Ruidos y Nueces/ Juego de sillas

Se apaga la música, los que consiguieron silla en la lista, siguen jugando. Los que quedaron a pie, se retiran. Hasta la próxima ronda, al menos. 

Antes de retomar al bullicio de la campaña, ahora para las PASO, ¿qué pasó en la comunicación de esta previa, donde los jugadores giraban alrededor de las sillas, sin dejar de moverse pero sin perder de vista de los asientos?

Debe haber muchas cosas que marcan el síntoma de los tiempos y del estado de la política, pero hay tres detalles que observé siguiendo los pasos digitales de referentes de uno u otro polo (eje Cristina y eje Macri):

• Los temas de los que se hablan se repiten. Deben tener las mismas encuestas y se restringen a los temas más candentes o, al contrario, los posibles candidatos tienen miles de ideas pero éstas no se incorporan a la órbita mediática por falta de interés de la audiencia.
• A cada publicación de los dos principales partidos le sigue una caterva de comentarios insultantes que ya no tienen originalidad ni, muchas veces, relación alguna con el contenido que rechazan. Esa función debe estar automatizada y los robots no han logrado el ingenio que, por suerte, todavía se resguarda en la artesanía de los memes, donde el agravio al menos se exige ironía.
• La fruición con que algunos siguen los avatares para configurar un plantel de las diferentes vertientes electorales tiene su correlato en el total desconocimiento e indiferencia de mucha otra gente que, aún si llega a prestarle atención, lo observará como algo que le fuera ajeno en implicancias prácticas, mucho menos emocionales. Como escuchar a un hincha de Racing para quien el fútbol no le mueve un pelo. Sería la política sólo un espectáculo.

Shh, sí, me callo...ya empezó de nuevo la música, el rum rum de las voces de quienes vuelven a girar al rededor de las sillas. Ahora van en listas recién ensambladas, trenes de vagones desparejos que corren por el riel hacia la votación de noviembre.