Reflexiones desde Rosario

Queridos lectores,

Hoy quiero compartirles una experiencia maravillosa que viví recientemente en Rosario, donde tuve el honor de participar en el 9° Congreso Funcionalmente de Neurociencia, Liderazgo y Coaching, organizado por Carlos Sosa y Asociados.

Me encontré con un auditorio de más de 700 personas, en un evento verdaderamente federal, con asistentes provenientes de casi diez provincias. Lo que más me impactó fue la energía y el compromiso de esta audiencia: muchas personas contaban con asistencia perfecta al congreso, un reflejo de su pasión por aprender, crecer y transformar sus vidas.

Tuve el privilegio de compartir escenario con speakers diversos, cada uno con su propio estilo, pero todos unidos por la misma convicción: transmitir nuestro propósito de impactar positivamente la vida de las personas. Me encantó que entre los speakers estuvieron dos médicos que, desde una sólida base científica, reforzaron conceptos clave sobre el bienestar. Nos invitaron a repensar el bienestar no solo como un estado, sino como un bien lograr, y recordaron que nuestro cuerpo es nuestra interfaz con el mundo exterior, un vehículo fundamental para vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás.

Durante mi tiempo allí, no solo aprendí muchísimo, sino que también me divertí y me llené de inspiración. Esa energía colectiva, esa curiosidad por explorar nuevas ideas y llevarlas a la práctica, me recordó lo poderoso que es conectar con otros en espacios que promueven el desarrollo y el liderazgo.

Estos encuentros reafirman mi propósito de acompañar a las personas y organizaciones en su camino hacia el desbloqueo de su potencial. Me llevo de Rosario el recordatorio de que, sin importar cuán diferentes sean nuestras trayectorias o puntos de partida, siempre hay algo que aprender del otro.

La invitación hoy es a reflexionar sobre qué espacios nos llenan de energía y nos inspiran a ser mejores. ¿Dónde encontrás vos esa chispa que te motiva a seguir creciendo?

La invitación es a #DejarHuella

Con cariño, Cecilia Giordano