"Sacándose la Espinita" de la Crítica
Dar retroalimentación positiva siempre es fácil, pero qué tal esas veces en que un colaborador no está rindiendo y usted necesita hacer comentarios negativos. Esa puede ser una historia diferente, especialmente para aquellos que no les gustan las confrontaciones.
Los gerentes necesitan ser cuidadosos cuando dan retroalimentación negativa, y necesitan asegurarse de hacerlo de manera constructiva. Es importante un trato cuidadoso para no desmoralizar al colaborador. Aun más importante, cuando se da retroalimentación negativa, es imprescindible siempre tratar de primero reconocer también algo positivo que el colaborador haya logrado.
Si usted constantemente da sólo retroalimentación negativa, la gente le quitará valor a su crítica y ésta se volverá inútil. No haga sentir a sus colaboradores como si fueran una carga y no los condene por sus equivocaciones. Los negocios no son sólo negocios, es gente trabajando con gente. Necesitamos ser sensibles a los sentimientos de otros y entender que el trato hacia otros nos puede rebotar y afectar nuestros sentimientos también.
Los colaboradores responden bien a los halagos y estarán más abiertos a escuchar y a la crítica si saben que también sus aciertos son tomados en cuenta. De esta manera se sienten menos victimizados y menos inadecuados para el trabajo. Primero reconozca los aspectos positivos de su colaborador.
Sea firme, no malo
"La gente ayuda naturalmente a aquellos que los apoyan"
La retroalimentación es crucial, mejora el desempeño, desarrolla el talento, aclara las expectativas, resuelve problemas, da las guías para ascender y define las metas.
Cada colaborador debería tener la oportunidad de mejorar y cumplir con lo que se espera de él, enfocarse solamente en la situación o en las expectativas y evitar traer otros temas. Un halago claro o una crítica breve, tienen un mayor efecto que un recuento de incidentes pasados. Sea compasivo y comprensivo acerca de las fallas humanas, trate de comunicar su crítica negativa en dosis pequeñas, ya que puede ser abrumador para un colaborador ser bombardeado con un sinfín de cosas que no está haciendo bien y corre el riesgo de que esto le caiga de sorpresa, sea demasiado para digerir, se sienta incapaz de hacer algo bien y renuncie rápidamente.
Sea positivo
Dé por lo menos la misma cantidad de retroalimentación positiva que negativa. El positivismo estimula los centros de recompensa en el cerebro, dejando al receptor abierto a tomar nuevas instrucciones. La crítica negativa activa la respuesta de amenaza y pone a la gente a la defensiva. Usted no necesita evitar lo negativo o correctivo, sólo asegúrese de presentar una solución o un resultado positivos. Su retroalimentación no será productiva si se enfoca en hacer sentir mal a la otra persona o la hace parecer inadecuada o incapaz de corregir sus acciones.
Balanceé su crítica constructiva al establecer primero lo que la otra persona está haciendo bien. Esto les dejará claras sus expectativas y elevará su confianza. Deje claro que usted está dispuesto a hablar con ellos y que quiere ayudarlos a continuar realizando y desarrollando este tipo de habilidades.
Estudios recientes demuestran que la mayoría de colaboradores en verdad quieren saber aquello que pueden hacer para desempeñarse mejor en su trabajo; de hecho, aquellos que recibieron críticas constructivas, calificaron mejor a sus gerentes por ser honestos y directos. Lo que podemos rescatar de estas estadísticas, es el hecho de que ellos quieren saber lo que pueden hacer para mejorar.
Encuentren una solución juntos
Ofrezca a sus colaboradores la oportunidad de responder a sus comentarios para que pueda ver las cosas desde su punto de vista y pueda dirigir la situación apropiadamente. Recuerde que su trabajo es hacerles ver otra perspectiva de sus acciones. Sugiera ajustes para su desempeño y pregunte qué pasos consideran que podrían tomar.
Finalmente, pídales consejo sobre cómo puede usted ayudarlos a alcanzar esa meta. Recuerde, la gente tiene el hábito de convertirse en lo que usted les alienta a ser, no en lo que usted les harta hasta hacerlo.
"Usted es el factor más importante en su propio desarrollo. Si usted está determinado a aprender de cualquier retroalimentación que reciba, nadie podrá detenerlo" John Tschohl
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