REFORMA JUDICIAL EN PUERTA 2019-2020
El Senado de la República promueve una reforma judicial avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Consejo de la Judicatura y varias organizaciones civiles interesadas en el tema. El gran ausente son los poderes judiciales locales de las entidades federativas. Como si no fueran parte de la sinápsis que se da entre los poderes judiciales locales y la Federación. Creo que tendrían mucho que aportar y, a su vez, reformarse ellos también porque de que tienen cosas que mejorar, de eso no hay duda.
I.- Primera cosa a reformar: La forma como se elige a los ministros de la Corte. En la actualidad el proceso de nombramiento es de una pobreza institucional que preocupa mucho por la salud institucional que un nombramiento como estos conlleva. Se sugiere que los candidatos deban de ser investigados por la Unidad de Inteligancia Financiera de la SHCP por los últimos 20 años de su actividad profesional y personal.. Investigar todas las operaciones financiera de un candidato es imprescindible para garantizar la limpieza y probidad de su conducta. Algo así hace el FBI en tratándose de los candidados a este puesto en los EEUU.
Segunda cosa: La opinión de las barras de abogados y universidades más prestigiadas del país que pueden proponer candidatos bajo criterios de capacidad, probidad, experiencia y buena fama en el gremio. La opinión fundada de estas organizaciones será vinculante acatarlas y tomarlas en consideración por el Senado de la República.
Tercera cosa a considerar: Si el candidato proviene del poder judicial, el examen de las resoluciones en donde ha participado por lo menos durante los últimos cinco años. Es importante coocer los criterios del candidato en los temas en que le ha tocado participar. Si viene del sector académico, imprescindible será conocer toda su trayectoria en la actividad: ponencias, ensayos, publicaciones en libros y revistas, fama pública, etc.
Cuarta cosa: La comparecencia ante el Senado de la República donde el candidato será sometido a un exhaustivo examen de su trayectoria profesional y de su probidad en el número de ocasiones que sea necesario.
Quinto cosa a considerar: Un candidato deberá tener un conocimiento a profundidad de otros idiomas, sobre todo del inglés. No concibo un candidato que sea monolingue en nuestros tiempos. Un examen del idioma no saldría sobrando.
Sexta cosa a considerar: El periodo para ejercer el cargo. Actualmente es de 15 años, la reforma lo quiere reducir a ocho. Propongo de 10. Con esto el nombramiento será transexenal y evitará, en la medida lo posible, que haya candidatos con consignas.
II.- El conocido grado de nepotismo que existe en el Poder Judicial Federal. Esta práctica se debe de eliminar y crear los mecanismos para que no se repita en ninguna parte del país. Las sanciones en el futuro por esta práctica deben de ser ejemplares.
III.- El Consejo de la Judicatura requiere de una depuración a fondo. El manejo de los recursos materiales, financieros y humanos del Poder Judicial Federal debe de ser escrupuloso, transparente y eficaz. El manejo de las convocatorias para el nombramiento de jueces y magistrados ha sido deficiente, opaco y poco confiable. Hay malestar por esto en el personal judicial. Hay que corregirlo de inmediato.
IV.- Juicio de amparo y derechos humanos. Con todas las bondades que tiene nuestro juicio de amparo, todavía es formalista, muy técnico y lejos del alcance de la gran mayoría de la población. Hay que trasnformarlo en un medio de control constitucional más accesible para la población. Hay ejemplos en otros países que merecen de ser estudiados y, en su caso, adaptados al contexto mexicano. Jueces y magistrados deben de introyectar y grabrse muy bien en su mente que los derechos humanos no son retórica de seminarios, y conferencias sino drama cotidiano en cada lugar de México, y que su misón es defenderlos, protegerlos, promoverlos e impulsarlos.
V.- Código Penal Nacional urge su diseño, aprobación e implementación. La trata de blancas no puede ser diferente su tipo en cada estado. El combate de los malos tiene que tener instrumentos que coadyuven a la administración de justicia. El código nacional de procedimientos familiares y civiles es la fecha que no lo acaban de promulgar. Urge hacerlo. Un gran porcentaje de los asuntos que se ventilan en los tribunales en el país aplican normas relativas a estas materias.
VI.- La justicia local requiere de una reforma de raiz. Ya que estamos con aires reformistas, involuvremos a los poderes judiciales locales para esa grantransformación que necesita este país. No solo en materia penal sino en las materias que más afectan a los mexicanos, la civil y la familiar. Sin menosprecio de las otras ramas.
VII.- Asegurar constitucionalmente que el Poder Judicial tenga los recursos financieros necesarios para cumplir con su importante misión. No basta la buena voluntad de jueces y magistrados, sin recursos no hay justicia y menos equidad.