Reflexiones sobre la situacion en Venezuela (I)

Mucho se ha hablado en los últimos meses de Venezuela y mucho se ha dicho, se han predicho escenarios y se ha opinado con relación a la legitimidad y legalidad de Juan Guaidó como Presidente encargado, a todo esto se le suma los recientes acontecimientos del 30 de abril, cuya imagen inicial era un video de Guaidó explicando el comienzo de la fase final de la Operación Libertad con el dirigente Leopoldo López, liberado, y explicando que se estaba produciendo un levantamiento militar mientras pedía al pueblo salir a la calle para la fase final de dicha operación.

Antes de analizar este hecho aun en curso, me permito expresar algunas ideas al respecto, no solo por mi formación académica y profesional, sino porque soy venezolano, y creo que en algunos análisis hay o mucha pasión o mucho desconocimiento de la compleja situación de Venezuela. 

Ser ecuánime e imparcial cuando se habla de la situación de Venezuela es muy difícil, sobre todo, cuando a pesar de estar en el exterior, tienes familia allí y te toca oírles decir “estamos bien” pero cuando indagas descubres que no tienen luz, que tienen semanas sin comer pollo o carne, que la leche que han conseguido no es buena, que hoy llegó el agua luego de 6 días pero solo por unas horas, que a fulana la robaron y por poco la matan, o el que el padre de menganita murió porque no consiguieron la medicina. Es difícil no caer presa de la rabia cuando tienes que hacerle un paquete a tu Madre para enviarle, pasta de diente, compresas, champú, atún en lata (un lujo), café, o leche en polvo. Pero trataré de ser objetivo.

Hablar sin conocimiento de causa y más aún posicionarse

El 20 de febrero, mientras veía el telediario tuve un ataque rabia al ver al diputado de Podemos Diego Cañamero entrar a la Congreso de los Diputados con una camiseta donde se leía “Yo con Maduro”, ¿se puede ser tan cara dura? Leyendo un poco sobre el diputado no encontré que haya vivido en los últimos 20 años, quizás haya ido pero si fue de visita estoy seguro que poco habrá visto de la realidad en Venezuela, de visitas oficiales conozco y sé que los mas importante es que el invitado se lleve la” mejor impresión” pero sobre todo que vea lo que al gobierno que invita le interesa.

En una de las concentraciones que se han hecho en Madrid en apoyo a las protestas en Venezuela, me toco oír a miembros del Partido Comunista de España y de organizaciones de izquierda, llamar a los asistentes “oligarcas, estar a favor de Trump y de traicionar a la Patria” entre otros calificativos, todos con un marcado acento español y al menos con los dos o tres con quienes intente conversar no han visitado Venezuela, pero eso sí ante mis otras preguntas solo gritos y descalificativos.

Para ambos casos solo puedo decir: que es mejor no opinar de lo que no se conoce, que en el caso del Sr. Cañamero, no le pago (Sí, le pago, porque pago impuestos, porque trabajo legal y de mi nómina se descuenta cada mes lo que se tengan que descontar por ley) para que se posicione con un régimen que ha obligado, según datos del ACNUR, a mas de 2 millones de venezolanos a emigrar (entre ellos familia y amigos míos) de igual manera, me gustaría que fuesen a Venezuela de visita al menos, y puedan ver y vivir lo que millones de venezolanos deben enfrentar cada día, ah y me digan que no es culpa del bloqueo de Estados Unidos, no, es culpa de la corrupción esa que parece que os molesta en el caso de Partido Popular pero que es aceptable en el caso del gobierno de Chávez y Maduro.

Finalmente y sobre este punto, me gustaría dar un consejo a todas las personas de izquierda que defienden a Maduro, en primer lugar lo que está pasando en Venezuela NO es solo un problema ideológico es más complejo que eso, y lo segundo es que reflexionen acerca del hecho de que nada ni nadie ha hecho más daño a los movimientos progresistas del mundo que el socialismo del siglo XXI de Chávez y Maduro.

La situación actual de Venezuela no se gesto solo con Maduro

Analizar lo que pasa en Venezuela partiendo del año 2013 no permite entender como se ha llegado a este estado de deterioro, político, económico y social.

Toda la crisis institucional, el despilfarro y la impunidad ante la corrupción ya existía con Chávez, no obstante el impacto social no se sentían con tanta fuerza, dada las condiciones de la economía basada en los altos precios del petróleo, y un excedente que lejos de ser invertido fue a parar a manos de unos pocos “enchufados” llegando incluso a crear una nueva clases “los boliburgueses”.

Las misiones sociales lejos de concientizar “al nuevo hombre” de su papel en la “reconstrucción” de un nuevo país lo llevó a acostumbrarse a la idea de que todo se le debería de dar porque era su "derecho” porque había una deuda social que el Estado tenía para con él y era hora de ser saldada, pero nadie le mencionó que el pago de esa deuda era transitorio y que esa ayuda poco a poco debía desaparecer porque su función era formarle para que integrase el aparato productivo del país. Nadie se la mencionó porque hacerlo dependiente era y es una estrategia política de sumisión y control del pueblo.

