Reinventarse es más común de lo que piensas

Cargué por muchos años con el sesgo de creer que mi profesión me define. Tengo el remordimiento de ser un comunicador y relacionista público, con experiencia en marketing y mucha inclinación a la innovación, el upskilling y el talento.

Menuda mezcolanza.

En los tiempos de mis padres te quedabas con un oficio hasta el final. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho.

El profesor Sawhney de Kellogg USA cuenta que todos los años su maestro Phillip Kotler le pregunta qué hay de nuevo en el mercado para ponerse al día y sumarse a las tendencias.

Burnett y Evans, nada menos que directores del Instituto de Diseño de Vida de Standford promueven que diseñes tu vida línea con tus valores y que te atrevas a “iterar” tu carrera con toda tranquilidad.

Sería muy injusto privarte y privar al mundo de tus talentos. Ya pasaron los tiempos de anclarse en un solo lugar o una sola especialidad.

Vivimos la era de las habilidades en forma de M. Es decir, con más de una especialidad profunda. Me atrevo a decir que la M es infinita (MMMMM), porque el tiempo añade capas de especialidad.

No te sientas mal si te alejas de tu centro. Reinventarse es más común de lo que piensas.

Algunos errores que es mejor evitar:

• Escuchar a los demás sin hacerte el tiempo a solas para preguntarse qué quieres tú y cuáles son tus valores.
• Olvidar que la riqueza están en la intersección de las especialidades.
• Creer que una especialidad está compuesta por contactos o aprendizajes superficiales. Malcom Gladwell habla de las 10 mil horas para alcanzar el dominio.