Restricciones al avance de la tecnología

Hace más de 100 años que se viene diciendo que la tecnología va a erradicar el trabajo humano. Aunque algunos objetan que siempre va a crear nuevos.

¿Cuán cierto es esto?

Creo que hay mucha fantasía atrás de estos argumentos, porque más allá del impacto positivo que puede causar el crecimiento exponencial de las tecnologías, existen algunos factores que frenan su avance, principalmente culturales, legales y económicos, sin contar la incerteza de aquellos desarrollos tecnológicos aún no creados.

VEHÍCULOS AUTÓNOMOS

Hoy me comentaban que los autos y camiones autónomos iban a reemplazar a todos los conductores. ¿Sí? ¿Cuándo?

Empecemos porque el auto es ineficiente. Es imposible que el auto sea un vehículo masivo por la relación entre cantidad de personas que transporta por metro cuadrado, y no hay lugar suficiente en la calle para que esto cambie. Además, automatizar el manejo de un vehículo implica el ahorro del tiempo de una sola persona por vehículo, la que maneja, la cual tiene una cantidad limitada de tareas posibles a realizar mientras maneja en un vehículo autónomo. Incluso manejando sin un vehículo autónomo puede realizar tareas, como escuchar un podcast, para ser más actual. En definitiva, el beneficio marginal del vehículo autónomo no es considerable, quizá el mayor aporte del vehículo autónomo sea la seguridad en el manejo.

Por otro lado, transporta más eficientemente un tren, un colectivo, o un subte. Y dentro de la cantidad de gente que transportan, ¿es rentable automatizar estos 3 medios de transporte? ¿Cuántas miles de personas lleva un solo conductor de tren?

Supongamos por un momento que la gran parte del transporte obedece a trabajadores que van del hogar a la oficina, ¿y si los empleos empiezan a ser más remotos y cae la necesidad de transporte?

Eso a transporte de personas, y ¿lo que es el transporte de bienes, o sea, los camiones? En un sistema multimodal, los camiones deberían hacer un recorrido corto, con mercadería con valor significativo. ¿Entonces? ¿Es eficiente reemplazar el camión por un camión autónomo? O, mejor dicho, ¿para transportar qué?

No nos olvidemos que el transporte de bienes está condicionado por la impresión 3D, que ante un eventual avance significativo de esta tecnología se podría dejar de producir en fábricas y empezar a producir en los hogares, o comunidades. Ahora, la preguntar sería, ¿imprimir qué?. Y ¿cuántas personas tendrían acceso a esta tecnología?. La impresión 3D tiene un costo, tanto de la impresora misma, como de los insumos que utiliza. Si el valor generado por la impresión no es suficiente para cubrir al menos estos costos, la misma no tiene razón de ser.

Las soluciones más efectivas suelen ser las que aprovechan las tecnologías desde la comunicación, y no aquellas que requieren inversiones gigantescas de capital.

Internet ya está creada. La inversión realizada por gran parte de la humanidad en smartphones también. Quizá encontrar los desarrollos tecnológicos que eviten directamente el transporte, o lo minimicen sea el camino.

Por ejemplo, Uber genera una eficiencia en la comunicación entre el chofer cercano, y el cliente. Otra alternativa puede venir por el alquiler de autos, quizá no se trate de fabricar más autos, sino poder alquilarle el auto al vecino.

En definitiva, la solución al transporte parecen ser más los sistemas georreferenciados, que los vehículos autónomos.

SMART CITIES

Siguiendo con la idea del post anterior, que comentaba sobre la empresa de medidores de luz, gas y agua, que vendía módulos de radiofrecuencia para tomar la lectura de los mismos, la restricción económica condiciona su desarrollo.

Primero, porque los módulos no son gratuitos, y segundo, porque la fábrica, aparte de un costo apunta a tener una considerable ganancia, lo que los vuelve más inviables.

Del otro lado, el empleado que toma las lecturas, en un día camina unas cuadras de la ciudad y levanta miles de datos, con generalmente salarios bastante bajos.

Otro inconveniente suele ser que los edificios tienen medidores mezclados de distintas marcas, y los módulos de radiofrecuencia encajan en sus marcas, protegidos por patentes. Además, los módulos para medidores de gas y agua deben tener una batería la cual tiene una vida útil determinada.

¿Cuál es el período de repago de estas inversiones en tecnología? ¿Existe siquiera?

En mi edificio hace años que no tenemos portero, entonces los empleados de las distribuidoras no pueden acceder al edificio. Después de años de enviar facturas con malas estimaciones, y los problemas aparejados, nos enviaron un Whatsapp para enviar fotos de los medidores cada mes.

Quizá, en lugar de intentar instalar tecnología a la fuerza para fomentar la idea futurista de SMART CITIES, se trate de organizar un sistema donde se le cobre al usuario por el servicio de lectura, o se le bonifique si el mismo usuario es el que mes tras mes se encarga de dichas lecturas enviando una foto por Whatsapp, una solución más económica que instalar módulos para que una persona pase con un handy todos los meses a levantar datos. Y quizá, una auditoría cada tanto.

Sin embargo, algunas áreas que se podrían automatizar radicalmente con la implementación de tecnología, como la educación, siguen con la misma mecánica que en el siglo XIX. Internet, la principal herramienta tecnológica que disponemos hoy es una herramienta de información, de conocimiento. Naturalmente, lo primero que se tendría que automatizar es la educación. Generaría un crecimiento infinito e inmediato en nuestra sociedad.

En definitiva, creo que la primera restricción al avance de la tecnología está en nuestra forma de pensar. Estamos muy acostumbrados al pasado.

Y por más que por un lado queremos crear cosas increíbles y nos enceguecemos tras una idea, cómo smart cities o vehículos autónomos, por el otro tenemos miedo al cambio, y nos queremos aferrar a lo conocido.

Yendo al caso puntual de lo que podemos hacer cada uno de nosotros, quizá no se trate solo de ver cómo podemos automatizar lo que hacemos hoy de forma ineficiente, sino, en crear sistemas equilibrado en costos y beneficios para minimizar o directamente, dejar de hacerlo.

"No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto." Peter F. Drucker