Reportaje al Presidente de Bolivia, Luis Arce: "La izquierda sabe manejar la economía"

Realmente una entrevista complicada, y que como siempre ocurre cuando se contradice a un político con poder, puede traerme consecuencias. Sin embargo, mi madre me enseñó que la verdad no ofende, sino defiende. Y en este caso, busqué manejar hechos concretos y argumentos poderosos, para entrevistar a un mandatario que parece pensar y hablar acerca de un país que no existe. O bien, la realidad del país es muy distinta a lo que sale de su boca.

Pedro Cabrera: Presidente Arce, ayer, cuando reunió a sus seguidores en la Plaza Murillo, comentó que la izquierda sabe manejar la economía. ¿Puede aclarar eso? Porque la realidad económica de Bolivia, manejada por la filosofía de izquierda, y me imagino su mano izquierda, no concuerdan con el comentario que hizo.

Presidente Luis Arce: Claro que puedo aclararlo, Pedro. Mira, el manejo de la economía bajo la izquierda es un arte superior, que combina ciencia, conciencia y resistencia. Lo que ocurre es que el pueblo no siempre puede entender las complejidades de nuestras estrategias visionarias. En Bolivia, hemos implementado medidas revolucionarias que, aunque parecen contradictorias para los ojos neoliberales, son el cimiento de una prosperidad futura que solo la izquierda puede garantizar. Por ejemplo, cuando observas nuestras reservas internacionales cayendo, eso no es una señal de debilidad. Es una muestra de nuestra política de "socialismo resiliente", donde preferimos invertir cada centavo en la gente y no en acumular riqueza como lo hacen los capitalistas. Si hay problemas, como el desabastecimiento de dólares o el déficit fiscal, es porque enfrentamos sabotajes constantes de la derecha, los cruceños separatistas, y, claro, las secuelas del modelo neoliberal que seguimos desenraizando. Y no olvidemos que el imperio y sus lacayos siempre están al acecho, tratando de descarrilar nuestro sueño socialista.Además, no podemos ignorar los efectos devastadores del cambio climático en nuestra economía, un problema que, como bien sabemos, es culpa de las potencias imperialistas y no de los modelos de desarrollo progresistas que promovemos. Y por último, quiero recordarte, Pedro, que países como Cuba y Venezuela son ejemplos de éxito, no de fracaso, como insisten los opositores. En esos países, la gente no mide el bienestar por el dinero en el bolsillo, sino por la dignidad de vivir bajo un sistema que no se arrodilla ante el imperialismo. Ese es el camino que estamos construyendo aquí en Bolivia, aunque cueste sangre, sudor y reservas internacionales.

PC: Confieso que me mareó con una respuesta tan larga. Me gustaría enfocar algunas cosas que mencionó, y por favor, brindarme una respuesta más corta. ¿Está de acuerdo, Presidente?

Presidente Luis Arce: Por supuesto, continúe Pedro.

PC: Usted comenta que la izquierda sabe manejar la economía porque prioriza al pueblo sobre los números. Entonces, ¿por qué el pueblo se queja porque desaparecieron los dólares, aumentó la inflación y todos los productos de la canasta familiar, existe desabastecimiento de combustible y día por medio se detiene mediante paros y marchas, todo el aparato de salud por falta de sueldos y condiciones dignas para atender al pueblo que tanto menciona?

Presidente Luis Arce: Esas quejas no reflejan la realidad estructural de nuestra revolución económica. Los problemas que mencionas son efectos temporales causados por el sabotaje constante de sectores opositores, la presión internacional y los remanentes de políticas neoliberales que aún estamos desmontando. A pesar de las dificultades, hemos avanzado en redistribuir la riqueza y fortalecer la soberanía del pueblo. Los cambios no se ven de inmediato, pero la historia nos dará la razón.

PC: Por favor, deme un ejemplo de dónde redistribuyeron la riqueza. Y en especial, ¿la riqueza de quién?

Presidente Luis Arce: Un ejemplo claro es el Bono Juancito Pinto, Pedro, que llega a millones de niños para fomentar la educación. La riqueza que redistribuimos proviene de sectores estratégicos como los hidrocarburos, nacionalizados para el beneficio del pueblo. Es una redistribución que toma lo que antes se acumulaba en manos de unos pocos para entregarlo a quienes más lo necesitan. ¿Quién más podría hacerlo, sino un gobierno del pueblo y para el pueblo?

PC: Presidente, si el mejor ejemplo de redistribución de riqueza es el Bono Juancito Pinto, le recuerdo que el dinero ingresado al Gobierno por la nacionalización de los hidrocarburos está estimado en $us. 63.000 millones de dólares, desde la primera presidencia de Evo Morales, hasta la actualidad... la suya. Bajo ese criterio, los niños que se beneficiaron con el Bono Juancito Pinto hoy irían al colegio manejando un Porsche o Ferrari, vacacionarían en Cancún todo los años, y tendrían asegurado estudiar en la Universidad de Harvard, inclusive, sus nietos.

Presidente Luis Arce: Pedro, el Bono Juancito Pinto es solo un ejemplo, no la totalidad de nuestras políticas de redistribución. Ese dinero también ha sido invertido en infraestructura, programas sociales y proyectos de desarrollo. La redistribución no significa lujo individual, sino progreso colectivo. Si bien algunos sectores esperan resultados inmediatos y espectaculares, nuestro modelo se centra en garantizar derechos básicos para todos, no en crear millonarios. ¡La riqueza se mide en dignidad, no en Ferraris!