Lenguaje en política y poder absoluto

Una de las primeras alarmas que debió de saltar a nivel nacional e internacional, era el lenguaje político con el que Chávez ya consolidado en el poder (tras haber “refundado la República” con una nueva constitución, nuevo nombre de país y nuevas alianzas), utilizaba en sus discursos tu adversario era para Chavez sus enemigos, y en política tu opositor no es tu enemigo, porque la política debería ser contraria a la guerra y al conflicto, aunque una mala política a veces tenga como consecuencia precisamente los conflictos. Descalificar a tu adversario, ofendiendo e insultando puede que mediáticamente genere empatía con tus votantes pero aleja la posibilidad de diálogo y rompe los puentes, clave para la resolución de desaveniencias. Chávez hizo de la política un campo de guerra, quizás por su formación militar o quizás de manera intencional, los venezolanos somos muy pasionales y conectamos con las emociones.

Otro de los efectos negativos para un sistema democrático es la falta de oposición, en la historia hay innumerables ejemplos del daño que causa el poder absoluto en una Nación, Venezuela no fue la excepción. Chávez fue poco a poco haciéndose con el poder absoluto de la Asamblea Nacional (Parlamento- y poder legislativo) y en consecuencia del resto de poderes (Venezuela tiene 5 Poderes Públicos: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral y Electoral, los miembros de los tres últimos son designados por mandato constitucional por el poder Legislativo). A los errores de la fragmentada oposición sumamos las dádivas sociales que se repartían, el crecimiento de las cifras de funcionarios públicos “casados con el régimen” y la manipulación del sistema electoral (tecnificado pero con pocas auditorias y observación internacional), todo esto construyó un escenario de total control por parte de Chávez y su partido.

La falta de oposición y la apatía generalizada de la población (solo parecía que la era la clase media la única que participaba en marchas y protestas), dio a Chávez carta blanca de construir un sistema de poder absoluto basado en él como único líder. Su inesperada muerte generó una crisis que abrió la caja de Pandora de la que aun escapan males.

La Censura de los medios

El poder de la información es incuestionable, ya desde la época romana Cicerón con sus disertaciones era tan peligroso como cualquier general con ejército. Había que silenciar los medios críticos, de esta manera en el 2007 y con la antesala de la aprobación en el 2004 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Ley RESORTE o mejor conocida como Ley Mordaza), el principal canal de Televisión en Venezuela RCTV salió del aire y con el algunas emisoras de radio.

La democracia es algo más que salir a votar (el voto ha sido sobre valorado desde mi punto de vista), que se vote más veces no hace a un gobierno más democrático (hacer creer esto conviene a muchos), la democracia también es alternabilidad del poder, independencia de poderes públicos, libertad de expresión y comunicación; de esto último Venezuela adolece. Manipular la información pero sobre todo mantener desinformada a la población constituyó una línea de gobierno de Chávez y que Maduro intensificó, por ello saca del aire a más emisoras de radio e incluso prohibiendo canales de televisión internacional como CNN, BBC Mundo, Antena 3, Radio Caracol, y propicia la salida de circulación de unos de los principales diarios impresos venezolanos El Nacional, que deja de imprimir prensa por no poder obtener divisas -que deben ser autorizada por el gobierno- para la compra de papel para la impresión en rotativas, ello como medida de castigo por su marcada línea opositora.

No en vano las redes sociales se han convertido en las principales fuentes de información de los venezolanos, para bien y para mal porque la veracidad de mucho cuanto se comparte en las redes está en entredicho, todo ello a pesar de tener el internet más lento de América Latina, y de los constantes apagones de luz (ya el pasado 8 de febrero el mismo Maduro tuvo una cucharada de su eficiencia energética al quedar sin servicio eléctrico en plena cadena nacional). Las redes sociales han jugado un papel importante en la difusión de la información por parte de la oposición y de la sociedad civil, cubriendo el vacío dejado por los medios de comunicación nacionales que bajo el miedo de ser cerrados no informan acerca de los problemas del país.

Juan Guaidó de Presidente de la Asamblea Nacional a Presidente Encargado

Juan Guaidó, que desde diciembre de 2018 era el Presidente de la Asamblea Nacional, asumió como Presidente Encargado de la República Bolivariana de Venezuela el 23 de enero de 2019, a Nicolás Maduro se le había vencido su período Presidencial (2013-2019) el 9 de enero de este año. Estos hechos se suceden en el marco de una grave crisis económica y escacez de alimentos y medicamentos.

La reelección de Maduro había sido declarada fraudulenta, las votaciones de reelección se produjo sin presencia de observadores internacionales, sin la participación de los principales partidos de la oposición algunos declarados ilegales, bajo el arbitraje de un Consejo Nacional Electoral con directivas nombradas por un órgano no autorizado para ello, con una bajísima participación entre 25-30 % del padrón electoral, y bajo la sombra de la denuncia por parte de uno de los directivos de Smartmatic (la empresa encargada del proceso de voto electrónico en Venezuela) de manipulación de los resultados. A lo anterior se suma que la mayor parte de la Comunidad Internacional desconoció la irregularidad de este proceso electoral y por lo tanto la ilegalidad de Maduro como Presidente reelegido. 

Al considerarse Ilegal la nueva presidencia de Maduro, por ser ilegal su reelección, y amparado en el artículo 233 de la Constitución Nacional que establece que en caso de vacío de poder (ausencia total o parcial del Presidente) debe asumir la presidencia interina el Presidente de la Asamblea Nacional que para ese momento era Juan Guaidó, por eso una de las primeros aspectos a aclarar es lo erróneo de llamar autoproclamado a Juan Guaidó.

El capítulo de la transición en Venezuela se esta escribiendo de manera inexorable, y sobre el hablare en otro post, considerando como es debido todos los actores nacionales e internacionales y el papel de Venezuela en la geopolítica mundial.