RESTABLECER EL VÍNCULO ENTRE EL EJÉRCITO ARGENTINO Y LA SOCIEDAD
Historia de Liceos Militares |
Frag. LMGAL 1979-2024. SUBORDINACIÓN Y VALOR de MAEART.
RESTABLECER EL VÍNCULO ENTRE EL EJÉRCITO ARGENTINO Y LA SOCIEDAD
Un artista de cualquier género no solamente debe mostrar, con su obra también debe decir. Como fundador de ECIRA INTERNACIONAL (EI) comencé recibiendo conocimientos artísticos desde los 4 años, a los 13 me incorporé al Ejército argentino rindiendo para entrar al querido Liceo Militar GR Gregorio Aráoz de Lamadrid para egresar como ST RES EA del arma de Infantería, también recalcar que luego seguí por unos años más en el Colegio militar de La Nación, siendo aquellos años maravillosos en cuanto a formación académica, orden y disciplina que me sirvieron muchísimo para ser el hombre que soy., padre de familia, abuelo y soldado de mi patria, además de artista.
Con EI venimos realizando acciones públicas de carácter cultural a nivel físico como virtuales. Hace un par de años realizamos acciones sociales de carácter privado que no son difundidas para resguardar a las personas que nos necesitan. Hace un mes hemos donado un mural y una obra de arte al LMGAL de donde me siento orgulloso y eternamente agradecido por la formación militar y académica recibida. Esto me permitió volver a relacionarme con mis ex compañeros y camaradas de la fuerza que nació con la patria. Integrar DNA Defensa Nacional Argentina a la estructura de EI siendo una agrupación civil y ex miembros de las FFAA y de seguridad de mi país que nos une el amor por la patria.
Fue arduo el camino transitado con el propósito de fortalecer el vínculo entre el Ejército Argentino y la sociedad actual a través del arte y la acción cultural. Esto va a promover una visión amplia e inclusiva del impacto que las Fuerzas Armadas pueden tener en la vida civil con la formación de hombres honrados que amen a su patria.
Este libro no solo busca revalorizar el papel del Ejército en la vida cívica, sino también proyectar una visión inclusiva y moderna del impacto positivo que las Fuerzas Armadas pueden tener en la sociedad actual. Con la formación de ciudadanos comprometidos, honrados y amantes de su tierra, se abren nuevas puertas para que las instituciones militares y la ciudadanía trabajen juntas en la construcción de un país más justo, unido y más soberano. El arte, como herramienta universal, tiene el poder de romper barreras y crear espacios de encuentro. Y, en este contexto, la misión de restablecer el vínculo entre el Ejército y la sociedad argentina se convierte en un desafío que vale la pena enfrentar, no solo como un deber, sino como una oportunidad.
—Esta obra plantea una profunda reflexión sobre la relación entre el Ejército Argentino y la sociedad, y cómo el arte puede ser una herramienta fundamental para reconstruir y fortalecer este vínculo. Desde una perspectiva personal, el autor comparte su trayectoria como artista y soldado, comenzando desde su infancia cuando recibió sus primeros conocimientos artísticos hasta su ingreso al Liceo Militar GR Gregorio Aráoz de Lamadrid y luego al Colegio Militar de la Nación. A lo largo de estos años de formación, no solo adquirió disciplina y valores militares, sino también una sólida base académica que le permitió convertirse en un hombre íntegro, además de ser un padre, abuelo y artista comprometido con su padre.
—El libro subraya la importancia de la acción cultural como medio para unir a las fuerzas armadas y la sociedad civil. A través de la fundación ECIRA INTERNACIONAL (EI), el autor ha impulsado diversas actividades culturales tanto públicas como privadas, con el objetivo de contribuir a la sociedad y devolver parte de lo recibido en su formación. La reciente donación de un mural y una obra de arte al Liceo Militar es una muestra de gratitud y un medio para fortalecer los lazos con sus ex compañeros, que comparte con la agrupación civil ADN Defensa Nacional Argentina, formada también con patriotas que van a defender su país de cualquier amenaza interna o externa.
—También resalta la importancia de la acción cultural para generar una visión moderna e inclusiva del papel del Ejército en la vida cívica. Más allá de su función tradicional, las Fuerzas Armadas tienen el potencial de impactar positivamente en la sociedad a los ciudadanos comprometidos, honorables y apasionados por su país. La misión del autor se convierte en un desafío no solo para promover el arte, sino también para dar espacio a nuevas puertas de diálogo y colaboración entre el Ejército y la sociedad, abogando por una nueva sociedad para así construir una nueva nación acorde a nuestros principios y creencias.
EL EJÉRCITO ARGENTINO DESDE LA INDEPENDENCIA A LOS DESAFÍOS CONTEMPORÁNEOS
El Ejército Argentino ha sido protagonista de los momentos más significativos de la historia del país, desde la lucha por la independencia hasta la defensa del territorio nacional. Su evolución está marcada por hitos históricos que reflejan la transformación política, social y militar de Argentina. Tiene sus raíces en las milicias formadas para resistir las invasiones inglesas de 1806 y 1807 en el Río de la Plata. La defensa de Buenos Aires estuvo liderada por criollos como Santiago de Liniers y Martín de Álzaga, quienes organizaron cuerpos de milicias urbanas como los Patricios, los Húsares y los Arribeños. Estos primeros cuerpos marcaron el inicio de una organización militar autónoma y sentaron las bases del Ejército que más tarde serían clave en las luchas independentistas.