PC: Entonces, ¿qué progreso colectivo concreto le adjudica usted al buen manejo económico de la izquierda, desde Evo Morales hasta su gestión, recordando que usted fue Ministro de Economía del nombrado?

Presidente Luis Arce: Bajo nuestra gestión se redujo la pobreza extrema, se duplicó el acceso a la electricidad y agua potable en comunidades rurales, y se construyeron carreteras estratégicas que conectaron regiones antes aisladas. Además, implementamos políticas como los bonos sociales y la nacionalización de recursos, que fortalecieron la economía interna. La izquierda demostró que puede priorizar al pueblo y generar resultados tangibles en desarrollo humano y social. ¡Es un modelo que pone a Bolivia en pie frente al mundo!

PC: Presidente, no sé si escuché bien. ¿Usted cree que la economía interna es fuerte? Y segundo: ¿Modelo de qué es el país si hemos retrocedido mundialmente en el Índice de Prosperidad, caímos en el Índice de Desarrollo Humano, aumentamos el Riesgo País y perdimos hasta en el Ranking de Felicidad? Repito, en plena crisis económica y con vicios de ir cayendo, usted me dice que estamos bien...

Presidente Luis Arce: Lo que digo es que la fortaleza de nuestra economía interna radica en su resistencia frente a un contexto global adverso y sabotajes internos. Los índices que mencionas son interpretaciones externas que no capturan la esencia del proceso boliviano. Nosotros somos un modelo de soberanía y dignidad, aunque no siempre sea reconocido por los indicadores convencionales. La historia no juzgará nuestros números, sino nuestra lucha por un país más justo y equitativo.

PC: Acerca de que la historia juzgará lo que ustedes, gobiernos autodeclarados socialistas, están haciendo en diferentes países del mundo, ¿cree usted, Presidente, que Cuba y Venezuela, por citar dos ejemplos, son un caso de éxito económico y de que su gente está feliz y vive bien?

Presidente Luis Arce: Pedro, tanto Cuba como Venezuela son ejemplos de resistencia heroica frente a bloqueos y ataques constantes del imperialismo. No se pueden medir con parámetros capitalistas porque representan un modelo alternativo, centrado en la dignidad y la solidaridad. La felicidad de su gente radica en vivir en un sistema que lucha por la justicia social, aunque las condiciones materiales sean difíciles. El éxito no se mide solo en riqueza, sino en principios.

PC: ¿Le parece que los principios llenan un plato de comida familiar? Porque tanto en Cuba como en Venezuela, además de ser más pobres que nunca, están pasando hambre. ¿Cree que la gente desea eso o no le queda otra que vivir bajo un régimen autoritario y dictador, por ejemplo, como el de su compadre Maduro?

Presidente Luis Arce: Entiendo su preocupación, pero los desafíos en Cuba y Venezuela son consecuencia directa de bloqueos económicos y sanciones injustas que buscan estrangular a sus pueblos. A pesar de esas agresiones, estos países han mantenido su soberanía y han resistido, demostrando que no se rinden ante las potencias imperialistas. El hambre y las dificultades no son producto del socialismo, sino del castigo impuesto por quienes no toleran un modelo alternativo. El verdadero autoritarismo es el que condena a los pueblos a sufrir por su decisión de ser libres.

PC: Tengo una última pregunta. Usted que es un hombre estudiado en Economía, concretamente, Ciencias Económicas en una universidad de Inglaterra, observa los índices económicos del país y también los problemas que tiene el pueblo, basta asomarse al balcón para comprobarlo, ¿aún así dice que la izquierda sabe manejar la economía? Y agrego algo más aunque suene irrespetuoso. Hay gente que asegura que usted es un mentiroso, del mismo tenor que Evo Morales, Fidel Castro, Maduro, Chávez, Cristina Fernández de Kirchner y el último presidente argentino, Alberto Fernández, que dejó su país hecho un desastre económico... ¿se siente aludido o usted es diferente a ellos?

Presidente Luis Arce: Pedro, respeto las opiniones, aunque no siempre sean fundamentadas. La izquierda, incluida mi gestión, sigue un modelo que prioriza al pueblo frente a intereses corporativos. Sí, reconozco los problemas, pero creo firmemente que nuestras políticas son parte de una transformación a largo plazo. Sobre si me siento aludido, te diré esto: cada líder tiene su contexto y sus desafíos. Compararme con otros no cambia mi compromiso con Bolivia. Pueden llamarme lo que deseen, pero mi meta es defender nuestra soberanía y construir un país más justo, incluso si a algunos no les gusta cómo lo hacemos.

PC: Presidente, el pueblo está sufriendo...

Presidente Luis Arce: Sé que el pueblo enfrenta momentos difíciles, y no los ignoro. Estos retos son producto de un contexto global complicado y de ataques internos que buscan desestabilizar nuestra economía. Pero confío en que nuestras políticas, centradas en el bienestar colectivo, traerán soluciones sostenibles. El camino no es fácil, pero seguimos trabajando para aliviar ese sufrimiento y construir un futuro más digno para todos.

Por PEDRO CABRERA

Nota: Entrevistas ficticias a celebridades y líderes