Sara Huerta, abogada del equipo de SV, asume como Oficial de Cumplimiento y Encargada de Prevención de Delitos de GSI Capital

El pasado mes de abril Sara Huerta, abogada del equipo de governance & compliance de SV, fue designada Oficial de Cumplimiento y Encargada de Prevención de Delitos (EPD), en representación de Sustaina Value, por el directorio de GSI Capital, una administradora de fondos de inversión privados. Hemos conversado con ella para que nos cuente más acerca de esta figura, los desafíos y sus expectativas ante este nuevo rol que ha asumido.

Un Oficial de Cumplimiento se encarga de mantener la relación con la Unidad de Análisis Financiero (UAF), que fiscaliza empresas como, por ejemplo, GSI. Debe asegurar el correcto cumplimiento de la regulación sobre prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo. Por su parte, un Encargado de Prevención de Delitos (EPD) se designa para gestionar el modelo de prevención de delitos de la empresa, lo que implica su diseño, implementación, actualización y control.

Respecto a las funciones, el Oficial de Cumplimiento debe proponer, revisar y velar por la coordinación y cumplimiento de las políticas y procedimientos de prevención y detección de operaciones sospechosas. Es el responsable del cumplimiento de las obligaciones contenidas en la Ley N°19.913, normativa emitida por la UAF y las demás leyes y normas aplicables.

El EPD debe diseñar, establecer e implementar el Modelo de Prevención de Delitos (MPD) de la compañía, establecer herramientas para su aplicación efectiva y supervisar su cumplimiento a objeto de actualizarlo o mejorarlo cuando corresponda. Todo ello supone poner en conocimiento de su contenido y alcance a todos los trabajadores, ejecutivos, directorio, asesores externos, proveedores y clientes, capacitando a quienes corresponda, generando así una cultura organizacional de cumplimiento de la ley, prevención de delitos y mejora continua. El EPD también debe gestionar el canal de denuncias, llevar a cabo las investigaciones que sean pertinentes y efectuar auditorías continuas. Finalmente, debe rendir cuenta sobre su gestión al directorio de la empresa regularmente.

“Haber asumido como Oficial de Cumplimiento y EPD de GSI Capital me permite mantenerme conectada con el mundo de las inversiones, tras 6 años en la industria de AFP, pasar a asesorar a fondos privados de inversión a través de un equipo valioso, motivado y colaborativo, es un interesante desafío. GSI Capital es una empresa con un tremendo potencial y poder acompañarlos en su crecimiento y colaborar para que alcancen sus metas es un honor”, explica Sara.

El valor de esta figura

El principal valor de que una empresa cuente con un Oficial de Cumplimiento y un Encargado de Prevención de Delitos es disminuir el riesgo de que ésta sea responsable penalmente por la falta de control al cumplimiento del marco jurídico que la regula, específicamente respecto de la ley 20.393 que establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas y de la ley 19.913 que regula a la UAF y el lavado de activos.

 “GSI Capital es una entidad regulada por la UAF, por lo tanto, la designación de un Oficial de Cumplimiento es mandatoria. Si bien no todas las empresas tienen la obligación de contar con esta figura, su nombramiento es recomendable para elevar los estándares de gobierno corporativo y cumplimiento regulatorio de la empresa. La designación del EPD no es obligatoria, sin embargo, es necesaria para dar por implementado el MPD cuando el directorio ha decidido prevenir la responsabilidad penal de la empresa”, puntualiza la abogada.

 Sara desempeña este rol a través de Sustaina Value, equipo encargado de diseñar e implementar el Modelo de Prevención de Delitos de GSI Capital. Ahora ella es la responsable de continuar con la etapa de implementación y de actualizar el MPD cuando corresponda, además de controlar su cumplimiento.

“Creo que uno de los desafíos relevantes es ganar la confianza de los distintos miembros de la organización para que la transparencia y el cumplimiento normativo sean parte de la cultura organizacional, de ese modo es posible tomar las medidas correctivas necesarias antes de que los riesgos asociados al cumplimiento legal se transformen en incidentes. Otro desafío es lograr que GSI Capital alcance y mantenga los estándares de governance que se ha autoimpuesto en atención al compromiso con sus aportantes y otros stakeholders cruciales para la empresa y su equipo”.