Respirar, un poema de Becky Hemsley
Fotogrfía de @Jordan Sanchez, en Unsplash

Respirar, un poema de Becky Hemsley

A veces nos hace falta cobrar conciencia de que necesitamos una pasua y hacernos conscientes de nuestra respiración. Por increíble que parezca, algunas veces pareciera que no tenemos tiempo ni para eso, que es lo que nos mantiene vivos. Y en el caso de las mujeres, con sus dobles o triples jornadas, el espacio necesario ni siquiera se limita a la dimensión del tiempo. Con los roles de género impuestos culturalmente, se satura también el espacio psíquico, ése que nadie considera porque no solemos medirlo, no es visible, pareciera que no existe. Pero es el que aloja nuestra cargas mentales, nuestros pendientes infinitos, nuestras responsabilidades no compartidas que se da por sentado que nos pertenecen; todo lo relacionado con los cuidados, por ejemplo. Y con ello, se va también el derecho al tiempo personal para sólo existir en paz por un minuto, desaparece cuando esos cuidados quedan a cargo de una sola persona.


En nuestras sociedades es un privilegio contar con un, une, una compañer@ con quien compartir esos roles. Pero justamente, no debería ser un privilegio, sino la norma. Y mientras no lo sea, habremos de seguir pensándolo, reflexionándolo, nombrándolo, marchándolo, exigiéndolo. "Se requiere un pueblo para criar a un niño", dice un proverbio africano que considero muy sabio. Y pasa igual con el resto de los roles de cuidados que sostienen el desarrollo profesional del otro, la economía, la vida.

Es en ese contexto, y considerando que además se suman todos los mandatos sociales sobre lo que debe, puede o no puede ser/hacer una mujer en y con su vida, que este poema de Becky Hemsley cobra relevancia esta semana donde hemos conmemorado el 8M, con más fuerza y convicción que ayer, porque es urgente que sus demandas de equidad, diversidad e inclusión sean atendidas ya.

Seguiremos en la lucha, para que mañana, ellas también tengan tiempo de respirar, de pausar, y el derecho de compartir.


Respira

Becky Hemsley (Traducción libre de Lilyán de la Vega)

 

Se sentó en la fila de atrás y dijeron qué tímida

Se erigió como líder y odiaron tanto orgullo

Le pidieron consejo y cuestionaron su guía

Le dijeron gritona y sorprendió su silencio

Cuando no habló de metas la tildaron de triste

Así contó sus sueños y la creyeron loca

Ofrecieron escucha e hicieron oídos sordos

Y luego la abrazaron sonriendo por sus miedos

Escuchó todo eso pensando que debía

Intentar ser la chica que todos esperaban

Pero un día se preguntó qué era mejor para ella

En lugar de tratar de complacerlos a todos

Fue al bosque y se puso de pie junto a los árboles

Escuchó al viento soplar y bailar con las hojas

Conversó con el sauce, con el olmo y el pino

Y les contó lo que otros le habían dicho tantas veces

Les dijo que sentía que nunca era suficiente

O era muy pequeña o por mucho, muy grande

Demasiado ruidosa o en exceso callada

temeraria o muy débil

Exageradamente sabia, o demasiado tonta

muy intrépida acaso o dócil en exceso

Luego, en un pequeño claro rodeado de abetos

Se detuvo para escuchar hablar a aquellos árboles

Se sentó ahí por horas, no quería marcharse

Pero el bosque no habló

Sólo dejó que ella

Respirara.


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Original:


Breath

Becky Hemsley

 

She sat at the back and they said she was

shy

She led from the front and they hated her

pride

They asked her advice and then questioned her guidance

They branded her loud then were shocked by her silence

When she shared no ambition, they said it was

sad

So she told them her dreams and they said she was mad

They told her they’d listen then covered their

ears

And gave her a hug whilst they laughed at her

fears

And she listened to all of it thinking she

should

Be the girl they told her to be best as she

could

But one day she asked what was best for

herself

Instead of trying to please everyone

else

So she walked to the forest and stood with the

trees

She heard the wind whisper and dance with the leaves

And she spoke to the willow, the elm and the

pine

And she told them what she’d been told time after time

She told them she felt she was never enough

She was either too little or far, far too much

Too loud or too quiet, too fierce or too weak

Too wise or too foolish, too bold or too meek

Then she found a small clearing surrounded by

firs

And she stopped and she heard what the trees said to her

And she sat there for hours not wanting to

leave

For the forest said nothing, it just let her

breathe


As International Women’s Day 2023 has also fallen on World Forest Day, I had to share this today.

The beautiful picture is by Siski Kalla from our children’s book of this poem

Lucía A De León Z

Acquirereditor @ EuroPenDumplink, PanEuropean Review

1 año

Estimada Lily: gracias, merci bien.

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