Reservas Técnicas para dummies: Siniestros (lo que todo principiante debe saber)

Ante todo

Las reservas son un aspecto determinante en el sector asegurador, dado que estas garantizan que las reclamaciones que los asegurados presenten por sus distintos contratos de seguros sean pagaderos, incluso cuando existan fluctuaciones importantes dentro del mercado: alguna catástrofe natural, una recesión en la economía o, más cercana, una pandemia mundial como la vivida desde marzo 2020.

Tomando como ejemplo a la propia pandemia, al vernos inmiscuidos en un confinamiento, nos vimos obligados a comprar artículos de primera necesidad, alimentos, entre otros, a manera de reserva, para disponer de esta en el tiempo que no podíamos salir a realizar compras naturales. Por tanto —y ya trasladándolo al ámbito financiero—, una reserva es un «colchón» económico que se constituye para enfrentar cualquier necesidad que se prevea en un periodo determinado.

¿La prima total como ingreso bruto?

Ahora bien, asentando esta idea en los Seguros, debo enfatizar en cómo se estructura una dinámica básica en la comercialización de una póliza. Recordemos que ésta es un contrato entre la Aseguradora y el Asegurado, en la que el Asegurado pagará una prima por la cobertura de un bien asegurado o una persona, dependiendo del seguro, en caso de una posible pérdida ocurrida en un tiempo pactado.

Es decir que, la Aseguradora tendrá una responsabilidad intrínseca para con el asegurado, en caso de la eventual pérdida. Por lo que, la Aseguradora se ve en la obligación de no poder hacer uso pleno de la prima recibida por el asegurado. ¿Usarlos en qué? Un claro ejemplo son las inversiones que pueden ejecutarse para obtener otros ingresos, tales como Inversiones del Estado, Títulos en el Sistema Financiero, Facturas Comerciales, etc., pero que, claramente, no puedo obtener la totalidad de las primas recibidas para inyectarlos en las inversiones, y para diagramar de mejor manera esta idea debemos comprender cómo se establece la prima.

El Pricing y el arte actuarial

Para determinar cuál es el precio con el que una compañía aseguradora comercializará sus distintos productos, el pricing es indispensable. Se trata de un proceso en el que un actuario evalúa y fija el precio en base a varios factores, entre los que destacamos: los Gastos de Operación, Impuestos, el Margen de Utilidad, y, el que nos compete en este análisis, los Siniestros Esperados.

Los primeros tres factores son supuestos con los que ya se cuenta de antemano. Cuánto destinaré a pagar en comisiones, gastos administrativos, los impuestos locales y derechos de emisión, cuál es el margen de ganancia que espero tener. Sin embargo, la estimación de los Siniestros Esperados es un poco más minuciosa, en especial por la volatilidad que ciertos riesgos pueden tener al momento de quererse fijar el precio. Por ende, este cálculo actuarial es crucial para determinar la prima, y el cálculo, aunque hay métodos ya establecidos, es un proceso de mucho análisis y que requiere un criterio técnico del actuario muy elevado.

Ultimate Loss o Siniestros Esperados

¿Cuánto se estima pagar de la totalidad de una prima, por posibles siniestros en un periodo determinado? A eso se lo conoce como los Siniestros Esperados o Ultimate Loss y podemos dividirlos en dos grupos: los conocidos y no conocidos.

1. Conocidos: no hay que ahondar mucho aquí, se tratan de siniestros que nuestros asegurados ya han reportado a la aseguradora, por lo que ya se conoce un estimado a pagar. Pero también se dividen en dos: Los siniestros pagados, y la reserva de siniestros pendientes —case reserves— o abiertos.
2. No conocidos: son siniestros que han sido ocurridos, pero que todavía no han sido reportados a la aseguradora, sobre los cuales también se debe calcular una reserva y es conocida como la del IBNR por sus siglas en ingles: Incurred But Not Reported.

Reserva de Siniestros

Obviamente, sobre un siniestro pagado no vamos a constituir una reserva. De ese modo, las reservas de siniestros vendrán de los siniestros pendientes y de los incurridos pero no reportados que, para la SCVS, en sus Normas sobre el Régimen de Reservas Técnicas, las cataloga como: Reserva para siniestros pendientes avisados y Reserva para siniestros ocurridos y no reportados, por si desean buscarlo directamente.

Reserva para siniestros pendientes avisados: Una vez el riesgo se materializa y un asegurado reporta la ocurrencia del siniestro. El equipo de reclamos está obligado a crear una reserva por la estimación de esa pérdida. Independiente o ajeno a otros factores, la reserva se constituye sí o sí. Si al cierre del balance mensual no se ha determinado el pago del mismo, esta reserva quedará constituida. Y la misma será liberada una vez se procese el pago o se determine, en dado caso, que el reclamo no procede o que se debe realizar un pago menor. De alguna forma, es la más amigable de determinar, ya que se establece a partir del reporte del ajustador que evalúa el daño y a cuánto ascendería la pérdida.

Reserva para siniestros ocurridos y no reportados (IBNR): Al hablar de esta reserva entramos en ligas mayores. Imagínate estimar una probabilidad de ocurrencia de un siniestro sin saber si este puede materializarse o no, o si ya se materializó o no. Aquí es donde el arte actualizar realiza su «Mona Lisa». Partamos de lo básico: 1. El cálculo no es único para todos los ramos. Cada ramo deberá contar con su cálculo propio, derivado de su siniestralidad histórica. La SCVS determina cómo método principal al denominado "Triángulos de Siniestralidad". Sin embargo, si trabajamos con ramos relativamente nuevos de los cuales no se cuenta con suficiente frecuencia siniestral, o carecen de información estadística, pueden llevarse acabo otros cálculos que se detallan en el Capitulo V, subsección II, de la Codificación de Resoluciones Monetarias, Financieras, de Valores y Seguros, Libro III.

Después de todo

Aunque el cálculo actuarial y su metodología intrincada y especializada son quienes determinan la mejor estimación posible, no esta demás conocer aspectos básicos para darnos un primer acercamiento al funcionamiento de estas reservas, que son tan solo una parte de las que por normativa se exige sean establecidas. En un futuro daremos un paso por estas, para conocerlas.

Finalmente, entendamos que las reservas técnicas ayudan a mantener una estabilidad financiera y de rentabilidad a las compañías de seguros. Imaginemos un escenario donde estás no se fijan adecuadamente o, más en extremis, no se constituyen. Hablaríamos de escenarios de aseguradoras que no tendríamos certeza de si podrían cubrir los reclamos de sus asegurados y, por ende, concluir con una recesión económica a gran escala, como en el 2008. Pero ese será tema de otro artículo.