Renuncia Silenciosa, el veneno de pequeñas dosis que puede matar el Bienestar Organizacional

La Renuncia Silenciosa se produce cuando en una organización, los colaboradores realizan el mínimo esfuerzo en sus tareas cotidianas porque están desconectados de sus objetivos laborales, no están motivados y por lo tanto su productividad y aporte cae notablemente. Este comportamiento, además de afectar el rendimiento de los equipos y la organización, suele tener un efecto negativo en los demás colaboradores impactando en el clima laboral y en las relaciones entre compañeros, también fomenta el ausentismo y la fuga de talentos.

En una encuesta de la Guía del Mercado Laboral de 2023  realizada por Hays , el 61% de los profesionales afirman sentirse desmotivados en su actual empleo, lo que es una foto de lo que está sucediendo en las organizaciones actualmente.

Pero ¿por qué se produce este fenómeno cada vez más común?, hay varias razones, pero te comparto algunas:

Liderazgo  deficiente que no genera una comunicación efectiva con sus colaboradores y/o equipos de trabajo ya que no propicia un contexto de confianza donde las ideas de todos sean valoradas ni dan feedback constructivo, lo que provoca que los empleados no se sientan reconocidos o no sepan realmente si su desempeño está alineado con los objetivos de la empresa.

Falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional, esto provoca que el colaborador no sienta que su compromiso y esfuerzo por progresar o dar un extra, esté acompañado por la organización.

Mala gestión de conflictos entre equipos o departamentos de trabajo. Este sin dudas es un factor relevante ya que tarde o temprano genera un ambiente laboral hostil que luego es difícil de revertir, muchas veces consecuencia de la percepción de que el trabajo y las responsabilidades no se distribuyen de manera justa entre ellos.

Ahora ¿Cuáles pueden ser algunas de las estrategias efectivas para revertir este fenómeno?

Invertir en formación en Liderazgo, capacitar a los líderes en habilidades de gestión de equipos (incluso la distribución equitativa de las cargas de tareas), manejo efectivo de conflictos, comunicación efectiva y habilidades blandas. Promover una cultura de feedback continuo y constructivo.

Ambiente de Trabajo Positivo, establecer una cultura de reconocimiento y salario emocional (oportunidades de desarrollo profesional, días off, horario flexible, tratando de que sean coherentes con los intereses del colaborador) al igual que las recompensas remuneradas (que reflejen expectativas realistas y alcanzables).

Fomentar proyectos Desafiantes,  proyectos que permitan a los empleados aprender y crecer, poder expandir sus habilidades libremente ya que muchas veces los colaboradores se sienten infravalorados y esta sensación a largo plazo genera frustración y desconexión.

Mejorar la comunicación interna,  que refleje realmente una comunicación clara y concreta sobre la dirección y los objetivos de la empresa, de cada departamento y de los equipos de trabajo, para no generar expectativas erróneas. Que sea un canal dinámico y simple, no abrumador, con información de calidad.

Implementar estrategias prácticas, encuestas de clima Laboral de calidad (donde se quiera ver lo que sucede realmente para accionar cambios de valor), reuniones personalizadas entre los colaboradores y sus supervisores para tratar temas de bienestar, objetivos, intereses, propuestas y preocupaciones. Realizar actividades que se centren en el bienestar y desarrollo profesional dentro de la empresa. Tener en cuenta que el Bienestar Organizacional es vital para el rendimiento positivo, la motivación y la conexión con la empresa y que de no poner foco en él se  puede ver afectada la salud organizacional que indefectiblemente generará a corto o largo plazo la renuncia silenciosa o la fuga de talentos.

Te ha sucedido?

María Clara López

Coach Transformacional