Salga pato o gallareta.

Salga pato o gallareta.

Es un dicho popular, muy utilizado en el campo Argentino, significa que cualquiera sea el resultado, hay que aceptarlo, no importa la adversidad que se presente.


Y así esta la Política Argentina, a horas del primer round bautizado PASO sabiendo que los resultados que conoceremos mañana en forma oficial post 21 hs marcarán los próximos meses de seguro en nuestro país y por qué no años.

En ambos campamentos se respira confianza, de ambos lados están preparados para ganar por poco o ganar incluso perdiendo, para saber que el resultado los sigue manteniendo con vida, con lógica de campaña ordenada, emocionalmente controlada, con guiños a propios y extraños, con espíritu de colaboración republicana y pase lo que pase aceptar una módica adversidad, como el refrán que abre este comentario.

Ahora bien, ¿es tan así? ¿Cual es el verdadero Kiciloff? En el mismo cierre de campaña de la fórmula Todos en Merlo, prometió “Volveremos distintos y mejores”, mientras echaba de una foto final a un Barón del conurbano en un exceso de protagonismo y egocentrismo, que hoy en plena campaña no sale a la luz, pero de no resultar ganador en octubre no tardarán en llegar las facturas de parte de los intendentes del conurbano.

Siguiendo con la provincia de Bs As, Aníbal Fernandez tuvo un exabrupto hacia María Eugenia Vidal en su referencia al asesino Barreda. El comentario genuino proveniente de un Hannibal de la política, también pareció una revancha vintage y un pase de facturas de cuando en su momento cierto poder del PJ bonaerense le soltó la mano en la tan lejana y a la vez cercana Campaña del 2015.

¿Cuanto hay de cierto también en el boom fenomenal del día de ayer en apoyo al mercado Argentino? O quizás envalentonados por algunas encuestas, pero también potenciado por ciertos fondos Amigos de Donaldo (como se lo llama por aquí a Trump) decidieron que la bolsa y los mercados previos a las primarias mostraran gráficos exultantes en apoyo al oficialismo. Al fin y al cabo 50 millones de dólares que alcanzaron para mover el amperímetro aquí es una enormidad y para el primer mundo tiene categoría de vuelto.

Vayamos ahora a analizar que podemos tener mañana como foto final de una adelantada primera vuelta, en un contexto no menor de: Inflación anualizada de 55%, caída por dos años consecutivos del PBI, desempleo en el orden del 10 %, tasas de contención al dólar del 60 % anual y un consumo que con anabólicos muestra ligero crecimiento pero que viene de un subsuelo catastrófico.

Como dijo Arístoteles e inmortalizó el General por estas latitudes, “La única verdad es la realidad”, y es entonces que la gente mañana concurrirá a votar sabiendo que esos números son reales. Y también es verdad que si analizamos la Argentina de los últimos 70 años esos números comulgan lamentablemente con muchos años del país. Si a eso le sumamos la visibilidad de obras públicas concretas y tangibles (el asfalto se toca y “no se inunda massssssss Carajo”) con ciertas dosis de institucionalidad comparado con los 12 años del matrimonio K, es que las chances crecen e incluso se emparejan.

Del otro lado, el recuerdo de una economía subsidiada, con tarifas públicas a valores inverosímiles, con un falso recuerdo de tardes de domingo felices, comiendo asado y luego disfrutando un mentiroso Futbol para todos gratis, con una Cristina vociferando en cadena acorde a sus estados de ánimos con espíritu maternalista, que provoca al día de hoy devoción entre sus seguidores, son el argumento principal para contener la masa crítica y no menor del peronismo mas los desencantados de este gobierno, que buscan definirse ya por uno de los protagonistas y no apoyar a un candidato de reparto. Alberto en su traje de candidato busca sumar, pero en la practica él sabe muy bien que o es Presidente, o post 10 de diciembre Dylan tendrá en él a un paseador con mucho tiempo libre.

En términos de números ahora analizaremos que debemos tener en cuenta a partir del lunes en nuestra querida Argentina

Queda claro, que el número de participación es importante, siempre en las PASO, votan aproximadamente 5 puntos menos porcentuales que en las generales de octubre. ¿La primera incógnita entonces es si eso se mantendrá o no?

Se considera que en los jóvenes entre 16 y 18 años privilegia un voto hacia la formula K, y en los mayores de 70 años, eso se invierte y el binomio Macri Pichetto, se impone con holgura.

La segunda incógnita pasa por el numero inicial que tenga la Formula FF, si ese dígito es el 3, realmente le será muy difícil a Todos ganar en octubre o en el hipotético balotaje. Recordemos que en el 2015 Scioli le sacó holgados 8 puntos a Cambiemos y todos sabemos como terminó la historia

Siguiendo con Todos, y de alzarse con un número entre 40 y 42, ahí si es muy importante ver la diferencia que mantenga con Juntos por el Cambio (JxC), si las cifras lucieran parejas el comportamiento de la izquierda y del colectivo Lavagna – Espert definirían en octubre o no al futuro presidente.

Por ultimo un número superior a 42 para los Fernández, le sería muy difícil de remontar a Macri, mas allá de que un escenario de extrema polarización los iguale.

Por el lado de las huestes multicolores con preponderancia de amarillo en Cambiemos creen que el sprint final de las ultimas semanas, mas la pax cambiaria y un leve repunte en el consumo, junto con una aversión bien marcada de regresar a algo que huela a kirchnerismo profundo en los grandes centros urbanos, terminarán dándoles una alegría que se veía muy remota hace apenas 4 meses atrás y en las que muy pocas personas creían posible. Todo número que los acerque al 40 % lo tomarán como un respaldo muy fuerte al Presidente y ni hablar si Vidal supera aunque sea por una décima a Kiciloff.

Desde la perspectiva de quien escribe este artículo creo que el Gobierno saldrá bien parado de estas elecciones, sectores productivos vinculados a la cadena agro industrial, a la ciencia del conocimiento, como asi también un cansancio de ciertas metodologías relacionadas con punteros o viejas formas de hacer política, pueden aportarle a Juntos por el cambio votos imprescindibles que sumados a cierto rechazo del peronismo K en grandes centros urbanos  le den ese 40 % tan buscado en ambos lados de la contienda.

Faltan apenas horas para definir un primer round, no vinculante pero pleno de certezas, donde aggiornando la frase popular que abre este comentario, sepamos si sale Gato o el apelativo con el que pueda ser nombrada la ex presidenta, eso lo dejo a criterio de quien lo lee. 


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