¿Sabes cómo multiplicar tu valor?

Para compartir estos pensamientos han pasado por mi mente miles de gestos, palabras, experiencias y emociones que me han tocado vivir, ¡como a todos!, que hoy se convierten en un regalo de vida para aprender y tener más ganas de seguir aprendiendo. No solo me refiero a alimentar nuestros conocimientos profesionales a nivel de experto; me refiero a tener un modo de vida con conciencia plena de quién soy y de lo que anhelo, con gratitud y valoración por lo que doy y recibo. ¡Es parte del reto de ser cada vez mejor persona!

Hago un paréntesis por el orden en el que puse estas palabras, lo que doy y recibo, porque así es como yo me siento feliz; y no hay forma correcta o incorrecta, es como cada uno de nosotros decida vivir. Procuremos siempre vivir en empatía; este modo de vivir es una caricia para el corazón y para vivir en armonía con los demás.

En la vida y en el ámbito profesional, muchas veces vivimos expectantes de algo, pero realmente lo que recibes es lo que te toca vivir en esta oportunidad; por más grandes que sean tus esfuerzos, hay razones por las cuales tienes que experimentar ciertas vivencias para identificar qué estás viviendo realmente. ¿Vives la realidad de otros o vives tu propia realidad?, ¿estás dando lo mejor de ti porque realmente te hace feliz o porque es lo que los demás esperan? No vivas en piloto automático todo el tiempo, es bueno que te cuestiones el para qué haces todo lo que haces en el lugar donde estás. El reto está en encontrar ese propósito que le da sentido a nuestra vida, que nos hace felices y plenos.

El primer paso para poder lograr lo que anhelas en la vida es conocerte a ti mismo, a conciencia. El siguiente paso es identificar ese propósito de vida que mueve tu corazón. Para ello, hay formas prácticas de descubrirlo y aquí veremos un ejercicio práctico y sencillo. Te invito a agendar una reunión contigo mismo unos minutos al día, sin que nadie te interrumpa; es tu momento. Ahora toma una hoja y un lápiz para responder estas preguntas:

• ¿Quién soy yo? Por favor, no utilices tus recursos profesionales, la posición que tengas o el status al que hoy aspiras; al margen que lo estés logrando. Aquí descríbete cómo eres tú como persona, qué cualidades tienes, qué disfrutas hacer y qué te apasiona (por ejemplo: Soy una persona alegre; me gusta ayudar a que otras personas se sientan bien consigo mismas; amo a los animales; me encanta viajar, bailar, reír, abrazar, etc.).
• ¿Qué quiero lograr en la vida? También hagamos algo práctico aquí. Forma dos columnas, donde al lado izquierdo escribas lo que tú deseas lograr profesionalmente, y al lado derecho escribas lo que anhelas lograr en la vida, el sueño que tienes (por ejemplo: al lado izquierdo puedes colocar “deseo ser el mejor docente”, y al lado derecho puedes colocar “quiero contribuir con mi entorno generando impacto en la educación”, “quiero ser feliz ayudando a otros”, etc.).
• ¿Para qué? Esta pregunta me encanta porque me ha permitido resolver el para qué casi dejo de vivir cuando fui una bebé, pero gracias a un Ser Supremo tuve una oportunidad para hacer algo poderoso en esta vida. Hoy tengo mucho por dar y lo hago de corazón, me hace feliz ayudar a que otras personas puedan ser más felices. Así, con esta experiencia te brindo un ejemplo de cómo definir tu propósito.

Haciendo este ejercicio sentirás que todo fluirá naturalmente para comenzar a valorarte más a ti mismo, con fortalezas y debilidades, ¡somos humanos!; valorar las experiencias que vives; valorar a otras personas, con su forma de sentir y pensar; valorar el amor y el perdón; y valorar todas las iniciativas que construyen y suman a nuestro entorno.

¿Habías hecho este ejercicio antes? ¡Qué maravilloso es que lo intentes! Felicito la humildad con que lo recibes. No es casualidad que lo hicieras.

Gracias por tu tiempo compartido.

Te mando un abrazo lleno de energías, para que todo lo que tengas en mente se realice con bien. Cuenta conmigo si necesitas conversar.