consecuencias sociales y económicas, existen ciertos factores que todo negocio, sin importar su tamaño, debe considerar durante este periodo de reapertura.
Priorizar la salud y bienestar debe ir por encima de las ganancias monetarias, puesto que si se perdiera, atentaría contra cualquier ganancia futura. Evitar las aglomeraciones de personas en los espacios de trabajo será importante, pues si los asistentes presentan síntomas, pondrán a todos sus compañeros en riesgo, y a la continuidad del negocio.
Reducir estas oportunidades de contagio sigue siendo indispensable. Está claro que estos 7 meses nos han concienciado como sociedad a tomar las precauciones necesarias sin perder el foco de la necesidad de la supervivencia económica. Es claro que puede llegar a generar estrés, y generar un sobrecosto a las instituciones y comercios la implementación de medidas estrictas de higiene, la alternativa de no generar ingresos es impensable.
Mientras avanzamos hacia esta nueva normalidad, no bajemos la guardia. Una onza de prevención vale por una tonelada de cura.