Con la Revolución de Mayo de 1810, las fuerzas criollas se transformaron en el brazo armado del movimiento independentista. Manuel Belgrano lideró el Ejército del Norte, enfrentándose a las tropas realistas en batallas cruciales como las de Tucumán (1812) y Salta (1813). Tras la independencia, el Ejército jugó un papel crucial en las luchas internas entre unitarios y federales, enfrentamientos que marcaron las primeras décadas del país. Las milicias provinciales, lideradas por caudillos como Facundo Quiroga y Estanislao López, rivalizaban con los ejércitos centralistas comandados desde Buenos Aires. El Ejército apoyó un papel central en la expansión del territorio argentino mediante campañas como la Conquista del Desierto, liderada por el G Julio Argentino Roca entre 1878 y 1885. Este proceso buscó incorporar regiones controladas por pueblos indígenas en la Patagonia y la Pampa, consolidando la soberanía argentina.
A medida que la Argentina atravesaba los turbulentos períodos del siglo XX, el Ejército jugó un papel crucial en la política nacional, sobre todo en la intervención directa en los procesos democráticos. La creciente influencia del Ejército en la vida política del país culminó en una serie de golpes de Estado que alteraron el curso de la democracia argentina. Desde el golpe de 1930, que derrocó al presidente Hipólito Yrigoyen, hasta el golpe de 1976, que dio inicio a la dictadura cívico-militar, la última en la historia Argentina.
La intervención del Ejército en la política de esos años marcó un punto de inflexión. Se alteró profundamente el tejido social y político del país, llevando a una polarización de la sociedad. Tras la caída en la Guerra de las Malvinas en 1982, el gobierno de facto entrega el poder y la democracia fue restaurada, lo que permitió a la sociedad argentina comenzar un proceso de reconciliación y reconstrucción prácticamente desde cero pese al hostigamiento que sufrió por parte de los gobiernos kirchneristas formado por ex montoneros, socialistas y comunistas; enemigos eternos de la patria.
A lo largo del siglo XX, el Ejército se modernizó, adoptando nuevas tecnologías y estructuras jerárquicas. Sin embargo, su creciente influencia política lo llevó a protagonizar una serie de golpes de Estado. Con la llegada de la democracia en 1983, el Ejército experimentó una reestructuración y un cambio de rol. Su participación se limitó a la defensa nacional, el apoyo a emergencias civiles y la cooperación internacional en misiones de paz bajo el mandato de Naciones Unidas.
El Ejército ha influido en la construcción de una identidad nacional basada en valores como el patriotismo, la disciplina y la obediencia. Instituciones como los liceos militares han promovido estos ideales, formando generaciones de líderes en distintos ámbitos. Además, las gestas militares, como las de San Martín y Belgrano, han sido exaltadas en la educación y la cultura como ejemplos de heroísmo y sacrificio. El Ejército también ha contribuido al desarrollo del país mediante proyectos de infraestructura, especialmente en regiones remotas. Participó en la construcción de caminos, puentes y redes ferroviarias, promoviendo la integración territorial y económica. En momentos de crisis, el Ejército ha actuado como fuerza logística, asistiendo a comunidades afectadas por desastres naturales. La influencia del Ejército Argentino en la sociedad ha sido profunda y multifacética, a lo largo de toda la historia del país, dejando una huella en la política, la cultura, la economía y la identidad nacional. Desde los primeros pasos en la lucha por la independencia hasta su papel en los desafíos contemporáneos, el Ejército ha sido un actor clave en el nacimiento de la patria.
En la actualidad, el Ejército Argentino ocupa un lugar más limitado y especializado dentro de la estructura política y social del país. Después de décadas de intervenciones y crisis, la institución se ha orientado hacia la profesionalización, la modernización de sus equipos y la participación en misiones de paz internacionales. Las fuerzas armadas argentinas son ahora principalmente vistas como una institución dedicada a la defensa nacional, la cooperación internacional y a la formación de jóvenes que amen a su país.
La sociedad argentina, a pesar de los traumas del pasado, ha mostrado señales de reconciliación, reconociendo el valor del Ejército en tareas no bélicas, como la asistencia en desastres naturales y la cooperación en misiones internacionales de paz. El Ejército continúa siendo una parte importante de la infraestructura nacional, pero su rol se ha redefinido bajo los principios democráticos y los valores de los derechos humanos.
Argentina sostiene su firme convicción de que la cooperación regional en materia de Defensa es el medio acertado para construir y consolidar la confianza, la paz y la seguridad internacionales. Es por ello que, a partir de las decisiones estratégicas provenientes de la conducción política de la Defensa, el Ejército Argentino trabaja en forma integrada con las otras fuerzas armadas nacionales, con los ejércitos de la región y en Operaciones de Mantenimiento de la Paz bajo mandato de Naciones Unidas.
En tal sentido, el personal de cuadros y soldados participa cada año en operaciones militares y en actividades de adiestramiento, planeamiento y educación, con la conducción operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
—El Ejército Argentino ha jugado un papel fundamental en la historia del país, con una influencia que ha ido más allá de lo estrictamente militar. Su participación en la formación del Estado, en las luchas por la independencia, en las intervenciones políticas y en la construcción de la identidad nacional lo ha establecido como un actor clave. Sin embargo, su relación con la sociedad argentina ha estado marcada por las tensiones generadas por hechos pasados. Hoy, el Ejército enfrenta el desafío de adaptarse a un nuevo contexto democrático, buscando recuperar la confianza de la sociedad mientras se compromete con los valores de la paz y la integración legítima y democrática para defender nuestras fronteras.
RODOLFO MARCELO PÉREZ | MAEART
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