Residuos ¿problema u oportunidad?

Desde el inicio de la especie humana hemos explotado los recursos de nuestro planeta y generado residuos de manera ininterrumpida. Sin embargo, el impacto ecológico que dejaron nuestros antepasados con su forma de vida no tiene punto de comparación con el que estamos dejando nosotros. ¿Cuándo hemos comenzado a generar el problema? Podríamos tomar como punto de partida la revolución industrial donde se desarrolla extraordinariamente el comercio, la urbanización y se produce un gran aumento demográfico. En este momento los residuos generados comienzan a crecer y nuestro ecosistema a cambiar. Pero es a partir del modelo económico de consumo iniciado a mediados del siglo pasado el momento que lo cambió todo. Se instauró la cultura de usar y tirar y comenzaron a aumentar de manera exponencial los residuos generados con consecuencias graves para nuestro medio ambiente. No es lo mismo desechar mayoritariamente materia orgánica como sucedía en el neolítico que plástico como sucede en la actualidad. Lógica aplastante. Sin embargo, el problema central no es la generación de residuos sino los tipos de residuos que generamos.

Cuando le preguntamos a alguien su opinión sobre los residuos la respuesta es clara y negativa: se asocia a deshechos, contaminación, mal olor… en pocas palabras, algo que no queremos tener cerca o dicho de otra manera tenerlo lejos de nosotros. Sin embargo no podemos darles la espalda. Son algo que conviven y convivirán con nosotros. Es cierto que hasta ahora era normal que fuesen vistos de manera negativa pero si supieras que los residuos en realidad son unos recursos muy valiosos ¿cambiaría tu visión sobre ellos?

A modo de ejemplo, la tasa de reciclaje en España se sitúa en el 35%. En el año 2019 nuestro país generó 22,8 millones de toneladas de residuos. Por tanto, solo 7,98 millones fueron reciclados. La pregunta es ¿Qué pasa con las 14.82 millones de toneladas restantes? La respuesta es: a la incineradora produciendo emisiones y otros contaminantes.

Actualmente no solo vivimos una situación de emergencia climática que debe ser atendida (debió serlo con anterioridad) de manera inminente sino también una crisis de materias primas. Para paliar esta situación la reutilización y el reciclaje deben considerarse como dos elementos esenciales para la sostenibilidad. Es curioso pensar como no hace tanto tiempo uno iba a la a comprar a la frutería con su bolsa de mimbre, al comprar leche nos entregaban una botella de vidrio y después la devolvíamos o acudíamos al zapatero a cambiar una suela de zapato. Y, estos son los tipos de dinámicas y costumbres que debemos recuperar. El actual sistema de consumo nos está llevando a destruir nuestro medio de vida.

En este sentido debe ponerse el foco en fomentar la separación de residuos, la reutilización para disminuir su producción y la prohibición de materiales que no pueden ser reciclados y que por tanto son nocivos para nuestro medio ambiente.

Este es sin duda el reto que tenemos por delante. Y, por desgracia, hemos llegado a un punto crítico en el que no hay marcha atrás. Pero hay esperanza. La sociedad se adapta a las circunstancias de cada momento y así como no hace tantos años no necesitábamos del uso de plásticos o reutilizábamos de forma natural podemos volver a vivir de esta manera. La diferencia está en que el planeta así lo exige.